28 Octubre 2013
IMPUNES. Aunque la ley lo prohíbe, la entrega de dádivas se hizo a la luz del día,sin consecuencias. ARCHIVO LA GACETA
Los ciudadanos salían de la escuela donde habían sufragado y se iban caminando, o en el remise que los había trasladado, hasta un negocio o una casa cercana al establecimiento. Allí entraban con las manos vacías y salían con una bolsa de nylon anudada, con polenta, puré de tomate, fideos secos, aceite, azúcar, yerba y sal. Para que el flujo de la entrega de alimentos no se interrumpiera, camiones cargados con esos bolsones fueron fotografiados en barrios de San Miguel de Tucumán.
LA GACETA exhibe en su edición digital y en la impresa las imágenes que testimonian la entrega sin tapujo de esas dádivas durante toda la jornada electoral de ayer. Sin embargo, no se realizó ni una sola denuncia en la Justicia Electoral Nacional con respecto a esas prácticas. Así pudo confirmar este diario de fuentes tribunalicias.
En rigor, según pudo establecerse, sólo hubo presentaciones anteriores al día de los comicios, por fuerzas opositoras que preveían eventuales irregularidades durante el desarrollo de la votación. Los primeros planteos fueron efectuados, por separado, el Acuerdo Cívico y Social (ACyS) y por Fuerza Republicana. Ambos espacios sostuvieron que temían un reparto malintencionados de boletas correspondientes a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) de agosto, por lo que solicitaban que en caso de que aparecieran en el escrutinio, fueran tenidas como válidas. Esa solicitud no prosperó, por cuanto las autoridades sostuvieron que había un cronograma oficial con plazos estatuidos para oficializar los modelos de votos, y que en consecuencia era responsabilidad de cada fuerza política, y de sus fiscales, proveer los votos correspondientes.
Ante este rechazo, el ACyS realizó una segunda presentación, en la que hizo reserva de acudir a la Justicia para reclamar la nulidad de la elección. Luego, Daniel Ponce, apoderado de la lista que encabeza el senador y hoy diputado electo José Cano, solicitó que se allanen ocho inmuebles que, a su criterio, funcionan como centros de distribución de bolsones. Sobre ese pedido, el juez federal con competencia electoral, Daniel Bejas, resolvió que se disponga de una consigna frente a tres inmuebles claramente identificados, y ordenó tareas de inteligencia en otros cinco direcciones menos específicas, facultando al comandante electoral, teniente coronel Antonio Manzur, a que también disponga consignas policiales frente a los lugares donde averiguasen que se había acopiado mercadería. Esa pesquisa no arrojó novedades. Y ayer, durante la votación y con posterioridad al cierre de los comicios, no fue formalizada denuncia alguna sobre la ampliamente documentada entrega de bolsones.