Música para sus oídos

PARANÁ (De nuestro enviado especial, Leo Noli).- Divididos por escasos metros de distancia, los vestuarios del visitante y del local expresan sus emociones de a borbotones. Uno, el que menos interés le generará al hincha "decano", es un velorio. En Patronato no hay ni una sonrisa, sí bronca por haber hecho un partido malo. En cambio, del otro costado, el grupo Alcalá suena al taco. "Somos amigos, por eso lo escuchamos tanto", confiesa Bruno Bianchi con una sonrisa de oreja a oreja, y le entrega la posta al encargado de musicalizar el ambiente: Martín Morel.

Su laburo no empieza ni termina en la cancha. Martín "Pescador" podría autotitularse todo terreno, porque el autor del golazo en Paraná también es el DJ de turno, el que prende y apaga la consola en Atlético. Igual, antes que charlar sobre sus gustos musicales, el enganche prefiere hablar de fútbol. "Estoy feliz por el gol, por el triunfo. Era un partido importante", como que subraya el cierre de su primera frase el volante. "Necesitábamos los tres puntos para no perder al lote de arriba", explica rodeado de micrófonos que, por el lugar donde está el hombre, parecen anzuelos.

La palabra más buscada

Morel es la figura que todos quieren escuchar y a la que todos le quieren sacar un concepto. "El primer tiempo tuvimos mucho control de pelota, pero no creamos situaciones de gol. En el segundo, tuvimos varias, la de Guillermo Acosta dentro del área; bueno, el mi zapatazo que terminó adentro y la de Sebastián Longo que tapó bien el arquero", desmenuza el encuentro el creativo y goleador del "decano".

"El gol te hace ganar confianza. Hay que empezar a pensar en el partido del miércoles contra Brown de Adrogué que seguramente va a ser difícil también", busca la tierra firme Martín para no volar.

Eso sí, le cuesta entrar en esa sintonía después de la broma de Diego Barrado: "No llegaron a trabarlo, por eso pateó así", soltó el "Pensador". "Sí, ja, no me molestaron y por eso me salió al arco", devuelve la gentileza el rosarino y se despide. En el ómnibus sus compañeros lo esperan. Sin Morel, en Atlético no hay música.