06 Septiembre 2013
PREOCUPACIÓN. Chabán, Jadur y Mohammad repudian un ataque militar. LA GACETA / FOTO DE FRANCO VERA
Hassan Chabán llegó a los nueve años a Tucumán desde Tartus, un puerto sirio sobre el mar Mediterráneo. Pese a que ya lleva casi 50 años en la tierra que lo cobijó y de la cual se hizo ciudadano, mantiene fuertes lazos con los familiares de su provincia natal.
"Ellos están bien, no ven un futuro negro y su vida sigue igual. Como el país está militarizado, tienen poco acceso a la información, pero están acostumbrados a vivir en un país en guerra, no porque lo hayan querido, sino porque se la impusieron ya que Siria es un punto estratégico en Oriente Medio", señaló.
En una entrevista con LA GACETA, Chabán responsabilizó directamente a las potencias centrales de la crisis armada. "Occidente quiere destruir un país y una cultura. Cree que ocupando el espacio y poniendo un Gobierno afín, tendrán dominio sobre la región y podrán hacer lo que quieran. Es lamentable que ataquen a un país que es un crisol de razas y donde la convivencia con católicos y con judíos es muy importante y pacífica", aseguró.
A su criterio, la rebelión inicial contra el Gobierno de Bashar Al Assad fue protagonizada por sirios, pero el levantamiento armado lo llevan adelante "mercenarios del mundo islámico no sirio, llegados de Afganistán, del norte de África y hasta de Chechenia, que actúan como una guerrilla y roban, secuestran y asesinan". "Ese comportamiento no viene del islam", sentenció. Agregó que, aunque se confirme el uso de armas químicas en la confrontación, "no se podrá saber quién las lanzó", y fustigó el apoyo de Arabia Saudita y de Qatar a los intentos bélicos de Estados Unidos.
Temores y esperanzas Elías Jadur sufre a la distancia. Su hermano, Daniel Alejandro Jadur, vive y trabaja en el interior de Tartus, donde aún no impactó de lleno la violencia. "Comparten todo con sus vecinos, todos los días. La situación económica está bien y asentada; Siria salió de una pobreza tremenda al bienestar", resaltó.
Su esperanza es que el conflicto no se desborde. "Siria está sola de soledad absoluta, no tendrá la ayuda de nadie, ni siquiera la de Irán. No vislumbro que, en caso de una intervención armada, haya algún problema con Israel; por lo menos, no por parte de los sirios", dijo a LA GACETA.
Ante el agravamiento de la crisis, el presidente de la Asociación Cultural y Culto Pan Islámica de Tucumán, Héctor Benjamín Mohammad, pidió a todos los tucumanos que sigan orando por la paz. "Es una lucha muy injusta. Nos amparamos en Dios en la oración diaria y vamos a participar de la jornada de ayuno y reflexión convocada por el arzobispo, monseñor Alfredo Zecca, y a la ceremonia que oficiará mañana frente a la iglesia San Francisco, desde las 21", sostuvo.
"Ellos están bien, no ven un futuro negro y su vida sigue igual. Como el país está militarizado, tienen poco acceso a la información, pero están acostumbrados a vivir en un país en guerra, no porque lo hayan querido, sino porque se la impusieron ya que Siria es un punto estratégico en Oriente Medio", señaló.
En una entrevista con LA GACETA, Chabán responsabilizó directamente a las potencias centrales de la crisis armada. "Occidente quiere destruir un país y una cultura. Cree que ocupando el espacio y poniendo un Gobierno afín, tendrán dominio sobre la región y podrán hacer lo que quieran. Es lamentable que ataquen a un país que es un crisol de razas y donde la convivencia con católicos y con judíos es muy importante y pacífica", aseguró.
A su criterio, la rebelión inicial contra el Gobierno de Bashar Al Assad fue protagonizada por sirios, pero el levantamiento armado lo llevan adelante "mercenarios del mundo islámico no sirio, llegados de Afganistán, del norte de África y hasta de Chechenia, que actúan como una guerrilla y roban, secuestran y asesinan". "Ese comportamiento no viene del islam", sentenció. Agregó que, aunque se confirme el uso de armas químicas en la confrontación, "no se podrá saber quién las lanzó", y fustigó el apoyo de Arabia Saudita y de Qatar a los intentos bélicos de Estados Unidos.
Temores y esperanzas Elías Jadur sufre a la distancia. Su hermano, Daniel Alejandro Jadur, vive y trabaja en el interior de Tartus, donde aún no impactó de lleno la violencia. "Comparten todo con sus vecinos, todos los días. La situación económica está bien y asentada; Siria salió de una pobreza tremenda al bienestar", resaltó.
Su esperanza es que el conflicto no se desborde. "Siria está sola de soledad absoluta, no tendrá la ayuda de nadie, ni siquiera la de Irán. No vislumbro que, en caso de una intervención armada, haya algún problema con Israel; por lo menos, no por parte de los sirios", dijo a LA GACETA.
Ante el agravamiento de la crisis, el presidente de la Asociación Cultural y Culto Pan Islámica de Tucumán, Héctor Benjamín Mohammad, pidió a todos los tucumanos que sigan orando por la paz. "Es una lucha muy injusta. Nos amparamos en Dios en la oración diaria y vamos a participar de la jornada de ayuno y reflexión convocada por el arzobispo, monseñor Alfredo Zecca, y a la ceremonia que oficiará mañana frente a la iglesia San Francisco, desde las 21", sostuvo.
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