Por Gustavo Frías Silva
20 Septiembre 2013
Insistentemente venimos diciendo que el mundo necesita más y mejores alimentos, ya que la población mundial es cada vez mayor y hoy los consumidores quieren más y mejores alimentos, por los cuales están dispuestos a pagar.
Se calcula que la población mundial superará los 9.000 millones de personas en algo más de 30 años y que se necesitará que la producción de alimentos se incremente un 70% para satisfacer a todos los habitantes.
Para esto no cabe duda que es necesario agudizar el ingenio. Las meta es lograr el incremento, primero, de la capacidad de las tierras de cultivo. Por ende, que la producción por unidad de superficie sea mayor y para ello el hombre de campo dispone de diferentes herramientas tecnológicas que ayudarán a dar este gran paso.
En este sentido, diferentes organizaciones mundiales como la FAO (dependiente de Naciones Unidas) trabajan en procura de llegar a aumentar la producción de alimentos en el mundo y a la vez empresas de diversa índole también aportan para lograr ese objetivo.
La posibilidad de sumar nuevas tierras son cada vez son menores. Con la intención de cuidar el medio ambiente, se pueden explorar zonas que nunca fueron explotadas o lograr que tierras ya inservibles sean recuperadas para integrarlas como una nueva actividad agropecuaria.
Puertas adentro
Lo cierto es que en el mundo actual existe una innumerable cantidad de herramientas para lograr producir más y mejor, pero existe una fundamental que debemos siempre tener en cuenta a la hora de la toma de decisiones: las estadísticas agropecuarias. Sobre todo las referidas a la política agrícola ganadera de cualquier país.
En este contexto, diferentes países del mundo tienen diferentes organismos especializados en la recolección de datos estadísticos. Ellos le permiten tener un diagnóstico real de lo que sucede puertas adentro de su territorio en cuanto a número de explotaciones, superficies sembradas, rendimientos, tecnología usada, animales en producción, superficie dedicadas a pasturas y un sinnúmero de ítems que integran un estudio global de la situación.
En la Argentina existen distintos organismos que se dedican a estos tipos de estudios de suma importancia para el sector productivo, entre los que se encuentran el Ministerio de Agricultura de la Nación, las bolsas de comercio y de cereales de distintas provincias, las direcciones de estadísticas nacionales y provinciales y los organismos de investigación agropecuaria que también se dedican a suministrar diferente información referida a estadísticas agropecuarias.
Como vemos las estadísticas sirven a la hora de tomar decisiones políticas para el corto mediano y el largo plazo, ya que una vez que se tiene un diagnóstico real de la situación y sabemos en qué lugar estamos parados, se deciden acciones para los distintos sectores productivos que sirven para mejorar su situación.
En el mundo se usan diferentes formas de conseguir información estadística y en general se hacen a través de encuestas, censos y relevamientos satelitales. Usadas individualmente o colectivamente se consigue la información necesaria con un alto grado de certeza. La necesidad permanente de manejar información por parte de los países productores de alimentos justifica el uso de fondos públicos para el funcionamiento de organismos dedicados a la recolección de datos, análisis estadísticos y a la publicación de los resultados reales.
Privados+Estado
Estas evaluaciones requieren el trabajo en conjunto entre el Estado, que recopila la información necesaria, y el sector productivo que debe brindarla.
Sin embargo, para que esto pueda suceder, se requiere en primera instancia una situación de extrema confianza entre el Gobierno y el sector privado, cosa que ocurre en países como Estados Unidos, Canadá, los países de la Unión Europea y algunos otros que toman muy en serio el manejo de la información estadística de aquellos organismos.
Para ello, es necesario que toda la información que se recopila sea analizada con cautela, y que la seguridad y la confidencialidad de toda la información recogida y suministrada por el sector productivo, se cumpla.
En nuestro país existen muchos organismos que trabajan bajo un estricto rigor científico sobre los datos, pero aún así debe pasar cierto tiempo para que la confianza se instale en los consumidores de esas estadísticas, para recién tomar decisiones.
Las estadísticas agrícolas ganaderas deben servir como una herramienta para el crecimiento de un país productor de alimentos, y ese debe ser el objetivo que se debe alcanzar. En ese afán, existen las herramientas para lograr que la información obtenida sea usada como corresponde, en beneficio de los sectores involucrados.
