Una pulsera regula la temperatura corporal

El escenario podría ser el siguiente: hacen más de 40° de sensación térmica en Tucumán y vos paseás por la calle tranquilamente con una remera mangas largas y chaleco, sin una gota de transpiración. O una contraria: comés un asado bajo las estrellas y en bermudas, sin tiritar, durante una de las noches más frías del año. No se trata de la posibilidad de que sufras un desorden hormonal o una rara enfermedad. Aunque parezca una situación irreal, esto podría sucederte si usaras uno de los nuevos inventos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) de Estados Unidos.

Se trata de una pulsera termoeléctrica que engaña al organismo para que no sienta frío ni calor, a pesar de que en el exterior la temperatura no sea del todo agradable. El invento fue llamado Wristify y parece muy simple de apariencia. Pero sus facultades no son tan básicas: aplica calor o frío repentinos sobre ciertas partes del cuerpo que poseen una gran afluencia de sangre como las muñecas. De esta manera puede modificar hasta cierto punto la forma en la que el organismo de cualquier persona percibe la temperatura ambiental.

Según se describe en la publicación Popular Sciencie, con la pulsera se logra monitorear la temperatura corporal y enviar variaciones muy rápidas, pero imperceptibles para el hombre, de calor o frío a un ritmo de 0,4 grados centígrados por segundo. De esta forma, el cuerpo no siente tanto las variaciones y se mantiene en una zona de confort. La pulsera posee una batería de ion-litio, que la hace funcionar durante ocho horas sin necesidad de recargar.

El objetivo
Los creadores de Wristify recibieron u$s 10.000 al ganar el premio Madmec de ciencia y diseño de materiales del MIT. Por ello, este proyecto de investigación ya tiene un prototipo funcional y todavía buscan mejorar el modelo y los algoritmos que automatizan los pulsos. Pero la intención de este invento no es sólo que las personas no sufran de frío o de calor. El objetivo principal por el que fue creado es muy concreto: el ahorro energético: sucede que una gran parte del consumo eléctrico en todo el mundo se debe a los sistemas de calefacción y de aire acondicionado. La pulsera podría ayudar a ahorrar millones de dólares al mantener a los inquilinos de un edificio en una zona de equilibrio térmico sin alterar la temperatura drásticamente.