18 Agosto 2013
CAMINO AL SUR. Un lector contó 10 focos de incendio, como este en Famaillá, mientras viajaba hacia Alberdi. GENTILEZA FOTO DE ALEJANDRO BÁSCOLO
El cielo vuelve a desprender la "lluvia negra". Como ocurre siempre en agosto, los negruzcos filamentos de hollín, que se acumulan en el aire a causa de la quema de cañaverales, cubrieron entre ayer y el viernes ventanas, balcones, calles y veredas de la capital tucumana. La nube de ceniza fue intensa a causa de los incendios en áreas de cultivo de caña de azúcar, cercanas a San Miguel de Tucumán. Defensa Civil provincial informó que ayer se detectaron 16 puntos de actividad ígnea, de los cuales 15 se produjeron en plantaciones de caña. Además, precisó que la mayor cantidad de los focos se localizaron en San Felipe y en San Pablo, al sur y al sudoeste de la ciudad, respectivamente.
Fernando Torres, titular de la repartición, afirmó que por acción del viento la "lluvia negra" se alejó de las zonas donde se iniciaron los fuegos. "Agosto es más ventoso, en comparación a los meses anteriores del invierno. Lo que ocurrió es que el viento acarreó la nube desde el sur", explicó el funcionario. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN), en tanto, confirmó que durante este mes el viento aumenta levemente su velocidad, con ráfagas que llegan a alcanzar un promedio máximo de 40 kilómetros por hora.
A las 16 quemas de campos detectadas ayer hay que sumarles las 46 que se registraron el viernes, de las cuales 38 fueron sofocadas en predios con caña, mientras que ocho se apagaron en pastizales. Estas cifras hacen un total de 62 focos ígneos en 48 horas. Torres señaló que buena parte de los incendios detectados durante julio y agosto se produjeron en plantaciones de caña en pie. "Por esta razón, el material que se quema es más combustible y genera mayor calor. Esto hace que la nube de ceniza alcance mayor altura", insistió.
Sin control
El defensor del Pueblo de Tucumán, Hugo Cabral, subrayó que tras las denuncias de incendios que se presentaron durante julio en la Justicia provincial, y luego de que se endurecieran los controles por parte de las autoridades de Medio Ambiente, la quema de cañaverales había disminuido en las primeras dos semanas de agosto. "Sin embargo, en los últimos días volvieron a incrementarse las denuncias telefónicas en el 103 de Defensa Civil", remarcó.
El ombudsman consideró que para combatir esta práctica es necesario, además de investigar y de sancionar a los responsables, concientizar a los pequeños productores de caña. Por su parte, el titular de la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT), Sergio Fara, aseguró que los cañeros no son quienes provocan los incendios. "Estamos afectados por las heladas. Hay que ser estúpido para quemar la caña, porque es una gran pérdida", señaló.
En un informe reciente, la Estación Experimental del INTA Famaillá precisó que el mes pasado se contabilizaron en Tucumán 471 puntos de incendio, el nivel más alto en nueve años. El 57% de estos fuegos se iniciaron en plantaciones de caña de azúcar.
A las 16 quemas de campos detectadas ayer hay que sumarles las 46 que se registraron el viernes, de las cuales 38 fueron sofocadas en predios con caña, mientras que ocho se apagaron en pastizales. Estas cifras hacen un total de 62 focos ígneos en 48 horas. Torres señaló que buena parte de los incendios detectados durante julio y agosto se produjeron en plantaciones de caña en pie. "Por esta razón, el material que se quema es más combustible y genera mayor calor. Esto hace que la nube de ceniza alcance mayor altura", insistió.
Sin control
El defensor del Pueblo de Tucumán, Hugo Cabral, subrayó que tras las denuncias de incendios que se presentaron durante julio en la Justicia provincial, y luego de que se endurecieran los controles por parte de las autoridades de Medio Ambiente, la quema de cañaverales había disminuido en las primeras dos semanas de agosto. "Sin embargo, en los últimos días volvieron a incrementarse las denuncias telefónicas en el 103 de Defensa Civil", remarcó.
El ombudsman consideró que para combatir esta práctica es necesario, además de investigar y de sancionar a los responsables, concientizar a los pequeños productores de caña. Por su parte, el titular de la Unión Cañeros Independientes de Tucumán (UCIT), Sergio Fara, aseguró que los cañeros no son quienes provocan los incendios. "Estamos afectados por las heladas. Hay que ser estúpido para quemar la caña, porque es una gran pérdida", señaló.
En un informe reciente, la Estación Experimental del INTA Famaillá precisó que el mes pasado se contabilizaron en Tucumán 471 puntos de incendio, el nivel más alto en nueve años. El 57% de estos fuegos se iniciaron en plantaciones de caña de azúcar.
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