Tras la marcha, un preso escapó de la comisaría de Yerba Buena

Parecía una burla. Antes y después de la marcha que organizaron familiares y vecinos de Gonzalo Valor, ocurrieron dos hechos inesperados. Ambos indignaron a los allegados del joven de 19 años que fue apuñalado el fin de semana pasado en la zona de la Plaza Vieja de Yerba Buena.

En horas de la mañana del viernes, sonó el teléfono celular del padre de Gonzalo. Miguel Ángel Valor miró la pantalla y leyó "número privado". Aún así atendió. "Dejen de joder con marchas porque va a haber consecuencias", le advirtió una voz desconocida. Lejos de amedrentarse, los padres y hermanos de Gonzalo decidieron seguir adelante con la movilización. A las 19.30 se concentraron en la "Plaza Vieja" y avanzaron hacia la Municipalidad y a la comisaría local.

En la intendencia no los recibió nadie, mientras que en la comisaría se entrevistaron con el jefe y el subjefe de la Regional Norte, Mario Rojas y Luis Mansilla, además del jefe de Zona de Yerba Buena, Mario Núñez. Los uniformados se comprometieron a reorganizar las actividades del personal para que pudieran abarcar más áreas.

Los vecinos hicieron hincapié en la constante inseguridad que padecen en las zonas de avenida Solano Vera al 1.000 y en los barrios Portal de San Javier, Portal del Cerro, Juramento y Apunt.

Si bien los manifestantes no se retiraron del todo conformes, al menos habían escuchado una promesa. Pero las ilusiones se desvanecieron cuando, pocos minutos después, se enteraron de que un preso de esa misma comisaría donde ellos habían estado acababa de fugarse.

"No queremos política"
Hay muchas cosas que no cierran para la familia Valor. La mamá, el papá y el hermano mayor de Gonzalo trabajan para la Municipalidad de Yerba Buena. Primero les llamó la atención que ninguno de sus compañeros de trabajo los haya acompañado en la movilización del viernes. Después supieron que los padres de los presuntos agresores también serían empleados del municipio, según contó a LA GACETA Matías Valor.

El hermano de Gonzalo no quiso arriesgarse a relacionar las amenazas con ese vínculo laboral. "Nosotros no vamos por el lado político ni queremos una discusión política, solamente queremos seguridad. No es razonable que la gente no pueda salir caminando de su casa porque tiene miedo de que le pase algo", aclaró Matías. Respecto a la advertencia telefónica, aseguró que no tienen miedo. "La persona que más está sufriendo con todo esto es Gonzalo, él es el único que tiene miedo de que alguien tome represalias contra alguno de nosotros", explicó Matías.

"Nosotros queremos más seguridad y justicia por lo de mi hermano", insistió Matías. Luego anunció que el próximo martes volverían a movilizarse. Esta vez la concentración se realizaría en las puertas de la Municipalidad para marchar nuevamente hacia la comisaría.