04 Septiembre 2013
RÍO DE JANEIRO.- La presidenta del Brasil, Dilma Rousseff, podría aprovechar la reunión del G20 para discutir con su par de Estados Unidos, Barack Obama, la denuncia de que fue espiada directamente por los servicios de inteligencia norteamericanos el año pasado.
"No está prevista una reunión con Obama. No ha sido pedida, pero pudiera ocurrir, como siempre pasa en las cumbres", señaló un vocero brasileño del Palacio de Planalto, sobre un posible encuentro entre los mandatarios en la ciudad rusa de San Petersburgo, donde estarán mañana y el viernes.
En los documentos confidenciales filtrados por el ex empleado de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA, en inglés) Edward Snowden, divulgados el domingo por el canal de televisión Globo, figuran las intervenciones a los correos electrónicos y a los teléfonos de Rousseff, para espiar sus comunicaciones con muchos de sus asesores y ministros.
La "indignación" de la mandataria parece haber dejado pendiente de un delgado hilo la visita que tendría previsto hacer a fines de octubre a Washington, cuya postergación figuraría entre una de las alternativas de respuesta política, según la agencia oficial brasileña de noticias ABR.
También fue víctima de espionaje el presidente de México, Enrique Peña Nieto (en ese momento, era aún candidato a la Jefatura de Estado), otro de los líderes que asistirán a la Cumbre del G20 y que también podría pedirle a Obama una reunión para tratar este delicado y espinoso tema, que deteriora las relaciones de EEUU con dos de sus principales socios comerciales de América Latina. (Télam-DPA)
"No está prevista una reunión con Obama. No ha sido pedida, pero pudiera ocurrir, como siempre pasa en las cumbres", señaló un vocero brasileño del Palacio de Planalto, sobre un posible encuentro entre los mandatarios en la ciudad rusa de San Petersburgo, donde estarán mañana y el viernes.
En los documentos confidenciales filtrados por el ex empleado de la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU (NSA, en inglés) Edward Snowden, divulgados el domingo por el canal de televisión Globo, figuran las intervenciones a los correos electrónicos y a los teléfonos de Rousseff, para espiar sus comunicaciones con muchos de sus asesores y ministros.
La "indignación" de la mandataria parece haber dejado pendiente de un delgado hilo la visita que tendría previsto hacer a fines de octubre a Washington, cuya postergación figuraría entre una de las alternativas de respuesta política, según la agencia oficial brasileña de noticias ABR.
También fue víctima de espionaje el presidente de México, Enrique Peña Nieto (en ese momento, era aún candidato a la Jefatura de Estado), otro de los líderes que asistirán a la Cumbre del G20 y que también podría pedirle a Obama una reunión para tratar este delicado y espinoso tema, que deteriora las relaciones de EEUU con dos de sus principales socios comerciales de América Latina. (Télam-DPA)
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