La investigación avanza, pero el silencio de la víctima impide que la fiscalía pueda cerrar el caso. Son tres las hipótesis que manejan los investigadores sobre la denuncia de abuso sexual que hizo una alumna de la carrera de Trabajo Social. Sin embargo, no podrán inclinarse hacia ninguna de ellas mientras la estudiante de 20 años no aporte detalles.
Según denunció la joven, un auto blanco con vidrios polarizados se detuvo frente a ella, el lunes pasado, a las 15, cuando caminaba por la avenida Benjamín Aráoz hacia la facultad de Filosofía y Letras. Justo frente al arco del hipódromo, bajó un hombre con un arma de fuego y -de acuerdo al relato de la víctima- la obligó a subir al vehículo, donde luego abusaron sexualmente de ella. Media hora después -según su relato-, la bajaron sobre la misma avenida, frente al edificio universitario.
Cámaras y política
A lo largo de la avenida Benjamín Aráoz funcionan cuatro cámaras de seguridad, que son controladas desde un Centro de Monitoreo policial. Los investigadores llevan varios días analizando esas filmaciones y, si bien todavía no concluyeron el trabajo, hasta ayer no habían logrado divisar ni a la estudiante ni al auto blanco con vidrios poilarizados, informaron fuentes policiales.
Paralelamente, un equipo de la sección Seguridad Personal (a cargo del comisario Víctor Barraza y del subcomisario Miguel Frías) se encargó de recoger testimonios de posibles testigos, además de compañeros y familiares de la víctima. A partir de esas declaraciones, advirtieron que el hecho pudo haber tenido alguna relación con los movimientos políticos de la facultad de Filosofía y Letras. Las fuentes explicaron que la joven estaba empezando a alinearse al frente CDE (Comisión de Derecho Estudiantil)-Franja Morada. Los investigadores analizan las posibilidad de que otros frentes políticos hayan amedrentado a la joven para captar su voto (habrá elecciones antes de fin de año).
Necesitan que declare
A casi una semana del hecho, la declaración de la víctima se torna imprescindible. Por eso, la fiscala Adriana Reinoso Cuello tendría programado que la joven hable el martes y que lo haga en Cámara Gesell, según indicaron fuentes policiales. Se utilizaría esa modalidad para que un equipo interdisciplinario -compuesto por psicólogos y trabajadores sociales- pueda analizar el testimonio de la estudiante con el fin de corroborar la veracidad de su versión o bien determinar por qué se niega a revelar más detalles del ataque.
De esa manera, los investigadores podrán descartar algunas de las tres hipótesis que manejan hasta el momento: que la estudiante fue una víctima elegida al azar por un abusador; que el hecho podría tener una vinculación política con los frentes universitarios; o que la joven conocía al agresor, con quien habría tenido alguna relación sentimental.
Petitorio de los estudiantes
El caso de la alumna de la carrera de Trabajo Social encendió una luz de alerta en la comunidad del centro Prebisch. Apenas trascendieron los detalles del ataque denunciado por una joven, de 20 años, se movilizaron los estudiantes de Psicología, Odontología, Filosofía y Letras y Educación Física. El centro de estudiantes Cuefyl planteó al rectorado la necesidad de gestionar por una mayor presencia policial. Además pidieron a las autoridades que se garantice un sistema de iluminación de mejor calidad en todo el centro universitario y en esa zona del parque 9 de Julio. "Instamos a nuestros compañeros y familiares a reforzar las medidas de control y seguridad personal. A trasladarse siempre en grupos, y a no exponer celulares u objetos de valor", explicaron en un documento.
Un mensaje en Facebook
El hermetismo en torno al caso no ayudó, hasta ahora, para intentar esclarecer el hecho. Dani Galván, alumna de la carrera de Trabajo Social, había compartido en Facebook un relato sobre la forma y el lugar en que encontró a la víctima. "Lo que pasé hoy en la facultad de Filosofía y Letras fue de terror... ir al baño y encontrarme con una chica tirada en el piso llorando..." decía el comienzo del texto. Además cerraba el relato con un mensaje contundente: "Por favor compartan esto". Rápidamente el mensaje se propagó por Facebook y superó los 2.500 "compartidos". Sin embargo, Dani Galván subió otro mensaje en el que dijo que ella no había visto a la chica en el baño llorando. "Copié y pegué como primera persona sin darme cuenta de la repercusión que tendría semejante hecho...", dijo.
Fuera de las aulas
Ese día no tenía clases.- Fuentes policiales informaron que el día que ocurrió el ataque sexual (el lunes pasado) la víctima no tenía clases. Como estaba cursando materias de 1°, 2° y 3° año de la carrera de Trabajo Social, la estudiante iba a averiguar cómo continuaría su situación académica.La investigación.- Tras conocerse el hecho, las prendas de vestir de la joven quedaron secuestradas para que sean analizadas por los peritos. Por ahora, el delito que se investiga es el de privación ilegítima de la libertad seguido de abuso sexual.
Protesta en la avenida.- El martes, los estudiantes sacaron los pupitres a la calle para exigir más seguridad. Con pancartas, los universitarios se instalaron sobre la avenida Benjamín Aráoz al 800 para hacer oír sus reclamos.