06 Septiembre 2013
IMPACTANTE. Vestido de lino con pechera producida con reciclados de la misma tela.
Es una de las pasarelas nacionales más codiciadas. Por eso, la diseñadora tucumana Josefina Luna no dudó en aceptar la invitación para participar del desfile Buenos Aires Alta Moda (BAAM), donde se presentó la colección primavera-verano 2014. Y sus diseños artesanales, con aires de tierra norteña, se colaron sin problema con otros modelos de alta costura.
Luna llegó al BAAM invitada por el Ministerio de Desarrollo de la Nación para formar parte del grupo Emprendedores de Nuestra Tierra. Dos de sus prendas fueron seleccionadas y exhibidas en el desfile, que se desarrolló la semana pasada en Buenos Aires con la presencia de más de 600 personas.
"Es la primera vez que voy, y la verdad que me sorprendió mucho el desfile por el buen nivel y la organización", expresó, emocionada, Luna. Desde hace 22 años, esta licenciada en artes plásticas comenzó a desarrollar productos con una identidad arraigada en el NOA y sus simbologías. La osadía y la perseverancia que la caracterizan dieron sus frutos: desde hace cinco años sus prendas se imponen cada vez más entre la gente, e incluso el año pasado llegó a las pasarelas del Fashion Week de París.
La oportunidad
¿Cómo hizo para colar prendas artesanales una muestra de alta costura? En realidad, según explica Luna, se aprovechó este espacio para que emprendedores de todo el país expusieran sus diseños, realizados bajo una lógica sustentable, prendas únicas y elaboradas con materias primas nobles, naturales, reutilizando materiales de descarte y reciclados.
"Nuestras propuestas fueron muy bien recibidas por el público", destaca la diseñadora. Los dos vestidos que presentó son de algodón rústico teñido artesanalmente: uno, el rosa combinado con naranja, es de lino con pechera producida en su totalidad de reciclados de las misma tela. En su parte inferior, también tiene pequeños retazos de tela rústica. El otro, color amarillo, es un vestido de trama abierta con nervaduras. Se lo presentó acompañado de una chaqueta de algodón rústico forrada y teñido artesanalmente.
"Mis propuestas son respetuosas de la naturaleza", resalta Luna. En sus colecciones, lo artesanal tiene que ver también con el proceso con el que prepara las telas: las ablanda con agua, las seca al sol y luego las tiñe. "Son diseños cómodos, frescos y, sobre todo, sencillos. La idea de mis prendas es que sean muy ponibles, que quienes las usen se sientan bien. Busco que se diferencien de las tendencias y que estén muy relacionadas a lo regional", detalló.
También anticipó algo de su nueva colección: se llama "Carnaval Andino" porque tiene el objetivo de reflejar los colores, la alegría y la vida. "Son diseños frescos y coloridos, que cuentan con mucho material reciclado", precisó.
Luna llegó al BAAM invitada por el Ministerio de Desarrollo de la Nación para formar parte del grupo Emprendedores de Nuestra Tierra. Dos de sus prendas fueron seleccionadas y exhibidas en el desfile, que se desarrolló la semana pasada en Buenos Aires con la presencia de más de 600 personas.
"Es la primera vez que voy, y la verdad que me sorprendió mucho el desfile por el buen nivel y la organización", expresó, emocionada, Luna. Desde hace 22 años, esta licenciada en artes plásticas comenzó a desarrollar productos con una identidad arraigada en el NOA y sus simbologías. La osadía y la perseverancia que la caracterizan dieron sus frutos: desde hace cinco años sus prendas se imponen cada vez más entre la gente, e incluso el año pasado llegó a las pasarelas del Fashion Week de París.
La oportunidad
¿Cómo hizo para colar prendas artesanales una muestra de alta costura? En realidad, según explica Luna, se aprovechó este espacio para que emprendedores de todo el país expusieran sus diseños, realizados bajo una lógica sustentable, prendas únicas y elaboradas con materias primas nobles, naturales, reutilizando materiales de descarte y reciclados.
"Nuestras propuestas fueron muy bien recibidas por el público", destaca la diseñadora. Los dos vestidos que presentó son de algodón rústico teñido artesanalmente: uno, el rosa combinado con naranja, es de lino con pechera producida en su totalidad de reciclados de las misma tela. En su parte inferior, también tiene pequeños retazos de tela rústica. El otro, color amarillo, es un vestido de trama abierta con nervaduras. Se lo presentó acompañado de una chaqueta de algodón rústico forrada y teñido artesanalmente.
"Mis propuestas son respetuosas de la naturaleza", resalta Luna. En sus colecciones, lo artesanal tiene que ver también con el proceso con el que prepara las telas: las ablanda con agua, las seca al sol y luego las tiñe. "Son diseños cómodos, frescos y, sobre todo, sencillos. La idea de mis prendas es que sean muy ponibles, que quienes las usen se sientan bien. Busco que se diferencien de las tendencias y que estén muy relacionadas a lo regional", detalló.
También anticipó algo de su nueva colección: se llama "Carnaval Andino" porque tiene el objetivo de reflejar los colores, la alegría y la vida. "Son diseños frescos y coloridos, que cuentan con mucho material reciclado", precisó.
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