19 Octubre 2013
ROMA.- La familia del criminal de guerra nazi Erich Priebke pidió que le entreguen su cuerpo después de que su funeral fuera interrumpido por manifestantes y las fuerzas de seguridad italianas se llevaran su ataúd. El ex oficial de las SS murió a los 100 años en Roma, ciudad donde pasó los últimos años de su vida bajo arresto domiciliario condenado por mandar a las tropas que asesinaron a 335 civiles en 1944 en represalia por un ataque de los partisanos, en una de las peores masacres de la Segunda Guerra Mundial en Italia. Priebke nunca se disculpó. Las autoridades se llevaron el ataúd a un aeropuerto militar, después de enfrentamientos entre neonazis y vecinos de Albano Laziale, donde se iba a celebrar el funeral. "Hubo un secuestro del cuerpo por el servicio de inteligencia que le dio una paliza a cuatro personas que celebraban una vigilia", dijo el abogado de la familia, Paolo Giachini. (Reuters)
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