20 Agosto 2013
FEROZ ATAQUE. La adolescente Ángeles Rawson apareció sin vida el 10 de junio pasado en un basural. FOTO TOMADA DEL FACEBOOK DE ANGELES RAWSON
BUENOS AIRES.- La Policía Federal y personal especializado realizaban anoche en un cementerio privado de Pilar las tareas de exhumación del cadáver de Ángeles Rawson para trasladarlo a la Morgue Judicial, donde hoy se reunirá un grupo de nueve expertos para intentar esclarecer si la chica murió en el camión compactador donde terminó el cuerpo o durante un posible ataque sexual.
A las 18, un camión de la Federal llegó hasta el cementerio Jardín de Paz para proceder al retiro del ataúd con los restos de la chica asesinada en junio, mientras los allegados de la querella preferían guardar silencio tras señalar que era un día muy triste.
El juez Javier Ríos pidió que precisen las lesiones que le causaron la muerte, que establezcan si Ángeles fue golpeada, si estuvo inconsciente, durante cuánto tiempo, si fue estrangulada o sofocada, si tiene signos de lucha, si padeció una agonía y si sufrió un ataque sexual o un intento de abuso. Además, el juez interrogará hoy como testigo a Sergio Opatowski, el padrastro de Ángeles, quien declarará por primera vez en la causa.
Sin rastros en el sótano
Los investigadores informaron que no se encontraron rastros de ADN de la adolescente en el sótano del edificio de Ravignani 2360 de Palermo, donde vivía, ni en el baúl del auto del principal acusado, el portero Jorge Mangeri, según el informe del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.
El juez consideró claves las huellas de ADN de Mangeri encontradas bajo las uñas de la víctima, y dio por cierto que el 10 de junio habría sido asesinada por el portero dentro del edificio de Ravignani, aprovechando la confianza que la menor le tenía.
La querella que representa al padre de Ángeles busca probar que esa muerte se produjo luego de que la menor se resistiera a un ataque sexual, e hizo hincapié en una de las lesiones que presentaba Mangeri a la altura de la ingle. (DyN)
A las 18, un camión de la Federal llegó hasta el cementerio Jardín de Paz para proceder al retiro del ataúd con los restos de la chica asesinada en junio, mientras los allegados de la querella preferían guardar silencio tras señalar que era un día muy triste.
El juez Javier Ríos pidió que precisen las lesiones que le causaron la muerte, que establezcan si Ángeles fue golpeada, si estuvo inconsciente, durante cuánto tiempo, si fue estrangulada o sofocada, si tiene signos de lucha, si padeció una agonía y si sufrió un ataque sexual o un intento de abuso. Además, el juez interrogará hoy como testigo a Sergio Opatowski, el padrastro de Ángeles, quien declarará por primera vez en la causa.
Sin rastros en el sótano
Los investigadores informaron que no se encontraron rastros de ADN de la adolescente en el sótano del edificio de Ravignani 2360 de Palermo, donde vivía, ni en el baúl del auto del principal acusado, el portero Jorge Mangeri, según el informe del Servicio de Huellas Digitales Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires.
El juez consideró claves las huellas de ADN de Mangeri encontradas bajo las uñas de la víctima, y dio por cierto que el 10 de junio habría sido asesinada por el portero dentro del edificio de Ravignani, aprovechando la confianza que la menor le tenía.
La querella que representa al padre de Ángeles busca probar que esa muerte se produjo luego de que la menor se resistiera a un ataque sexual, e hizo hincapié en una de las lesiones que presentaba Mangeri a la altura de la ingle. (DyN)
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