Sobre la avenida Martín Berho al 300, en el corazón de Villa 9 de Julio, la cara del candidato oficialista Osvaldo Jaldo se multiplica hasta cubrir por completo la fachada de una casa. Los incontables afiches identifican esta sede alperovichista -una de las tantas que se vio ayer en el barrio-, ubicada a pocos metros de la escuela N° 49, Juan Bautista Alberdi. Por allí pasan decenas de taxis, con insignias pegadas a la luneta que referirían a diversos políticos oficialistas ("Gero", "Carolina", entre otros). Pero en esa vivienda, quien da las órdenes, quien organiza y toma las decisiones, es Rita Iriarte.
"Ella ya viene, por favor, esperen un minuto que está trabajando en la escuela", responde uno de sus colaboradores, luego de que LA GACETA preguntara por la encargada de esa base. El hombre habla con dos jóvenes, que suben a una moto tipo enduro y parten sin titubeos. En menos de cinco minutos, una camioneta negra estaciona frente a la casa de los afiches de Jaldo. Iriarte baja y se presenta. Sonríe todo el tiempo. Ayer fue puntera alperovichista; en las PASO del 11 de agosto, había sido segunda precandidata a diputada nacional por la lista "Vos, Cambio y Acción", que encabezaba Marcelo Baik y no alcanzó las adhesiones para competir en la elección de ayer.
Por eso, la dirigente quedó con el pase en su poder, y aceptó una oferta del oficialismo para trabajar en estos comicios por el Frente para la Victoria. De hecho, según relató a este diario, el ministro del Interior la ayudó con la "logística".
"El ministro (Jaldo) me puso más o menos, en recursos, 500 bolsones; quedamos ahí nomás porque también nos colabora con su voto gente que no necesita el bolsón, y lo dona (sic) para quien sí lo necesita", asegura Iriarte. Desde la perspectiva de la puntera y ex precandidata, entregar alimentos a quienes están por sufragar no implica un dilema ético, sino una colaboración en tiempos de escasez. "El bolsón es una ayuda que la gente necesita; y hay gente que me colabora con el voto sin el bolsón", destacó la dirigente barrial.
Camino propio
Rita Iriarte cuenta que realiza un trabajo territorial en Villa 9 de Julio desde hace varios años; que fue ladera del ex concejal peronista Juan Carlos Mamaní; y que se acercó al justicialista disidente Baik en las PASO para tratar de ser diputada nacional. Esta lista no logró el 1,5% de los votos válidos, y la dirigente empezó a andar su propio camino. "La relación ha terminado bien, pero yo soy una militante a la que todos los legisladores y concejales conocen. Todos son buenos conmigo. Pero hay ciertos (políticos) que ven que acá en el circuito no me pueden voltear; yo sigo trabajando", avisa.
¿Cómo pasó Rita Iriarte a las filas del alperovichismo? "Llego a Jaldo porque me llamaron por mi militancia, por la gente. Ustedes me ven que soy humilde, una militante de barrio. La gente me quiere mucho, y a pesar de que venimos con los brazos bajados, los levantamos. Acá quieren cambios en el circuito 14 y 14A. Por eso me apoyan muchísimo", relató.
La ex postulante disidente relató que, pese a su pasado reciente en la lista de Baik, se siente "una dirigente más". "Han puesto chicos nuevos a trabajar, y no les enseñan. Entonces, cuando estoy en las escuelas, viene la gente y me dice: 'Rita, ¿con cuál lista estás?', y la apoyan. Eso es un orgullo para mí. Amo Villa 9 de Julio porque me apoyan", aseveró la mujer.
La ahora puntera alperovichista aseguró que, desde su base política, se les brinda explicaciones a los electores y otros servicios. "Por eso la gente se enoja y dice: '¿Cuándo usted, Rita?' Pero ya llegará el momento. Y gracias a Dios el ministro (Jaldo) me recibió con los brazos abiertos, sabiendo de mi militancia, siempre de abajo", detalló.
Iriarte confesó que sí entrega bolsones. "Pero tengo también gente de bien que no le hace falta el bolsón. Como ellos me dicen: 'Rita, esto lo colaboramos por vos'. Pero hay gente que sí necesita (estos alimentos). Vos has visto lo que estamos pasando. Hay muchos errores en el circuito", aseveró.
Respecto al reparto de comida, la puntera opinó que esto no implica un condicionamiento para los electores. "Yo manejaba un comedor, 'La carita sucia', que tenía hasta 250 chicos a la tarde (...). Fue hace cuatro años, con partidas de la Nación, y es un hermoso recuerdo. Ellos (por los jóvenes) votan ahora y me dijeron: 'el voto es para usted, y para nadie más'. Pero el circuito quiere cambios. No que se maneje a la gente diciéndoles: 'yo les doy esto, y ustedes tienen que hacer esto'. Yo no soy así", afirmó.
Y agregó: "esto tiene que ser algo de corazón; por eso hay voto castigo acá en el circuito 14. La gente quiere caras nuevas, y me pregunta: "¿Rita, por qué no la hacen llegar?'" Por lo pronto, la dirigente se contenta con el respaldo del ministro.