13 Septiembre 2013
El Grupo Caña de Azúcar y las Agencias de Extensión Rural del INTA Famaillá, en el marco de los Proyectos Regionales Tucumán Norte y Tucumán Sur, continúan trabajando para disminuir la Incidencia del Raquitismo de las Socas (RSD), que afecta a todas las variedades comerciales de caña de azúcar empleadas actualmente en la región. Se trata de una enfermedad que produce disminuciones del 17% al 34%, en el rendimiento cultural, dependiendo de la variedad, las condiciones del cultivo y el año agrícola, en particular.
Para controlar el RSD, desde 2001, la institución recomienda el uso de semilleros saneados por hidrotermoterapia, para disponer de material de alta calidad y libre de raquitismo al momento de la plantación; además de prácticas efectivas de manejo de ese lote semillero y todo el cañaveral, para prevenir la dispersión, planta a planta, durante el ciclo del cultivo.
A modo de seguimiento, anualmente el INTA determina la incidencia de la enfermedad mediante pruebas de laboratorio con muestras tomadas en lotes comerciales de Tucumán. El muestreo se realiza sobre las variedades más difundidas (LCP 85-384, TucCP 77-42, RA 87-3 y CP 65-357) en las principales zonas productoras de la provincia, tomando como referencia localidades representativas para la caña de azúcar en Alberdi, Burruyacu, Chicligasta, Cruz Alta, Famaillá, Graneros, La Cocha, Leales, Lules, Monteros, Río Chico y Simoca.
Con este análisis, durante la campaña 2012-2013 se registró un valor promedio de 26,2% de incidencia de raquitismo, manteniendo la tendencia descendente que muestran los relevamientos de los últimos tres años.
"Considerando que las medidas de manejo comenzaron a implementarse hace más de 10 años, los datos muestran que la incidencia promedio se mantuvo relativamente elevada hasta 2010. Recién en 2011, casi una década después, ésta tuvo su pico más bajo y logró mantenerse hasta la actualidad debido, principalmente, por la concientización de todos los actores del medio productivo", explicaron los investigadores del INTA.
Agregaron que recurrir al diagnóstico pre plantación, como una herramienta de criterio al momento de seleccionar la semilla para nuevas plantaciones, es -sin dudas- el punto de partida para el establecimiento de un cañaveral altamente productivo.
"Pero, si esto no se acompaña con medidas de manejo adecuadas y aplicadas en forma eficiente y continua, no podrán lograrse valores inferiores al 20% de incidencia, que es hacia donde se debe transitar -en un mediano plazo- para mejorar la productividad y la competitividad del área cañera de Tucumán", indicaron los especialistas.
Por mayor información, los interesados pueden comunicarse con el INTA Famaillá a los siguientes correos electrónicos: (Paola Fontana) [email protected]; (Sergio Pérez Gómez) [email protected]; (Roberto Sopena) [email protected], y (Alejandro Rago) [email protected].
Para controlar el RSD, desde 2001, la institución recomienda el uso de semilleros saneados por hidrotermoterapia, para disponer de material de alta calidad y libre de raquitismo al momento de la plantación; además de prácticas efectivas de manejo de ese lote semillero y todo el cañaveral, para prevenir la dispersión, planta a planta, durante el ciclo del cultivo.
A modo de seguimiento, anualmente el INTA determina la incidencia de la enfermedad mediante pruebas de laboratorio con muestras tomadas en lotes comerciales de Tucumán. El muestreo se realiza sobre las variedades más difundidas (LCP 85-384, TucCP 77-42, RA 87-3 y CP 65-357) en las principales zonas productoras de la provincia, tomando como referencia localidades representativas para la caña de azúcar en Alberdi, Burruyacu, Chicligasta, Cruz Alta, Famaillá, Graneros, La Cocha, Leales, Lules, Monteros, Río Chico y Simoca.
Con este análisis, durante la campaña 2012-2013 se registró un valor promedio de 26,2% de incidencia de raquitismo, manteniendo la tendencia descendente que muestran los relevamientos de los últimos tres años.
"Considerando que las medidas de manejo comenzaron a implementarse hace más de 10 años, los datos muestran que la incidencia promedio se mantuvo relativamente elevada hasta 2010. Recién en 2011, casi una década después, ésta tuvo su pico más bajo y logró mantenerse hasta la actualidad debido, principalmente, por la concientización de todos los actores del medio productivo", explicaron los investigadores del INTA.
Agregaron que recurrir al diagnóstico pre plantación, como una herramienta de criterio al momento de seleccionar la semilla para nuevas plantaciones, es -sin dudas- el punto de partida para el establecimiento de un cañaveral altamente productivo.
"Pero, si esto no se acompaña con medidas de manejo adecuadas y aplicadas en forma eficiente y continua, no podrán lograrse valores inferiores al 20% de incidencia, que es hacia donde se debe transitar -en un mediano plazo- para mejorar la productividad y la competitividad del área cañera de Tucumán", indicaron los especialistas.
Por mayor información, los interesados pueden comunicarse con el INTA Famaillá a los siguientes correos electrónicos: (Paola Fontana) [email protected]; (Sergio Pérez Gómez) [email protected]; (Roberto Sopena) [email protected], y (Alejandro Rago) [email protected].
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