Por el caso Báez, Carrió sospecha de Timerman

Por el caso Báez, Carrió sospecha de Timerman

Allanaron la oficina del empleador de Fariña

03 Septiembre 2013
BUENOS AIRES.- La diputada de la Coalición Cívica Elisa Carrió pidió ayer la interpelación al canciller Héctor Timerman por la demora en enviar y recibir documentación judicial en la causa impulsada para investigar al empresario Lázaro Báez, por supuesto lavado de dinero del kirchnerismo.

Carrió, quien es candidata para renovar su banca en la alianza UNEN, pretende que Timerman brinde informes acerca de exhortos de la Justicia en lo Criminal y Correccional Federal demorados en su envío a Uruguay, en el marco de la investigación de presuntas maniobras con fondos públicos. Pidió también investigar la supuesta retención de documentación proveniente de la Justicia de Uruguay.

Carrió considera "no menor" que la Cancillería se encuentre bajo sospecha de "demorar, entorpecer o de cualquier modo encubrir con su accionar la investigación que la Justicia argentina está realizando en torno a Lázaro Báez por lavado de dinero y otros delitos".

"Es por demás preocupante que esto ocurra siendo el empresario investigado miembro del entorno de la Presidenta. Confirmar esto, supondría confirmar el delito de encubrimiento por parte de las más altas autoridades de la Nación", expresó Carrió.

Allanamiento

En tanto, el juez Sebastián Casanello allanó la empresa Rei Fiduciaria, de Carlos Molinari, en la que trabajó Leonardo Fariña y a través de la cual justificó sus ingresos y su nivel de vida, por los que está acusado de lavado de dinero. Gendarmería Nacional allanó el lugar y secuestró documentación y computadores de la empresa dedicada a proyectos inmobiliarios.

Fariña declaró al juez que en Rei Fiduciaria cobraba $ 70.000 y la compañía le pagaba los autos que manejaba, los viajes en avión y hasta la fiesta de casamiento con la modelo Karina Jelinek. Así, el financista buscó justificar sus ingresos y nivel de vida que fueron objetados por la Unidad de Información Financiera mediante Reportes de Operaciones Sospechosas que daban cuenta de movimientos económicos que no podría justificar.

Molinari reconoció públicamente que Fariña trabajaba en su firma y que los bienes que tenía eran de él, pero negó conocer a Báez, que está acusado y siendo investigado, junto con Fariña y otras personas, de lavado de dinero. (DyN)

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