Es optimista: adelanta que a más tardar en 30 días, las máquinas validadoras estarán instaladas en los 450 colectivos de las líneas urbanas que recorren la ciudad. Y que un mes después, es decir, a fines de octubre, funcionarán 300 puntos de venta de la Tarjeta Ciudadana. Juan Dabusti, el presidente de ATOS para Argentina y la región, insiste en que mejorará la seguridad tanto de los pasajeros como de los choferes. De todos modos, reconoce que es necesario que se produzca un cambio cultural profundo, ya que los usuarios de San Miguel de Tucumán deben reemplazar un sistema con el que conviven desde 1988, los cospeles, por otro. Y eso no se logrará de un día para el otro.
ATOS es la empresa que está encargada de la implementación del nuevo modo de pago. Realizó procesos similares en Salta, en Córdoba, en Mendoza y fue una de las proveedoras tecnológicas del SUBE, en Buenos Aires. Durante una entrevista telefónica, Dabusti adelantó que la intención de la firma es extender la Tarjeta Ciudadana al servicio interurbano, en el que actualmente se pagan los viajes con efectivo.
- ¿Cuáles son los plazos para completar la implementación del sistema?
- Tucumán es un caso ejemplar en cuanto al tiempo de implementación. Hoy tenemos 35 bocas de venta. En 30 días deberíamos tener 170, y el 30 de octubre, 300. Hoy tenemos 98 buses en los que ya funciona el sistema, que corresponden a cuatro líneas (1, 10, 17 y 18). Calculo que en un mes más deberíamos tenerlo instalado en los 450 restantes. El inconveniente fue que faltaban máquinas validadoras, porque tuvimos un problema con la Secretaría de Comercio y parte del equipamiento quedó parado. Pero gracias a las gestiones de la intendencia, se logró liberarlos.
- Sistemas similares a la Tarjeta Ciudadana funcionan desde hace bastante tiempo en otras ciudades ¿Tucumán empieza tarde?
- No. Es un tema de masa crítica: han arrancado primero las ciudades con mayor cantidad de habitantes. Y es una tendencia que se universaliza. En 60 días se implementa en Tucumán un sistema que antes podía demandar un año.
- El plástico se entrega de manera gratuita ¿en algún momento habrá que pagarlo?
- Sí, va a haber que pagarlo. Las 150.000 tarjetas que ahora circulan fueron una inversión de la empresa que quedó a disposición del municipio para que lleguen a los puntos de venta. Lo mismo pasó a nivel nacional: por un tiempo limitado se la obtuvo gratis, pero después se la empezó a cobrar. El precio en Tucumán va a ser de $ 7,50 más la carga.
- ¿Le va a costar al pasajero abandonar el cospel después de décadas de usarlo?
- En Córdoba, que es un escenario mucho más complicado, la gente se sacó el cospel de encima en cuanto estuvo disponible la tarjeta. Y si a eso se lo complementa con las prestaciones adicionales que le puede dar el municipio, el sistema va a ser más abarcativo.
- ¿Cómo cuáles?
- Pago de servicios públicos, monedero electrónico... No soy político, pero veo que la intendencia tiene un plan más abarcativo; transporte es el uso primario, pero la Tarjeta Ciudadana va a tener otras prestaciones.
- ¿Va a llegar al servicio interurbano?
- Nuestro objetivo es poder englobarlo. Pero eso va a depender de la voluntad de los transportistas, de la integración del municipio con los otros municipios. El modelo de los mercados europeos es trabajar el urbano con el interurbano con diferentes valores cada uno, claramente. Acá se tiene que producir un cambio cultural que tiene que ver con reemplazar un sistema que viene desde 1988 por otro que se implementa en 60 días. Va a ser un cambio fuerte.