16 Septiembre 2013
TITULARIDAD Y GOL. Emanuel Gigliotti -en la escena con Pellettieri- marcó su primer tanto oficial con la camiseta de Boca. DYN
BUENOS AIRES.- Boca se levantó ante un Racing en penumbras. De galera y bastón, Fernando Gago alumbró el fútbol "xeneize" y condujo a su equipo a una victoria incontrastable, 2 a 0, mezquino en las cifras finales si se contabilizan las innumerables situaciones que provocó el local frente al arco de Saja. Goleados por Olimpo siete días antes, los de la Ribera (quedaron a dos de Newell's) se parecieron al equipo que dos fechas atrás (también con Gago en la formación) había sido superior a Vélez y le ganó 2 a 1.
Como si la lluvia le hubiese refrescado la idea de juego, el equipo de Bianchi se movió al compás de "Pintita" y tuvo pasajes de dominio apabullante, con mucha dinámica y agresividad cada vez que pasaba la línea central del terreno. El mejor socio de la figura del partido, Sánchez Miño (otro fue Juan Manuel Martínez, aunque sigue enemistado con el gol) , abrió el tanteador tras una maniobra que él mismo gestó. En una de las pocas llegadas, Racing casi lo empata con un frentazo de Migliónico.
Boca, por momentos, mostró un costado piadoso, despilfarrando una oportunidad tras otra. Hasta que en el segundo tiempo, Emanuel Gigliotti pudo gritar su primer tanto en un encuentro oficial con la azul y oro, después de una exquisitez de Méndez y la asistencia de cabeza de Ribair Rodríguez.
Porque el equipo entregó su mejor versión, y por los tres puntos embolsados, hubo un ambiente festivo en La Bombonera. La irregularidad es, ahora, su peor enemiga. Ganó por abundantes merecimientos, pero no siempre tendrá un rival como el de ayer, hundido en el fondo y jugando cada vez peor. (Télam)
Como si la lluvia le hubiese refrescado la idea de juego, el equipo de Bianchi se movió al compás de "Pintita" y tuvo pasajes de dominio apabullante, con mucha dinámica y agresividad cada vez que pasaba la línea central del terreno. El mejor socio de la figura del partido, Sánchez Miño (otro fue Juan Manuel Martínez, aunque sigue enemistado con el gol) , abrió el tanteador tras una maniobra que él mismo gestó. En una de las pocas llegadas, Racing casi lo empata con un frentazo de Migliónico.
Boca, por momentos, mostró un costado piadoso, despilfarrando una oportunidad tras otra. Hasta que en el segundo tiempo, Emanuel Gigliotti pudo gritar su primer tanto en un encuentro oficial con la azul y oro, después de una exquisitez de Méndez y la asistencia de cabeza de Ribair Rodríguez.
Porque el equipo entregó su mejor versión, y por los tres puntos embolsados, hubo un ambiente festivo en La Bombonera. La irregularidad es, ahora, su peor enemiga. Ganó por abundantes merecimientos, pero no siempre tendrá un rival como el de ayer, hundido en el fondo y jugando cada vez peor. (Télam)
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