27 Agosto 2013
CATAMARCA.- La Cámara Oral Federal en lo Criminal de Catamarca tomó testimonio a siete personas que ratificaron que fueron fusilados 16 integrantes del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) en el hecho conocido como "Masacre Capilla del Rosario", ocurrido durante la dictadura en la localidad de Piedra Blanca y por la que se juzga a tres militares.
Presidida por el titular del tribunal, Juan Carlos Reynaga, la jornada que se inició a las 9 y finalizó a las 18 contó con la declaración de siete testigos de parte que comprometieron muy seriamente a los militares Carlos Carrizo Salvadores, Mario Nakama y Jorge Acosta.
El representante de la querella, Guillermo Díaz Martínez, manifestó que la jornada fue muy positiva porque los testigos dieron cuenta de que se trató de "crímenes de lesa humanidad y aniquilamiento", contra los 16 integrantes del ERP.
La testigo Lila Macedo, quien estuvo detenida cinco años por haber prestado ayuda humanitaria a uno de los sobrevivientes de la masacre, afirmó haber escuchado a dos sobrevivientes de Capilla del Rosario decir que fueron "brutalmente torturados" por el ahora detenido e imputado Mario Nakagama.
Macedo relató que en una de las visitas que ella realizaba al penal en donde se encontraba privado de su libertad, uno de los sobrevivientes, quien estaba herido, y quien tenía una muy severa infección, "me contó cómo Nakagama seguía torturándolo".
La testigo también responsabilizó al ex gobernador Hugo Mott (1973-1976) por "los cinco años que pasé en prisión y de los acontecimientos en Capilla del Rosario, en la localidad de Piedra Blanca, ya que él tenía conocimiento de los mismos".
Posteriormente, otro de los testigos que en esos momentos prestaba servicios en la Brigada de Investigaciones y era custodio del ex jefe de la policía coronel Anello, Hipólito Chazarreta, aseguró haber sido testigo del aniquilamiento de un sobreviviente.
"En esos momentos bajaba junto a otro soldado por el Cañadón de los Walther y observaron entre nueve y diez cuerpos sin vida y con signos de haber sido ejecutados", testificó Chazarreta, quien agregó: "Uno de ellos, se levantó e intentó tocarme, pero sentí disparos y eso puso fin a la vida de ese hombre".
Además, contó como un compañero de apellido Barrionuevo simuló ver a uno de los integrantes del ERP armado y le tiró una granada.
Otro de los policías que declaró hoy fue Antonio Leguizamón, quien llevó a cabo el sumario y la identificación de los cuerpos en la morgue.
Aseguró que ese día lo fue a buscar a su domicilio a las 15:30 el propio comisario Daniel Coronel, quien le informó del enfrentamiento en la Quebrada de los Walther.
Leguizamón dio cuenta de que el colectivo estaba baleado y de que adentro había mucha sangre, en tanto también expresó que había una gran cantidad de armamentos adentro del vehículo y en la loma por donde huyeron los sobrevivientes.
En su declaración manifestó: "Cuando vi los cuerpos en la morgue pude observar que fueron brutalmente baleados, tenían las muñecas mutiladas y algunos hasta no tenían masa encefálica".
Otro policía se mostró reticente y sin memoria, pues no pudo contestar a las preguntas del Tribunal y a pesar de haber cargado los cuerpos, sostuvo que estos estaban en bolsas, hecho que se pudo comprobar mediante fotos que era falso.
Por su parte el actual presidente del Tribunal de Cuentas, Mardonio Díaz Martínez, estuvo presente en la jornada y dijo que esos momentos el prestaba su estudio jurídico a los abogados Curruche, Marca y Frondizi, para que trabajaran y asistieran a los sobrevivientes.
"Por este hecho me costó dos años de prisión y cinco de exilio, además de la desaparición de mi propio hermano", relató Díaz Martínez. (Télam)
Presidida por el titular del tribunal, Juan Carlos Reynaga, la jornada que se inició a las 9 y finalizó a las 18 contó con la declaración de siete testigos de parte que comprometieron muy seriamente a los militares Carlos Carrizo Salvadores, Mario Nakama y Jorge Acosta.
El representante de la querella, Guillermo Díaz Martínez, manifestó que la jornada fue muy positiva porque los testigos dieron cuenta de que se trató de "crímenes de lesa humanidad y aniquilamiento", contra los 16 integrantes del ERP.
La testigo Lila Macedo, quien estuvo detenida cinco años por haber prestado ayuda humanitaria a uno de los sobrevivientes de la masacre, afirmó haber escuchado a dos sobrevivientes de Capilla del Rosario decir que fueron "brutalmente torturados" por el ahora detenido e imputado Mario Nakagama.
Macedo relató que en una de las visitas que ella realizaba al penal en donde se encontraba privado de su libertad, uno de los sobrevivientes, quien estaba herido, y quien tenía una muy severa infección, "me contó cómo Nakagama seguía torturándolo".
La testigo también responsabilizó al ex gobernador Hugo Mott (1973-1976) por "los cinco años que pasé en prisión y de los acontecimientos en Capilla del Rosario, en la localidad de Piedra Blanca, ya que él tenía conocimiento de los mismos".
Posteriormente, otro de los testigos que en esos momentos prestaba servicios en la Brigada de Investigaciones y era custodio del ex jefe de la policía coronel Anello, Hipólito Chazarreta, aseguró haber sido testigo del aniquilamiento de un sobreviviente.
"En esos momentos bajaba junto a otro soldado por el Cañadón de los Walther y observaron entre nueve y diez cuerpos sin vida y con signos de haber sido ejecutados", testificó Chazarreta, quien agregó: "Uno de ellos, se levantó e intentó tocarme, pero sentí disparos y eso puso fin a la vida de ese hombre".
Además, contó como un compañero de apellido Barrionuevo simuló ver a uno de los integrantes del ERP armado y le tiró una granada.
Otro de los policías que declaró hoy fue Antonio Leguizamón, quien llevó a cabo el sumario y la identificación de los cuerpos en la morgue.
Aseguró que ese día lo fue a buscar a su domicilio a las 15:30 el propio comisario Daniel Coronel, quien le informó del enfrentamiento en la Quebrada de los Walther.
Leguizamón dio cuenta de que el colectivo estaba baleado y de que adentro había mucha sangre, en tanto también expresó que había una gran cantidad de armamentos adentro del vehículo y en la loma por donde huyeron los sobrevivientes.
En su declaración manifestó: "Cuando vi los cuerpos en la morgue pude observar que fueron brutalmente baleados, tenían las muñecas mutiladas y algunos hasta no tenían masa encefálica".
Otro policía se mostró reticente y sin memoria, pues no pudo contestar a las preguntas del Tribunal y a pesar de haber cargado los cuerpos, sostuvo que estos estaban en bolsas, hecho que se pudo comprobar mediante fotos que era falso.
Por su parte el actual presidente del Tribunal de Cuentas, Mardonio Díaz Martínez, estuvo presente en la jornada y dijo que esos momentos el prestaba su estudio jurídico a los abogados Curruche, Marca y Frondizi, para que trabajaran y asistieran a los sobrevivientes.
"Por este hecho me costó dos años de prisión y cinco de exilio, además de la desaparición de mi propio hermano", relató Díaz Martínez. (Télam)
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