Se calcula que la población mundial superará los 9.000 millones de personas en algo más de 30 años y que se necesitará que la producción de alimentos se incremente un 70% para satisfacer a todos los habitantes.
Para esto no cabe duda que es necesario agudizar el ingenio. Las meta es lograr el incremento, primero, de la capacidad de las tierras de cultivo. Por ende, que la producción por unidad de superficie sea mayor y para ello el hombre de campo dispone de diferentes herramientas tecnológicas que ayudarán a dar este gran paso.
En este sentido, diferentes organizaciones mundiales como la FAO (dependiente de Naciones Unidas) trabajan en procura de llegar a aumentar la producción de alimentos en el mundo y a la vez empresas de diversa índole también aportan para lograr ese objetivo.
La posibilidad de sumar nuevas tierras son cada vez son menores. Con la intención de cuidar el medio ambiente, se pueden explorar zonas que nunca fueron explotadas o lograr que tierras ya inservibles sean recuperadas para integrarlas como una nueva actividad agropecuaria.
Puertas adentro
Lo cierto es que en el mundo actual existe una innumerable cantidad de herramientas para lograr producir más y mejor, pero existe una fundamental que debemos siempre tener en cuenta a la hora de la toma de decisiones: las estadísticas agropecuarias. Sobre todo las referidas a la política agrícola ganadera de cualquier país.
En este contexto, diferentes países del mundo tienen diferentes organismos especializados en la recolección de datos estadísticos. Ellos le permiten tener un diagnóstico real de lo que sucede puertas adentro de su territorio en cuanto a número de explotaciones, superficies sembradas, rendimientos, tecnología usada, animales en producción, superficie dedicadas a pasturas y un sinnúmero de ítems que integran un estudio global de la situación.
En la Argentina existen distintos organismos que se dedican a estos tipos de estudios de suma importancia para el sector productivo, entre los que se encuentran el Ministerio de Agricultura de la Nación, las bolsas de comercio y de cereales de distintas provincias, las direcciones de estadísticas nacionales y provinciales y los organismos de investigación agropecuaria que también se dedican a suministrar diferente información referida a estadísticas agropecuarias.
Como vemos las estadísticas sirven a la hora de tomar decisiones políticas para el corto mediano y el largo plazo, ya que una vez que se tiene un diagnóstico real de la situación y sabemos en qué lugar estamos parados, se deciden acciones para los distintos sectores productivos que sirven para mejorar su situación.
En el mundo se usan diferentes formas de conseguir información estadística y en general se hacen a través de encuestas, censos y relevamientos satelitales. Usadas individualmente o colectivamente se consigue la información necesaria con un alto grado de certeza. La necesidad permanente de manejar información por parte de los países productores de alimentos justifica el uso de fondos públicos para el funcionamiento de organismos dedicados a la recolección de datos, análisis estadísticos y a la publicación de los resultados reales.
Privados+Estado
Estas evaluaciones requieren el trabajo en conjunto entre el Estado, que recopila la información necesaria, y el sector productivo que debe brindarla.
Sin embargo, para que esto pueda suceder, se requiere en primera instancia una situación de extrema confianza entre el Gobierno y el sector privado, cosa que ocurre en países como Estados Unidos, Canadá, los países de la Unión Europea y algunos otros que toman muy en serio el manejo de la información estadística de aquellos organismos.
Para ello, es necesario que toda la información que se recopila sea analizada con cautela, y que la seguridad y la confidencialidad de toda la información recogida y suministrada por el sector productivo, se cumpla.
En nuestro país existen muchos organismos que trabajan bajo un estricto rigor científico sobre los datos, pero aún así debe pasar cierto tiempo para que la confianza se instale en los consumidores de esas estadísticas, para recién tomar decisiones.
Las estadísticas agrícolas ganaderas deben servir como una herramienta para el crecimiento de un país productor de alimentos, y ese debe ser el objetivo que se debe alcanzar. En ese afán, existen las herramientas para lograr que la información obtenida sea usada como corresponde, en beneficio de los sectores involucrados.