12 Septiembre 2013
WASHINGTON.- La Corte Suprema de Estados Unidos revisará el 30 de este mes la apelación realizada por la Argentina en la larga batalla judicial que libra con tenedores de la deuda que dejó de pagar hace más de una década, según un documento del tribunal difundido ayer. El Gobierno apeló en junio ante el máximo tribunal estadounidense un fallo desfavorable de un juzgado en Nueva York que lo obligó a pagar unos U$S 1.330 millones a acreedores que se ha negado a participar de dos reestructuraciones de deuda.
Cerca del 93% de los tenedores de los cerca de U$S 100.000 millones en bonos, que el país dejó de honrar en 2002 por una crisis financiera, aceptaron canjear sus títulos en 2005 y en 2010 con fuertes quitas. El resto, liderados por los fondos NML y Aurelius -a los que Argentina llama "buitres"-, han venido litigando para cobrar la totalidad de sus tenencias.
Si en su reunión del 30 de este mes la Corte Suprema rechaza la apelación, Argentina podría verse forzada a cumplir con la orden de pago a los bonistas rebeldes, dado que caería una medida cautelar que frenó el proceso hasta que se expida el alto tribunal.
Esto dejaría al país al borde de una nueva cesación de pagos, debido a que la presidenta Cristina Fernández ha dicho que no cumplirá con una sentencia que la obligue a tratar a los fondos en litigio mejor que a aquellos que aceptaron reestructurar sus tenencias.
Las probabilidades de que la Corte Suprema acepte tomar el caso son bajas. Apenas analiza entre 75 y 90 casos de cada 10.000 peticiones de revisión. Si los jueces aceptan escuchar el caso, la corte podría anunciarlo el 1 de octubre. Si lo rechazan, su decisión se haría pública el 7 de octubre, que es el primer día del nuevo año judicial.
La Corte también tiene la opción de requerir la opinión de la administración del presidente Barack Obama sobre si el caso amerita su atención, lo que demoraría todo el proceso. Abogados coincidieron en que parte de la suerte de Argentina depende de que el Gobierno de EEUU, que se ha mostrado renuente en los últimos meses a respaldar la postura del país sudamericano en su larga batalla legal por su deuda, presente un escrito pidiendo al tribunal tomar el caso.
Si la Corte acepta tomar la primera apelación argentina podría no dictar una sentencia hasta junio próximo. Si fracasan las apelaciones y Argentina mantiene su negativa a pagar lo que sus demandantes exigen, la justicia estadounidense podría ordenar que su agente de pagos en Nueva York, el Banco of New York Mellon, y otros intermediarios embarguen parte de los fondos que el país les transfiere para pagar los bonos reestructurados. Esto equivaldría a un default técnico, ya que los acreedores de Argentina recibirían menos dinero del que les corresponde por cada vencimiento de sus títulos.(Reuters)
Cerca del 93% de los tenedores de los cerca de U$S 100.000 millones en bonos, que el país dejó de honrar en 2002 por una crisis financiera, aceptaron canjear sus títulos en 2005 y en 2010 con fuertes quitas. El resto, liderados por los fondos NML y Aurelius -a los que Argentina llama "buitres"-, han venido litigando para cobrar la totalidad de sus tenencias.
Si en su reunión del 30 de este mes la Corte Suprema rechaza la apelación, Argentina podría verse forzada a cumplir con la orden de pago a los bonistas rebeldes, dado que caería una medida cautelar que frenó el proceso hasta que se expida el alto tribunal.
Esto dejaría al país al borde de una nueva cesación de pagos, debido a que la presidenta Cristina Fernández ha dicho que no cumplirá con una sentencia que la obligue a tratar a los fondos en litigio mejor que a aquellos que aceptaron reestructurar sus tenencias.
Las probabilidades de que la Corte Suprema acepte tomar el caso son bajas. Apenas analiza entre 75 y 90 casos de cada 10.000 peticiones de revisión. Si los jueces aceptan escuchar el caso, la corte podría anunciarlo el 1 de octubre. Si lo rechazan, su decisión se haría pública el 7 de octubre, que es el primer día del nuevo año judicial.
La Corte también tiene la opción de requerir la opinión de la administración del presidente Barack Obama sobre si el caso amerita su atención, lo que demoraría todo el proceso. Abogados coincidieron en que parte de la suerte de Argentina depende de que el Gobierno de EEUU, que se ha mostrado renuente en los últimos meses a respaldar la postura del país sudamericano en su larga batalla legal por su deuda, presente un escrito pidiendo al tribunal tomar el caso.
Si la Corte acepta tomar la primera apelación argentina podría no dictar una sentencia hasta junio próximo. Si fracasan las apelaciones y Argentina mantiene su negativa a pagar lo que sus demandantes exigen, la justicia estadounidense podría ordenar que su agente de pagos en Nueva York, el Banco of New York Mellon, y otros intermediarios embarguen parte de los fondos que el país les transfiere para pagar los bonos reestructurados. Esto equivaldría a un default técnico, ya que los acreedores de Argentina recibirían menos dinero del que les corresponde por cada vencimiento de sus títulos.(Reuters)
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