"Tucumán debería dedicarse a incrementar el engorde y a terminar los animales"

Los productores que se dedican a la ganadería bovina están seguros que la actividad tiene en Tucumán un gran futuro. Esta es la conclusión que surge del diálogo on line que LA GACETA Rural mantuvo con Rafael Mortarotti, especialista de "Ganadera Caburé", y responsable de la muestra ganadera que se realizó en la reciente Expo Tucumán 2013 de la Sociedad Rural.

- ¿Cuál es el presente de la actividad ganadera en Tucumán? ¿Cuánto se produce y cuánto se trae de otras provincias? En dinero, ¿cuánto representa?

- En Tucumán existen aproximadamente unas 140.000 cabezas; se ha transformado de una provincia criadora en una invernadora con terminación a feed lot, por distintos motivos: poca superficie, por lo tanto mayor precio de la tierra; baja rentabilidad de la cría; incremento de superficie agrícola y cañera, entre los más importantes.

Entre el 7% y 8% de lo que se consume en Tucumán es producción local. El resto se importa, tanto como ganado en pie como animal ya faenado. Esto representa más $ 1.000 millones por año.

En cuanto al consumo local, la demanda de los tucumanos es de entre 68 y 70 kg carne/habitante/ año, cuando el promedio nacional es de 65 kg/hab/año.

- ¿Cuál es el potencial que tiene la ganadería en Tucumán? ¿Qué necesita para lograr ese objetivo: más inversiones privadas, más inversiones del Estado?

- El potencial es enorme; se puede llegar a cubrir más del 90% del mercado. Por ello, se necesita que haya una mayor rentabilidad, lo que daría lugar a que existe una mayor inversión por parte del sector privado y, por parte del Estado, se traduciría en una menor presión impositiva (Ingresos Brutos, tasas municipales, guías y transferencias, etc), y un mayor control de la faena clandestina y del abigeato.

- ¿Tucumán puede ampliar su producción cárnica o debe privilegiar más convertirse en terminadora de animales o procesadora industrial, o sea creciendo en la actividad como faenadora? 

- La provincia de Tucumán debe incrementar el engorde y la terminación de los animales, transformando los granos que se producen, y que tienen costos altísimos para llegar al puerto, como así también los subproductos del maíz, de la soja, del citrus, de la caña de azúcar, etc (gluten, germen, melaza, pulpa de citrus, malta, harina de soja, pellet de soja y trigo; despunte de caña de azúcar, etc).

- En Tucumán existen muchos pequeños ganaderos "informales". ¿Qué se puede hacer con ellos: agruparlos en cooperativas, ayudarlos a mejorar la genética y alimentación de sus planteles, o brindarles mejores reproductores y ayudarlos a contar con establecimientos más ordenados? ¿Es un problema del sector ganadero? del Estado? O de todos juntos?

- En mi opinión, el problema que significan los pequeños productores ganaderos, y que a su vez son informales, constituye un problema serio. Es que el negocio de la ganadería se ha transformado en un negocio de escala.

Asi que por más que el Estado los ayude, habría que pensar en ayudarlos a reconvertirse hacia otras producciones pecuarias, de tal manera que puedan otorgarles una mayor rentabilidad.

- La faena informal es otro problema. ¿Cómo se puede corregir? El gobierno implementó algunas medidas. ¿Son suficientes, o aún falta algo más?

- Uno de los más grandes déficit que tiene la provincia de Tucumán, en materia ganadera, es la calidad de la faena.

Por eso, desde mi óptica, creo que debe ser corregida por parte del Estado nacional, a través del Senasa y de la AFIP, y también desde el Estado provincial, donde el objetivo debe ser mejorarla sustancialmente.

Actualmente hay hacienda de nuestra provincia que va a faena a provincias limítrofes, y que vuelve como media res, perdiendo fletes, mano de obra, etcétera, en los negocios que se realizan.

En este sentido, es que entiendo que se trata de una decisión difícil de tomar, pero hay que tomarla, tanto por la Nación como por la provincia, por un tema impositivo, por la salubridad y por la claridad de los negocios, entre otros motivos.