02 Octubre 2013
Obama ordenó a 800.000 empleados estatales que se queden en sus casas
La pelea por el presupuesto entre republicanos y demócratas derivó en la temida paralización administrativa. Si la medida se extiende, la recuperación económica se vería afectada. Y más aún, podría llegar el histórico primer default
SIN EXCEPCIONES. Hasta la Estatua de la Libertad fue afectada por la paralización: como no había personal, quedó cerrada a los visitantes. TELAM
WASHINGTON.- Museos, parques nacionales, monumentos y oficinas públicas cerraron en Estados Unidos y 800.000 empleados estatales recibieron orden de quedarse en sus casas, luego de que la disputa entre demócratas y republicanos por el presupuesto forzara el primer cierre del gobierno en 17 años.
Horas después de que la pelea por el presupuesto culminara con la temida paralización administrativa federal, los efectos se hicieron sentir, algunos de modo más visible, como el cierre de la Estatua de la Libertad, y otros más silenciosos y críticos, como la suspensión de programas de asistencia a gente pobre. Se desconoce aún cuánto tiempo podría durar la paralización, aunque los economistas advierten que la recuperación económica de Estados Unidos -luego de su peor recesión en décadas- podría verse severamente afectada.
El presidente de EE UU, Barack Obama, culpó a los republicanos por una "cruzada ideológica" contra su programa de salud e instó a los legisladores a elevar el límite de endeudamiento. "Ellos paralizaron el Gobierno por una cruzada ideológica para negar seguros de salud asequibles a millones de estadounidenses", dijo Obama. Destacó que si el Congreso no eleva el límite de endeudamiento, el país caerá en una paralización económica, que será peor que el actual cese de actividades parcial del Gobierno.
La crisis se desencadenó luego de que la oposición republicana, especialmente el sector ultraconservador del Tea Party, condicionara la financiación del gobierno a una revocación o demora en la aplicación de la reforma de salud impulsada por Obama. La ley fue promulgada en 2010 y es el mayor logro político interno del mandatario desde que llegó al poder, en 2009. Cada uno de los intentos de los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, fue derrotado por la mayoría demócrata en el Senado. Desde anoche, el gobierno quedó en crisis, al iniciarse un nuevo año fiscal sin que el Congreso aprobara el presupuesto. Hoy, casi 48 millones de personas, un 15% de la población, ve reducida su cobertura médica. Las actividades de unos 800.000 empleados públicos quedaron suspendidas hasta nuevo aviso. En la Casa Blanca, el 75% de los empleados regresan a sus hogares sin goce de sueldo hasta que termine la medida; en el Departamento de Defensa, 400.000 empleados civiles del Pentágono correrán la misma suerte, y en el Departamento del Tesoro, el 88% de los asalariados quedará sin trabajo. Si esto no se soluciona, Estados Unidos podría incurrir, a mediados de mes, en el primer default de sus deudas en toda su historia. (Télam-Reuters)
Horas después de que la pelea por el presupuesto culminara con la temida paralización administrativa federal, los efectos se hicieron sentir, algunos de modo más visible, como el cierre de la Estatua de la Libertad, y otros más silenciosos y críticos, como la suspensión de programas de asistencia a gente pobre. Se desconoce aún cuánto tiempo podría durar la paralización, aunque los economistas advierten que la recuperación económica de Estados Unidos -luego de su peor recesión en décadas- podría verse severamente afectada.
El presidente de EE UU, Barack Obama, culpó a los republicanos por una "cruzada ideológica" contra su programa de salud e instó a los legisladores a elevar el límite de endeudamiento. "Ellos paralizaron el Gobierno por una cruzada ideológica para negar seguros de salud asequibles a millones de estadounidenses", dijo Obama. Destacó que si el Congreso no eleva el límite de endeudamiento, el país caerá en una paralización económica, que será peor que el actual cese de actividades parcial del Gobierno.
La crisis se desencadenó luego de que la oposición republicana, especialmente el sector ultraconservador del Tea Party, condicionara la financiación del gobierno a una revocación o demora en la aplicación de la reforma de salud impulsada por Obama. La ley fue promulgada en 2010 y es el mayor logro político interno del mandatario desde que llegó al poder, en 2009. Cada uno de los intentos de los republicanos, que controlan la Cámara de Representantes, fue derrotado por la mayoría demócrata en el Senado. Desde anoche, el gobierno quedó en crisis, al iniciarse un nuevo año fiscal sin que el Congreso aprobara el presupuesto. Hoy, casi 48 millones de personas, un 15% de la población, ve reducida su cobertura médica. Las actividades de unos 800.000 empleados públicos quedaron suspendidas hasta nuevo aviso. En la Casa Blanca, el 75% de los empleados regresan a sus hogares sin goce de sueldo hasta que termine la medida; en el Departamento de Defensa, 400.000 empleados civiles del Pentágono correrán la misma suerte, y en el Departamento del Tesoro, el 88% de los asalariados quedará sin trabajo. Si esto no se soluciona, Estados Unidos podría incurrir, a mediados de mes, en el primer default de sus deudas en toda su historia. (Télam-Reuters)