16 Octubre 2013
ARREBATADOR. Pereira se lleva el balón y también intenta sacarle el short a Erik Lamela, que tuvo un partido discreto y sin mucho brillo en una Selección falta de figuras.
MONTEVIDEO.- La excusa por la derrota podrá correr hacia cualquier lado, menos hacia el de la trampa. Uruguay fue más que Argentina, y Argentina fue menos que la Argentina que habitualmente utilizó las Eliminatorias para florearse. Porque en el Centenario no estuvieron Messi, Higuaín, Mascherano... y eso es dar ventaja.
O sea, ante un "charrúa" necesita de un milagro, la Selección B de Sabella casi que hizo lo que pudo. En ofensiva, esté quién este, hay promesa de gol. Y en defensa, esté quién este, hay promesa de suspiros y dolores de cabeza. Una vez más la zaga dejó mucho que desear. "Cebolla" Rodríguez lo demostró en el despertar del partido. Las marcas se pegaron en una pelota aérea y él, solito con su alma, detonó con un disparo cruzado el esfuerzo de Romero. Gol, 1-0 para una Uruguay que soñaba con la hazaña de golear y zafar del repechaje. Méritos hicieron los de Tabárez para sacarse de encima el futuro duelo por el pase a Brasil 2014 con Jordania. No bastó.
Atacaron, lastimaron y hasta lamentaron su propia desgracia, porque cuando dominaban a voluntad, Maxi Rodríguez encontró el 1-1 parcial y después, tras el penal (un invento del juez brasileño De Lima Henrique) convertido de Suárez, la "Fiera" volvía a emparejar el cuento con una jugada de puro amague y de definición clásica.
El 2-2 era demasiado premio para una Argentina con más suerte que seguridad como para ganarse la lotería y los tres puntos en Montevideo. Arrancó el segundo tiempo y Cavani, en sociedad con Suárez (lo dejó solo), aumentó nuevamente la cuenta para el local.
¿La defensa? Bien gracias. Desacoplada y ausente ante una contra letal. Después llegó un doblete de tiros en los palos y una que otra intentona fallida "charrúa". La Argentina B de Sabella perdió bien con Uruguay, aunque también pudo haber empatado, pero de pura casualidad. (Especial)
O sea, ante un "charrúa" necesita de un milagro, la Selección B de Sabella casi que hizo lo que pudo. En ofensiva, esté quién este, hay promesa de gol. Y en defensa, esté quién este, hay promesa de suspiros y dolores de cabeza. Una vez más la zaga dejó mucho que desear. "Cebolla" Rodríguez lo demostró en el despertar del partido. Las marcas se pegaron en una pelota aérea y él, solito con su alma, detonó con un disparo cruzado el esfuerzo de Romero. Gol, 1-0 para una Uruguay que soñaba con la hazaña de golear y zafar del repechaje. Méritos hicieron los de Tabárez para sacarse de encima el futuro duelo por el pase a Brasil 2014 con Jordania. No bastó.
Atacaron, lastimaron y hasta lamentaron su propia desgracia, porque cuando dominaban a voluntad, Maxi Rodríguez encontró el 1-1 parcial y después, tras el penal (un invento del juez brasileño De Lima Henrique) convertido de Suárez, la "Fiera" volvía a emparejar el cuento con una jugada de puro amague y de definición clásica.
El 2-2 era demasiado premio para una Argentina con más suerte que seguridad como para ganarse la lotería y los tres puntos en Montevideo. Arrancó el segundo tiempo y Cavani, en sociedad con Suárez (lo dejó solo), aumentó nuevamente la cuenta para el local.
¿La defensa? Bien gracias. Desacoplada y ausente ante una contra letal. Después llegó un doblete de tiros en los palos y una que otra intentona fallida "charrúa". La Argentina B de Sabella perdió bien con Uruguay, aunque también pudo haber empatado, pero de pura casualidad. (Especial)