"En este lugar convivíamos todo el tiempo con la muerte. Me sentía como muerta en vida", dice Juana Peralta, y recuerda que vivió tres intentos de fusilamiento en la Escuela de Educación Física. "Me despedí miles de veces", relata, mientras recorre, después de 37 años, el centro clandestino donde estuvo secuestrada y fue torturada.
Esta mañana se realizó un reconocimiento del lugar de detención ilegal que funcionaba en la locación universitaria de avenida Benjamín Aráoz al 800, como parte del juicio por crímenes de tortura, secuestro, homicidio y otras violaciones a los derechos humanos cometidos durante el Operativo Independencia y luego del golpe militar de 1976. Hoy, en el lugar (en la planta alta) hay oficinas.
Cuando Juana declaró ante el Tribunal Oral Federal integrado por los jueces Los jueces Carlos Jiménez Montilla, Gabriel Casas, y Juan Carlos Reynaga, contó sobre las torturas recibidas mientras estuvo embarazada.
También Francisco Rafael Díaz, Teresita Yackel y Ramón Brizuela, testigos en la Megacausa "Jefatura de Policía II-Arsenales II", recorrieron el lugar. Recordaron los espacios, los ruidos, reconocieron la escalera por la que fueron llevados y el trampolín de la pileta, que pudieron ver mientras estaban secuestrados.
Durante la tarde, en tanto, se realizó el reconocimiento ocular en el CCD conocido como "El Reformatorio" (Francisco de Aguirre al 500).