Que a tu hijo todavía le calce bien el delantal o los zapatos del año pasado te tiene que preocupar. Los chicos de jardín de infantes y de primaria crecen entre cinco y siete centímetros por año. Y cuando no hay ningún cambio, el dato debe saltar en la consulta de control con el pediatra. Muchos de los trastornos vinculados al crecimiento tienen un pronóstico favorable si son detectados a tiempo. Así lo expresaron especialistas consultados sobre los trastornos de crecimiento, un tema que se pone en el tapete en estos días a raíz del estreno de la nueva película "Corazón de León", adonde el personaje interpretado por Guillermo Francella mide 1,35 m. Sin olvidar, por supuesto, la historia de Lionel Messi. De chico, el 10 del Barsa tuvo problemas de crecimiento por déficit de la hormona de crecimiento. Hoy, el que es considerado el mejor jugador del mundo, mide 1,70, gracias a que el Barcelona le pagó el costoso tratamiento que lo hizo crecer.
"La detección temprana es uno de los escollos más difíciles de resolver, pero se debe tener en cuenta que los niños pueden recibir el tratamiento con hormona de crecimiento hasta que finalizan su adolescencia, momento en el que se cierran los cartílagos. Cuando el trastorno es diagnosticado en forma tardía, el tiempo de tratamiento se acorta y es irrecuperable", expresó Inés Castellano, directora de la Asociación Civil Creciendo.
Marta Ciaccio, médica principal del Servicio de Endocrinología del hospital Garrahan, explicó a LA GACETA que la talla baja afecta al 3% de la población. "Los controles pediátricos son fundamentales para detectar este trastorno", puntualizó.
La experta aclaró que el crecimiento de un niño es uno de los mejores indicadores de salud. "Es importante evaluar junto con la talla, la velocidad de crecimiento. Un niño puede tener talla normal pero no haber crecido adecuadamente en los últimos seis a 12 meses, y esto debido a una patología de reciente comienzo. Además, es importante evaluar la talla en relación a su familia, ya que la talla tiene un componente genético importante. La mayoría de los niños con talla baja (80%) son variantes de lo normal, es decir talla baja familiar, retardo constitucional del crecimiento y desarrollo o una combinación de ambos", explicó.
La endocrinóloga pediatra del hospital de Niños, María Belén Torossi, recomienda hacer la derivación al especialista para iniciar un tratamiento adecuado. Antes, conviene despejar algunas dudas:
- ¿A qué edad se puede detectar problemas de crecimiento?
- A partir de cualquier edad. Lo importante es que los padres lleven a sus hijos al pediatra que es quien controla la antropometría (peso y talla) y se las compare con estándares (tablas) nacionales o mundiales de crecimiento normal.
- ¿Cuáles son los síntomas de alarma?
- Cuando se altera el crecimiento en alguna de estas etapas: 1- la primera infancia: este período se caracteriza por un rápido crecimiento, comprende los dos primeros años de vida, con un aumento de 25 cm el primer año y 12 cm durante el segundo, aproximados. 2- Período pre-escolar y escolar: en esta etapa los niños crecen a una velocidad más estable, entre 5-7 cm por año. 3- Pubertad y adolescencia: en esta etapa ocurren importantes cambios físicos y emocionales. El rasgo característico el denominado "estirón puberal" que consiste en un aumento brusco de la talla (entre 8 y 12 cm). Se produce alrededor de los 12 años en las niñas y a los 14 en los niños. A esta edad aparecen las consultas más frecuentes. Se dan porque los padres notan que sus hijos son los primeros de la fila o que hermanos más chicos tienen la misma estatura.
- ¿Cuáles son los trastornos de crecimiento más comunes y las variantes?
- Las causas de baja talla son: variantes normales: baja talla familiar y retraso constitucional del crecimiento. Trastornos genéticos: displasias óseas como la acondroplasia, síndrome de Turner y otros. Entre las enfermedades sistémicas están la cellisca, insuficiencia renal crónica y los pacientes que han recibido quimioterapia para el tratamiento de patologías oncológicas. Entre las causas endócrinas están el hipotiroidismo, el déficit de hormona de crecimiento, el exceso de corticoides y otros.
- ¿Si logran resolverse esos problemas, se puede alcanzar la talla normal?
- Si se detecta el problema que está causando la baja talla y con un tratamiento adecuado y oportuno se puede alcanzar una talla adulta dentro de los límites normales.
- ¿Qué tratamientos se hacen en Tucumán y a partir de qué edad?
