30 Octubre 2013
Obama prohibirá las escuchas contra sus aliados
La decisión del mandatario norteamericano implicará un recorte a las amplias potestades que tiene la Agencia de Seguridad Nacional. Presión internacional para que la Casa Blanca impulse medidas y dé explicaciones. Alemania expulsará a los diplomáticos que violen la ley. Alerta de la Unión Europea.
EN TIEMPOS DE PAZ. En junio, Obama visitó a Merkel en Alemania. En ese entonces, estaba lejos de destaparse el escándalo de la escucha a la canciller. REUTERS
WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, tiene decidido prohibir el espionaje de sus agencias de inteligencia a líderes aliados, como parte de una revisión del poder de recolección de datos. La medida fue adelantada ayer por el diario The New York Times, e implicará un recorte de potestades a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, en inglés).
El mandatario está bajo fuerte presión para tomar medidas que tranquilicen a los propios norteamericanos y sus socios internacionales, sobre todo europeos, que fueron víctima de cientos de millones de escuchas en las comunicaciones telefónicas y por Internet, sean ciudadanos comunes o líderes políticos (como la canciller germana, Ángela Merkel), sociales y empresarios.
Un funcionario de alto nivel de Washington (bajo reserva de identidad) aclaró que ya se han hecho algunos cambios puntuales, pero que aún se debía modificar ampliamente la política de intercepciones. El escándalo se multiplica día a día, con las nuevas revelaciones que difunde el ex espía, Edward Snowden. The New York Times publicó que los trabajadores de la NSA estaban autorizados a escuchar las conversaciones de Merkel y no sólo registrar sus contactos, como trascendió en un principio.
La presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, la demócrata Dianne Feinstein, confirmó que habrá reformas. "No creo que EEUU debería estar recolectando llamadas telefónicas o correos electrónicos de los Presidentes y primeros ministros aliados. Debe haber una revisión fundamental de todos los programas de inteligencia", sostuvo.
Uno de los problemas espinosos que enfrenta la Casa Blanca es cómo se define a un aliado, dado que una cosa es Merkel (quien fue espiada por más de 10 años) y otra los líderes militares que EEUU respalda en Egipto, señaló el matutino.
Problemas bilaterales
Los vínculos entre EEUU y Alemania penden de un hilo. El ministro del Interior de Merkel, Hans-Peter Friedich, advirtió que si se demuestra que algún diplomático norteamericano quebrantó la ley germana, será expulsado del país. "Está claro que si alguien aquí o en algún otro lugar es responsable o se lo encuentra culpable, será sancionado", dijo.
El funcionario agregó que lo esencial es aclarar lo que ocurrió y consideró que ambos países deben "responder conjuntamente" las preguntas sobre el programa de espionaje en suelo alemán. Sin embargo, pidió que "no se cometa el error de poner en duda" a las relaciones bilaterales, que calificó de "buenas y necesarias".
Altos funcionarios alemanes viajarán a Washington para exigir un acuerdo de no espionaje similar al que Estados Unidos mantiene con el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que son conocidos como los Cinco Ojos. Nuevos pactos son resistidos por la Casa Blanca, pese a que mantuvo contactos al respecto con Francia hace años.
La comisaria de Justicia de la Unión Europea, Viviane Reding, sostuvo que el escándalo constituye un peligro para el previsto acuerdo de libre comercio. "No será fácil (su aprobación). Hay problemas que pueden obstaculizarlo, como la protección de datos, que es un derecho fundamental y no negociable. Es urgente y esencial que EEUU haga algo para restaurar la confianza", resaltó.
La ex embajadora de EEUU en Lima, Rose Likins, admitió que por lo menos ocho peruanos fueron espiados por la NSA, según publicó el diario limeño La República, aunque aclaró que eran sospechosos de vínculos con organizaciones terroristas y narcotraficantes. (Télam-Reuters-DPA)
El mandatario está bajo fuerte presión para tomar medidas que tranquilicen a los propios norteamericanos y sus socios internacionales, sobre todo europeos, que fueron víctima de cientos de millones de escuchas en las comunicaciones telefónicas y por Internet, sean ciudadanos comunes o líderes políticos (como la canciller germana, Ángela Merkel), sociales y empresarios.
Un funcionario de alto nivel de Washington (bajo reserva de identidad) aclaró que ya se han hecho algunos cambios puntuales, pero que aún se debía modificar ampliamente la política de intercepciones. El escándalo se multiplica día a día, con las nuevas revelaciones que difunde el ex espía, Edward Snowden. The New York Times publicó que los trabajadores de la NSA estaban autorizados a escuchar las conversaciones de Merkel y no sólo registrar sus contactos, como trascendió en un principio.
La presidenta del Comité de Inteligencia del Senado, la demócrata Dianne Feinstein, confirmó que habrá reformas. "No creo que EEUU debería estar recolectando llamadas telefónicas o correos electrónicos de los Presidentes y primeros ministros aliados. Debe haber una revisión fundamental de todos los programas de inteligencia", sostuvo.
Uno de los problemas espinosos que enfrenta la Casa Blanca es cómo se define a un aliado, dado que una cosa es Merkel (quien fue espiada por más de 10 años) y otra los líderes militares que EEUU respalda en Egipto, señaló el matutino.
Problemas bilaterales
Los vínculos entre EEUU y Alemania penden de un hilo. El ministro del Interior de Merkel, Hans-Peter Friedich, advirtió que si se demuestra que algún diplomático norteamericano quebrantó la ley germana, será expulsado del país. "Está claro que si alguien aquí o en algún otro lugar es responsable o se lo encuentra culpable, será sancionado", dijo.
El funcionario agregó que lo esencial es aclarar lo que ocurrió y consideró que ambos países deben "responder conjuntamente" las preguntas sobre el programa de espionaje en suelo alemán. Sin embargo, pidió que "no se cometa el error de poner en duda" a las relaciones bilaterales, que calificó de "buenas y necesarias".
Altos funcionarios alemanes viajarán a Washington para exigir un acuerdo de no espionaje similar al que Estados Unidos mantiene con el Reino Unido, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, que son conocidos como los Cinco Ojos. Nuevos pactos son resistidos por la Casa Blanca, pese a que mantuvo contactos al respecto con Francia hace años.
La comisaria de Justicia de la Unión Europea, Viviane Reding, sostuvo que el escándalo constituye un peligro para el previsto acuerdo de libre comercio. "No será fácil (su aprobación). Hay problemas que pueden obstaculizarlo, como la protección de datos, que es un derecho fundamental y no negociable. Es urgente y esencial que EEUU haga algo para restaurar la confianza", resaltó.
La ex embajadora de EEUU en Lima, Rose Likins, admitió que por lo menos ocho peruanos fueron espiados por la NSA, según publicó el diario limeño La República, aunque aclaró que eran sospechosos de vínculos con organizaciones terroristas y narcotraficantes. (Télam-Reuters-DPA)
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