El presidente estadounidense Barack Obama aseguró que su país debe concretar acciones militares contra el régimen sirio, pero dejó supeditado un posible ataque a la decisión del Congreso de su país, que deberá debatir en las próximas horas.
Cuando se advertía que la ofensiva militar contra el país de medio oriente era inminente, Obama salió a hablar el público y dejó en stand by una posible guerra, hasta que los congresales den su opinion.
Se aguardaba que el mandatario anunciara acciones militares de castigo contra el régimen de Bashar Al Assad tras las masacres con armas químicas perpetradas contra civiles presuntamente por orden del Gobierno de Damasco, pero esto no sucedió. "He tomado una segunda decisión: voy a buscar autorización del uso de la fuerza en los representantes de los estadounidenses", dijo el mandatario. "Tenemos que tomar acciones decisivas ante este acto abominable y estoy ispuesto a dar la orden. Pero considero que nuestro poder radica también en nuestro ejemplo de democracia, por eso pediré autorización al Congreso", dijo Obama en una breve alocución frente a la Casa Blanca