02 Septiembre 2013
PASO CERRADO. Independiente no pudo ganar en los primeros cinco partidos.
BUENOS AIRES.- Independiente, con el debut de Omar De Felippe como entrenador, empató 0-0 de local ante Independiente Rivadavia de Mendoza y decepcionó una vez más a sus seguidores, quienes manifestaron su enojo por la situación deportiva del club.
La primera parte se caracterizó por escasas llegadas de peligro en ambos arcos, con pelotas divididas, intercambio en la posesión del balón y el nerviosismo de los dirigidos por De Felippe, ante la ansiedad de sus seguidores, con el correr de los minutos.
Deslucido y sin ideas, el "rojo" no encontró el camino para desnivelar y apostó por el remate de media distancia, mediante Menéndez, Mancuello y Adrián Fernández. Para un equipo de la talla del club de Avellaneda, ganador de la Copa Libertadores en 7 ocasiones y que pretende retornar a la máxima categoría cuanto antes, esos intentos generaron la reprobación de un grupo que luego fue superado por un cántico de respaldo por parte del resto. En la segunda etapa, Independiente no se salió del libreto y continuó como un equipo irresoluto en ataque, que tuvo mayor posesión del balón, pero que no lastimó a su rival. El ingreso de Matías Pisano por Fernández supuso un cambio de ritmo de mitad de cancha para adelante, pero el ex Chacarita se contagió de la apatía en el juego del resto.
La última vez que sonrieron los de Avellaneda fue hace 12 partidos, por la fecha 14 del Torneo Final (3-1 a Argentinos). Extrañan la victoria pero, no saben cómo llegar a ella. (Télam-Especial)
La primera parte se caracterizó por escasas llegadas de peligro en ambos arcos, con pelotas divididas, intercambio en la posesión del balón y el nerviosismo de los dirigidos por De Felippe, ante la ansiedad de sus seguidores, con el correr de los minutos.
Deslucido y sin ideas, el "rojo" no encontró el camino para desnivelar y apostó por el remate de media distancia, mediante Menéndez, Mancuello y Adrián Fernández. Para un equipo de la talla del club de Avellaneda, ganador de la Copa Libertadores en 7 ocasiones y que pretende retornar a la máxima categoría cuanto antes, esos intentos generaron la reprobación de un grupo que luego fue superado por un cántico de respaldo por parte del resto. En la segunda etapa, Independiente no se salió del libreto y continuó como un equipo irresoluto en ataque, que tuvo mayor posesión del balón, pero que no lastimó a su rival. El ingreso de Matías Pisano por Fernández supuso un cambio de ritmo de mitad de cancha para adelante, pero el ex Chacarita se contagió de la apatía en el juego del resto.
La última vez que sonrieron los de Avellaneda fue hace 12 partidos, por la fecha 14 del Torneo Final (3-1 a Argentinos). Extrañan la victoria pero, no saben cómo llegar a ella. (Télam-Especial)
Lo más popular
