13 Septiembre 2013
COMPAÑERAS. Azucena Ruiz y Victoria Gómez cursan el 8° año.
De la mano de las políticas sociales, miles de adultos volvieron a las aulas. En muchos casos, lo hicieron obligados por la contraprestación que se les exige para participar en ciertos programas de capacitación e inclusión laboral. El domingo pasado se cumplió el Día Internacional de la Alfabetización, declarado por la Unesco. Pero para darle más realce a la fecha, el Ministerio de Educación de la Provincia lo celebrará hoy con una exposición de trabajos de los alumnos en la plaza Urquiza.
En los centros alfabetización, de capacitación y de formación profesional, los alumnos tienen de 18 años en adelante. No hay límites de edad; de hecho, se estima que unos 400 estudiantes tienen más de 50 años. En general, el sistema de adultos cuenta con una matrícula de 22.000 alumnos.
"Las personas de estos sectores, en su gran mayoría, provienen de viejas políticas que generaron el cierre de los ingenios a fines de la década del 60 o de 3.500 pymes en la década del 90. En este último período, la gente salía desesperada a buscar trabajo y la educación quedaba al margen", explica el director de Adultos, Jóvenes y Educación No Formal, Antonio Rolando Massa.
Capacitación
Las instituciones educativas para adultos capacitan en industria textil, marroquinería, artesanías, reciclado y otros oficios. Hacen especial hincapié en la articulación entre educación y trabajo, a través de programas oficiales. Por ejemplo, en San Pablo, unos 40 cosecheros se capacitan en industria textil, y muchos de ellos también están insertos en programas de terminalidad de la escuela primaria y secundaria. Con una inversión estatal de $600.000 los alumnos concluirán su formación con un emprendimiento empresarial.
En los centros alfabetización, de capacitación y de formación profesional, los alumnos tienen de 18 años en adelante. No hay límites de edad; de hecho, se estima que unos 400 estudiantes tienen más de 50 años. En general, el sistema de adultos cuenta con una matrícula de 22.000 alumnos.
"Las personas de estos sectores, en su gran mayoría, provienen de viejas políticas que generaron el cierre de los ingenios a fines de la década del 60 o de 3.500 pymes en la década del 90. En este último período, la gente salía desesperada a buscar trabajo y la educación quedaba al margen", explica el director de Adultos, Jóvenes y Educación No Formal, Antonio Rolando Massa.
Capacitación
Las instituciones educativas para adultos capacitan en industria textil, marroquinería, artesanías, reciclado y otros oficios. Hacen especial hincapié en la articulación entre educación y trabajo, a través de programas oficiales. Por ejemplo, en San Pablo, unos 40 cosecheros se capacitan en industria textil, y muchos de ellos también están insertos en programas de terminalidad de la escuela primaria y secundaria. Con una inversión estatal de $600.000 los alumnos concluirán su formación con un emprendimiento empresarial.
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