13 Octubre 2013
Los estudiantes gestionarán el "aula bar"
Casali de Babot, decana de Filosofía, propuso prestar a los alumnos el espacio donde actualmente ellos hacen funcionar un comedor. La oferta incluye proveer el espacio de mobiliario, de microondas, de pavas eléctrica y de un acondicionador de aire. Según las autoridades, allí no se dictaban cursos.
PUPITRES. El que supo ser el bar de Filosofía se convirtió en aula. Ahora, se convertiría en el comedor estudiantil. LA GACETA / FOTO DE INES QUINTEROS ORIO (ARCHIVO)
Una vez que se levante la toma de Filosofía, los estudiantes mantendrán el uso de la llamada "aula bar", donde actualmente ellos gestionan un comedor. Así se lo propusieron las autoridades de esa unidad académica, en una reunión que mantuvieron el miércoles con voceros de las distintas carreras que se dictan en esa facultad.
Por parte de las autoridades participaron la decana, Judith Casali de Babot; la vicedecana, Rossana Nofal; la secretaria Académica, Marta Vistalli; la secretaria de Posgrado, María Elena Villeco, y la consejera directiva por el estamento de los profesores titulares Constanza Padilla de Zerdán. Por los estudiantes estuvieron Marcelo Bustamante (vocero general), Pablo Salas (Letras), María de la Paz Yabrain (Ciencias de la Educación) y Guadalupe Spinelli (Geografía).
Según precisó la decana a LA GACETA -el acta firmada por las autoridades no aclara en calidad de qué seguirán los estudiantes gestionando el "aula bar"-, se trata de un préstamo. "Es un espacio de la facultad; lo vamos a prestar para que tengan un espacio y puedan estar allí", puntualizó. La oferta incluye una serie de puntos que la gestión llevaría adelante: "inspección técnica para relevar condiciones actuales de las instalaciones de gas, luz y agua; provisión, bajo normas reglamentarias (de estos servicios); provisión de sillas y mesones, de acuerdo al espacio disponible; dotación de tres microondas, de tres pavas eléctricas; realización de gestiones para la obtención de una heladera, y la colocación de un aire acondicionado".
La propuesta del Decanato no resulta incompatible con la idea que viene debatiendo la comisión ad hoc encargada de analizar proyectos de comedores. Este grupo, integrado por funcionarios rectorales, por consejeros superior y por representantes del movimiento estudiantil en lucha y de los centros de estudiantes, considera que el "aula bar" podría albergar un comedor temporal en el centro Prebisch, hasta que se abra el comedor definitivo, lo que podría ocurrir el año que viene. De hecho, a las 9 del martes, un arquitecto y tres ingenieros de la Secretaría de Planeamiento ingresarán al predio para relevar ese espacio.
No se afectan las clases
Casali de Babot aclaró que ninguna clase se verá afectada en caso de que ese espacio continúe siendo utilizado por los estudiantes. "Ya tenemos espacios para el dictado de clases; hace rato que no se dan clases ahí", señaló. Precisó que únicamente se dictaban, en forma esporádica, algunos cursos de posgrado. "Cualquier cosa, en última instancia, llevaríamos los cursos de posgrado a la Casa del Estudiante. Ya nos la ofrecieron; siempre tenemos muchas respuestas para eso", manifestó.
De hecho, la decana recordó que cuando se derrumbó el anfiteatro "C" -madrugada del 28 de febrero de 2011- se pudieron acomodar las clases que se dictaban tanto en ese espacio, como en los anfiteatros "A" y "B", que fueron clausurados entonces, preventivamente. "(Si cuando) se nos había caído un techo y debimos hacer demoler otros dos enormes espacios salimos adelante, saldremos adelante (ahora). Una buena gestión busca soluciones. Ofrecimos esto a los estudiantes porque lo analizamos serenamente. No hacemos las cosas de manera irresponsable; siempre obramos con rectitud y sin demagogia", afirmó.
Por parte de las autoridades participaron la decana, Judith Casali de Babot; la vicedecana, Rossana Nofal; la secretaria Académica, Marta Vistalli; la secretaria de Posgrado, María Elena Villeco, y la consejera directiva por el estamento de los profesores titulares Constanza Padilla de Zerdán. Por los estudiantes estuvieron Marcelo Bustamante (vocero general), Pablo Salas (Letras), María de la Paz Yabrain (Ciencias de la Educación) y Guadalupe Spinelli (Geografía).
Según precisó la decana a LA GACETA -el acta firmada por las autoridades no aclara en calidad de qué seguirán los estudiantes gestionando el "aula bar"-, se trata de un préstamo. "Es un espacio de la facultad; lo vamos a prestar para que tengan un espacio y puedan estar allí", puntualizó. La oferta incluye una serie de puntos que la gestión llevaría adelante: "inspección técnica para relevar condiciones actuales de las instalaciones de gas, luz y agua; provisión, bajo normas reglamentarias (de estos servicios); provisión de sillas y mesones, de acuerdo al espacio disponible; dotación de tres microondas, de tres pavas eléctricas; realización de gestiones para la obtención de una heladera, y la colocación de un aire acondicionado".
La propuesta del Decanato no resulta incompatible con la idea que viene debatiendo la comisión ad hoc encargada de analizar proyectos de comedores. Este grupo, integrado por funcionarios rectorales, por consejeros superior y por representantes del movimiento estudiantil en lucha y de los centros de estudiantes, considera que el "aula bar" podría albergar un comedor temporal en el centro Prebisch, hasta que se abra el comedor definitivo, lo que podría ocurrir el año que viene. De hecho, a las 9 del martes, un arquitecto y tres ingenieros de la Secretaría de Planeamiento ingresarán al predio para relevar ese espacio.
No se afectan las clases
Casali de Babot aclaró que ninguna clase se verá afectada en caso de que ese espacio continúe siendo utilizado por los estudiantes. "Ya tenemos espacios para el dictado de clases; hace rato que no se dan clases ahí", señaló. Precisó que únicamente se dictaban, en forma esporádica, algunos cursos de posgrado. "Cualquier cosa, en última instancia, llevaríamos los cursos de posgrado a la Casa del Estudiante. Ya nos la ofrecieron; siempre tenemos muchas respuestas para eso", manifestó.
De hecho, la decana recordó que cuando se derrumbó el anfiteatro "C" -madrugada del 28 de febrero de 2011- se pudieron acomodar las clases que se dictaban tanto en ese espacio, como en los anfiteatros "A" y "B", que fueron clausurados entonces, preventivamente. "(Si cuando) se nos había caído un techo y debimos hacer demoler otros dos enormes espacios salimos adelante, saldremos adelante (ahora). Una buena gestión busca soluciones. Ofrecimos esto a los estudiantes porque lo analizamos serenamente. No hacemos las cosas de manera irresponsable; siempre obramos con rectitud y sin demagogia", afirmó.