30 Septiembre 2013
PREOCUPADOS. Obama mantuvo reiteradas reuniones con los representantes de su partido en el Senado de su país. REUTERS
WASHINGTON, Estados Unidos.- El gobierno estadounidense se enfrenta mañana a un cierre parcial y dentro de dos semanas a una posible cesación de pagos debido a la parálisis en el Congreso, en el que los republicanos y demócratas no llegan a un acuerdo para el presupuesto y el aumento del techo de déficit.
El cierre del gobierno sería el primero desde 1996 y comenzará mañana martes, el primer día del nuevo año fiscal, a menos que los legisladores encuentren una solución de último minuto en las sesiones de hoy.
El más reciente capítulo del ya largo conflicto se produjo el viernes, cuando la mayoría republicana de la Cámara de Representantes añadió dos enmiendas al presupuesto que ya había sido aprobado por el Senado, de mayoría demócrata.
La primera de ellas, aprobada por 231 votos a favor y 192 en contra, pide que se retrase un año la implementación de la reforma sanitaria propuesta por el presidente Barack Obama.
La segunda elimina un impuesto del 2,3 % a fabricantes de aparatos médicos para recaudar fondos para financiar el sistema sanitario.
Tanto la Casa Blanca como la mayoría demócrata del Senado habían advertido previamente que vetarán cualquier propuesta de presupuesto republicana que socave la reforma sanitaria.
El gobierno alerta de las consecuencias negativas que tendrá el cierre sobre la economía del país.
Debido a la falta de fondos las autoridades tendrían que dar licencia a al menos 825.000 empleados de una fuerza laboral de más de dos millones y debería cerrar por ejemplo los parques nacionales.
Se mantendrían servicios esenciales relativos a la seguridad nacional, correos, tráfico aéreo y la seguridad ciudadana.
La parálisis implica además que a mediados de octubre Estados Unidos llegará otra vez a su techo legal de endeudamiento, fijado en 16,7 billones de dólares (en torno al 100% del PIB), por lo que es urgente que se llegue a un acuerdo para elevarlo o de lo contrario el Estado entraría en cesación de pagos. (Dpa)
El cierre del gobierno sería el primero desde 1996 y comenzará mañana martes, el primer día del nuevo año fiscal, a menos que los legisladores encuentren una solución de último minuto en las sesiones de hoy.
El más reciente capítulo del ya largo conflicto se produjo el viernes, cuando la mayoría republicana de la Cámara de Representantes añadió dos enmiendas al presupuesto que ya había sido aprobado por el Senado, de mayoría demócrata.
La primera de ellas, aprobada por 231 votos a favor y 192 en contra, pide que se retrase un año la implementación de la reforma sanitaria propuesta por el presidente Barack Obama.
La segunda elimina un impuesto del 2,3 % a fabricantes de aparatos médicos para recaudar fondos para financiar el sistema sanitario.
Tanto la Casa Blanca como la mayoría demócrata del Senado habían advertido previamente que vetarán cualquier propuesta de presupuesto republicana que socave la reforma sanitaria.
El gobierno alerta de las consecuencias negativas que tendrá el cierre sobre la economía del país.
Debido a la falta de fondos las autoridades tendrían que dar licencia a al menos 825.000 empleados de una fuerza laboral de más de dos millones y debería cerrar por ejemplo los parques nacionales.
Se mantendrían servicios esenciales relativos a la seguridad nacional, correos, tráfico aéreo y la seguridad ciudadana.
La parálisis implica además que a mediados de octubre Estados Unidos llegará otra vez a su techo legal de endeudamiento, fijado en 16,7 billones de dólares (en torno al 100% del PIB), por lo que es urgente que se llegue a un acuerdo para elevarlo o de lo contrario el Estado entraría en cesación de pagos. (Dpa)
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