20 Agosto 2013
LONDRES.- Londres aplicó las leyes antiterrorismo y retuvo e interrogó por nueve horas en el aeropuerto Heathrow al brasileño David Miranda, de 28 años y pareja del periodista Glenn Greenwald, quien publicó en el diario británico The Guardian las denuncias de Edward Snowden (asilado en Rusia) sobre un programa mundial de espionaje de Estados Unidos.
A Miranda le confiscaron el celular, la laptop y dispositivos de almacenamiento de datos (en los que había nuevas revelaciones de Snowden) y no pudo contactar a un abogado en ese lapso. Sólo le permitieron avisarle a Greenwald.
El periodista inglés (vive en Río de Janeiro) aseguró que fue un intento de intimidación y amenazó con revelar informaciones "más agresivas" sobre el sistema de espionaje británico. "Se van a arrepentir de lo que hicieron", advirtió.
El Gobierno brasileño expresó su "grave preocupación" por el hecho. "Seguimos presenciando algunos desmanes y desvíos en el combate al terrorismo", afirmó el canciller, Antonio Patriota, y calificó de "injustificable" la detención.
El Ministerio del Interior del Reino Unido se limitó a señalar que la Policía decide cuándo aplica la ley antiterrorista. La ONG Stop Watch informó que entre 2011 y 2012, hubo 63.902 retenciones, pero sólo 680 acusaciones formales. El opositor Partido Laborista británico pediría explicaciones oficiales. Amnistía Internacional y Reporteros sin Fronteras repudiaron el hecho.
"EEUU no estuvo involucrado en esa decisión, que fue tomada por el Gobierno británico por cuenta propia; hay que preguntarle a ellos", afirmó ayer el vocero alterno de la Casa Blanca, Josh Earnest. (DPA-Télam-Reuters)
A Miranda le confiscaron el celular, la laptop y dispositivos de almacenamiento de datos (en los que había nuevas revelaciones de Snowden) y no pudo contactar a un abogado en ese lapso. Sólo le permitieron avisarle a Greenwald.
El periodista inglés (vive en Río de Janeiro) aseguró que fue un intento de intimidación y amenazó con revelar informaciones "más agresivas" sobre el sistema de espionaje británico. "Se van a arrepentir de lo que hicieron", advirtió.
El Gobierno brasileño expresó su "grave preocupación" por el hecho. "Seguimos presenciando algunos desmanes y desvíos en el combate al terrorismo", afirmó el canciller, Antonio Patriota, y calificó de "injustificable" la detención.
El Ministerio del Interior del Reino Unido se limitó a señalar que la Policía decide cuándo aplica la ley antiterrorista. La ONG Stop Watch informó que entre 2011 y 2012, hubo 63.902 retenciones, pero sólo 680 acusaciones formales. El opositor Partido Laborista británico pediría explicaciones oficiales. Amnistía Internacional y Reporteros sin Fronteras repudiaron el hecho.
"EEUU no estuvo involucrado en esa decisión, que fue tomada por el Gobierno británico por cuenta propia; hay que preguntarle a ellos", afirmó ayer el vocero alterno de la Casa Blanca, Josh Earnest. (DPA-Télam-Reuters)
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