Que tu homenaje sea subir el volumen y escuchar a Piaf y Verdi
El de hoy es un día para ponerse los auriculares, cerrar los ojos y dejarse llevar por melodías del pasado que siguen tan vigentes como en el primer día. Por un lado, se cumplen 50 años de la muerte de la inigualable Edith Piaf. Por el otro, se celebran los 200 años el nacimiento del gran Giuseppe Verdi
Édith Piaf: la muerte, la noche y un mito
"Nunca antes hubo alguien como Édith Piaf y nunca volverá a haber alguien como ella". Y no se equivocaba al afirmarlo el director, poeta y pintor Jean Cocteau. "Milord", "Non, je ne regrette rien" o "Padam Padam", sus "chansons" más conocidas, sonaron más allá de la frontera francesa y la del tiempo. Patricia Kaas, Katharine Mehrling, Evelyn Ruzicka y muchos otros interpretan sus canciones. También numerosos programas, documentales y libros recuerdan la dura y solitaria muerte de la reina de la "chanson". Ocurrió un día como hoy, pero hace 50 años.
Tenía 47 años y la mochila de una vida dramática. El alcohol, las drogas y los golpes del destino la destruyeron. Pero hasta el final se despertó emociones en todo el mundo. Los biógrafos que se han acercado a la vida de esta mujer coinciden en destacar que se consumía de pasión y se entregaba plenamente al público. Generosa, excesiva y autodestructiva: amaba la vida y el alcohol, consigna la agencia DPA.
Cuando esta mujer menuda, de apenas 1,50 metro y de aspecto frágil se subía a un escenario y con fervor entonaba "Non, je ne regrette rien", el público quedaba complemente extasiado por el su poder vocal y emocional. Sin dudas, ella sentía a fondo lo que cantaba. "Édith Piaf no sólo tenía una voz extraordinaria, sino que sabía contar historias con su música y emocionar a las personas", la definió la cantante y actriz austriaca Ruzicka.
Drogas, alcohol, gota, varias operaciones y su insaciable hambre de amor destruyeron su alma y su cuerpo. Murió en la localidad Placassier, en el sur de Francia. Su último deseo había sido morir en París. Su cuerpo fue llevado en secreto a París durante la noche. Allí, un médico expidió un certificado de defunción falso en el que figura como fecha del deceso el 11 de octubre y el lugar, París.
Verdi le puso música al drama humano
Este año se celebra el aniversario redondo de dos gigantes de la ópera: después de festejos por Richard Wagner, ahora le toca el turno al embajador inmortal de la música italiana, Giuseppe Verdi, nacido el 10 de octubre de hace 200 años en lo que entonces era el ducado de Parma.
Hijo de un sencillo tabernero y pequeño agricultor, compuso algunas de las obras más apreciadas de la época, que cosecharon fama mundial y trascendieron en el tiempo.
Ningún otro compositor de la bella Italia está tan bien considerado como representante de una cultura musical elevada como este hombre que nació en Le Roncole, cerca de Busseto. Ni siquiera Giacomo Puccini. Es que Verdi fue un prolífico músico que creó algunas de las óperas más famosas de la historia.
Al igual que Wagner, que también celebró este año un aniversario redondo, este genio de la música no fue siempre bien comprendido por la sociedad de su tiempo, destacó la agencia DPA. Ahora, ocurre todo lo contrario.
Ya de niño, cuando apenas contaba con siete años, recibió clases de órgano. De adolescente tomó sus primeras clases de composición. Décadas después llegaron "La fuerza del destino", "Macbeth" o "Don Carlo", obras que como pocas han conseguido aunar una musicalidad con sentimientos intensos.
Es que este compositor se desprendió de la tradición del belcanto y colocó el drama humano y la psicología de sus personajes en el centro de su música. Sentía una enorme admiración por los grandes dramaturgos, como William Shakespeare, y eso quedó claro en sus obras.
En 1839 se estrenó su primera ópera, "Oberto". En 1842 obtuvo el primer gran éxito de su carrera con "Nabucco". Murió el 27 de enero de 1901 a la edad de 87 años.