- En Tucumán se puede hacer un tratamiento con hormona de crecimiento a partir de los 4 y 5 años según la patología a tratar. Se usa en enfermedades como déficit de hormona de crecimiento, síndrome de Turner, insuficiencia renal crónica y retardo de crecimiento intrauterino. Las demás patologías tienen tratamiento específico, como el hipotiroidismo. Las obras sociales contemplan el tratamiento y para los niños que no cuentan con ellas, existe un programa del Ministerio de Salud de la Nación que los cubre.
"Todos los casos se pueden tratar"
La baja estatura no necesariamente indica que exista una patología de base, pero puede ser un signo de trastornos óseos, genéticos, endocrinológicos o infecciones recurrentes, desnutrición, celiaquía, pubertad precoz y retardo de crecimiento intrauterino, entre otras muchas causas.
"El crecimiento normal es resultado del buen funcionamiento de todos los sistemas del organismo. Detectar una falla en el mismo obliga a buscar la causa con consecuencias no sólo para el crecimiento del niño", aclaró Marta Ciaccio, del Servicio de Endocrinología del hospital Garrahan.
Ciaccio describió cuáles pueden ser las causas patológicas de talla baja: enfermedades gastrointestinales, hematológicas, respiratorias, cardiológicas y renales así como la desnutrición primaria, por falta de aporte en calidad o cantidad y secundaria a las patologías crónicas antes referidas.
"Otra causa es el retraso de crecimiento intrauterino, de ellos el 15% de los niños no realizan recuperación post natal del crecimiento. En la niña, el síndrome de Turner- pérdida total o parcial del cromosoma X- es relativamente frecuente y se asocia a talla baja", detalló.
Entre las causas endocrinológicas de la baja talla aparece la deficiencia de la hormona de crecimiento. "Todas estas causas son tratables eficazmente restituyendo el crecimiento normal, supliendo las hormonas deficientes y en algunos casos requieren otros tratamientos de la causa que determinó la deficiencia. El tratamiento debe ser precoz. En nuestro país todos estos tratamientos se usan habitualmente, en el caso de la hormona de crecimiento existen programas de la salud pública que los costean", concluyó.
"A veces es el único signo de una patología"
"El crecimiento (en estatura) es el patrón más importante de salud y de una adecuada nutrición. Esto quiere decir que un niño que crece bien es un niño sano y bien nutrido. En general, si las enfermedades son agudas, no van a alterar el crecimiento. En cambio, enfermedades que tienen una larga duración lo pueden alterar, y a veces crecer mal es el único signo de una enfermedad. Es por este motivo que evaluar el crecimiento de un niño es fundamental para evaluar su estado de salud", expresó Ana Keselman, pediatra endocrinóloga del hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
Según explicó, la estatura baja es una causa común de consulta en pediatría. "En la mayoría de los casos se trata de niños sanos o con variantes normales como la baja talla familiar o retardo constitucional de crecimiento", resaltó. "Como es un patrón de salud, cualquier patología que la altera puede expresarse con retardo el crecimiento. Además, a veces no encontramos un niño bajo sino uno que no crece bien", añadió.
Según Keselman, al hospital donde trabaja a menudo llegan casos sorprendentes de baja talla. "La detección se hace midiendo adecuadamente al niño. Por eso insistimos que los niños tienen que hacer los controles clínicos normales y no solo cuando están enfermos", dijo.
Con respecto al tratamiento, señaló que este depende de la causa que lo genere. "Hay que hacer el diagnóstico adecuado. Pocos casos son los que requieren tratamiento con hormona de crecimiento. Los diagnósticos deben ser cuanto antes mejor, para poder instaurar la terapia que corresponda y de esa manera contener y ayudar a los niños que tiene baja talla y dificultades psicosociales", concluyó.
Secuelas
Los trastornos emocionales y sociales
Quienes padecen enfermedades de crecimiento sufren también trastornos emocionales, afectivos, de rendimiento escolar y -en el futuro- laborales y de pareja. "La película protagonizada por Guillermo Francella muestra muy bien todo lo que le toca padecer a estas personas y, acertadamente, ofrece un perfil positivo y optimista, pero es cierto que en muchas ocasiones alguien con baja talla es víctima de burlas durante la infancia, discriminación en el trabajo y enfrenta serias complicaciones para adaptarse en la sociedad. Además, pueden costarle situaciones cotidianas como no llegar a apretar un botón en el ascensor o acceder a un mostrador, entre muchas otras", explicó Inés Castellano, directora de la Asociación Civil Creciendo.