La city sintió el impacto del paro bancario

La city sintió el impacto del paro bancario

La filial Tucumán de la AB salió a la calle a protestar por los despidos en la Caja Popular de Ahorros de una treintena de afiliados. El reclamo paralizó las tareas en las sucursales de instituciones financieras. Prevén otra movilización al Congreso Nacional

MANIFESTACIÓN CALLEJERA. Los afiliados de la Asociación Bancaria cargaron contra el interventor de la Caja Popular, Armando Cortalezzi. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO MANIFESTACIÓN CALLEJERA. Los afiliados de la Asociación Bancaria cargaron contra el interventor de la Caja Popular, Armando Cortalezzi. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO
17 Agosto 2013
El paro nacional de la Asociación Bancaria, en apoyo a 33 empleados que fueron despedidos de la Caja Popular de Ahorro de Tucumán (CPA), repercutió de manera total en la city local. No hubo atención en los bancos, pero los clientes pudieron extraer dinero de los cajeros automáticos aunque, en algunos casos, tuvieron que hacer largas filas para concretar las operaciones. Los trabajadores bancarios se manifestaron en la entrada del edificio del organismo de crédito para exigir la reincorporación de los empleados cesanteados. Luego de la protesta, el interventor de la CPA, Armando Cortallezzi, afirmó que no hubo despidos, sino "contratos que se terminaron".

Dirigentes gremiales de La Bancaria local, acompañados por cientos de trabajadores de diferentes entidades, se concentraron poco antes de las 8, y marcharon por la city tucumana. Después se detuvieron en la entrada de la Casa de Gobierno, donde reclamaron, con pancartas y cánticos, que el gobernador José Alperovich interceda para que la institución que dirige Cortallezzi reincorpore a los trabajadores despedidos. Luego, marcharon hacia el acceso de la CPA, en 25 de Mayo 154. Allí, gremialistas y trabajadores volvieron a reclamaron al interventor de la CPA la suspensión de los despidos. Pese a la presencia de un cordón policial, no se registraron incidentes.

"La Caja no está del lado de los trabajadores y está sitiada por policías. No tengo dudas que hay trabajadores presionados, que no pueden expresarse", aseguró Eduardo Bourlé, titular de la Bancaria local. Además, exigió que se respete la resolución del Ministerio de Trabajo de la Nación, que ordenó la interrupción de las cesantías. "La resolución indica que debe retrotraerse al inicio del conflicto, es decir reincorporar a los despedidos y también volver a atrás con los traslados que hubo en el organismo", insistió el gremialista.

Sin conciliación

En julio, la cartera laboral nacional llamó a las partes a una Conciliación Obligatoria, ante la profundización del conflicto. Ante el fracaso de las negociaciones, el Ministerio de Trabajo intimó a la CPA a dar "estricto" cumplimiento del proceso legal; es decir, que exigió a la institución que suspenda las "cesantías" y que otorgue "tareas de manera normal y habitual a los empleados". Además, advirtió que, en caso de otro incumplimiento, "procederá a aplicar las sanciones". "Alperovich es el responsable de la corrupción que reina en la Caja. Él lo nombró a Cortallezzi y si no se reincorpora a los 33 compañeros, tendrá una grado de responsabilidad porque no se acató la resolución ministerial", añadió Bourlé.

La protesta que organizó el gremio bancario alcanzó repercusión nacional. En sucursales de la Capital Federal, y de las principales ciudades del país, la medida de fuerza se extendió durante tres horas de la jornada laboral, según publicó la agencia de noticias DyN. "Si no se retrotraen los despidos, la semana que viene habrá una movilización al Congreso", afirmó Eduardo Berrozpe, dirigente de La Bancaria bonaerense.

"No hubo despidos"

Cortallezzi negó que la CPA no haya acatado la decisión del Ministerio de Trabajo, y afirmó que no hubo empleados cesanteados. "Nosotros hicimos una presentación en el Ministerio, porque la resolución dice que se deben retrotraer los despidos, si es que los hubo. Pero aquí no hubo ningún despedido. Lo que hubo son contratos que se vencieron", argumentó.

El funcionario afirmó, además, que las vinculaciones contractuales de los 33 empleados no pueden ser renovadas. "No podemos hablar de renovación, porque los contratos terminaron, por lo tanto finalizó la relación laboral entre los empleados y la institución. Los trabajadores firmaron sabiendo que sus contratos tenían un final", agregó. Cuando se le consultó si los empleados podrían ser reincorporados, para cumplir con el reclamo del gremio bancario, el interventor se limitó a responder: "si la institución requiere de los servicios de esos trabajadores podrían ser reincorporados".

A causa del feriado del lunes, la atención en las sucursales de la city tucumana se normalizará recién el martes. Fuentes bancarias informaron que los expendedores electrónicos de dinero fueron recargados para asegurar el servicio durante el fin de semana largo.

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