16 Agosto 2013
DIÁLOGO. Cartes recibió a la presidenta argentina, en la sede del Gobierno. REUTERS
ASUNCIÓN.- El empresario conservador Horacio Cartes asumió la presidencia de Paraguay con la promesa de resolver los problemas económicos y sociales de uno de los países más desiguales de Sudamérica, poniendo énfasis en un diálogo con sus vecinos para romper un año de aislamiento. Considerado uno de los hombres más ricos de Paraguay, la llegada de Cartes marca el retorno del conservador Partido Colorado al poder que ejerció durante seis décadas hasta el triunfo del socialista Fernando Lugo en el 2008, quien fue destituido cuatro años después en una cuestionada decisión. En su primer mensaje a la ciudadanía, Cartes aseguró que trabajará para reducir sustancialmente la pobreza que afecta a casi 4 de cada 10 paraguayos, generando fuentes de empleo y haciendo más eficiente la gestión del Estado en un país conocido por sus escándalos de corrupción.
"No estoy en política para cuidar una carrera ni enriquecer un patrimonio económico; tenemos el compromiso de hacer que cada uno de los habitantes tenga las mismas oportunidades de trabajo, educación, salud y seguridad", dijo. "Nuestra obsesión será ganar cada batalla de la guerra contra la pobreza que hoy declaramos", agregó.
Cinco presidentes sudamericanos -con la ausencia visible del de Venezuela- asistieron a la ceremonia, algo que fue interpretado por el propio Gobierno como un apoyo de la región tras el reciente levantamiento de las sanciones que pesaban sobre el país de parte de foros como el Mercosur.
Cartes resaltó especialmente la presencia de las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y de Argentina, Cristina Fernández, -ambos miembros del Mercosur- y dijo que buscará acrecentar los vínculos con la región, aunque no mencionó específicamente al bloque sudamericano. "Nos anima la franca predisposición de mantener y acrecentar las cordiales y fecundas relaciones bilaterales", dijo.
Dejar el Mercosur no es una opción para Paraguay, que destina cerca de un 25 % de sus exportaciones al bloque y es socio de Brasil y Argentina en las hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá respectivamente. "La presencia de Cartes al frente del Gobierno de Paraguay va a propiciar que nuestras relaciones den un salto cuantitativo", sugirió Rousseff. Paraguay fue suspendido tras la sumaria destitución de Lugo en 2012, que llevó al Gobierno a su vicepresidente, Federico Franco. La Unasur y el Mercosur lo consideraron un golpe de Estado. (Reuters)
"No estoy en política para cuidar una carrera ni enriquecer un patrimonio económico; tenemos el compromiso de hacer que cada uno de los habitantes tenga las mismas oportunidades de trabajo, educación, salud y seguridad", dijo. "Nuestra obsesión será ganar cada batalla de la guerra contra la pobreza que hoy declaramos", agregó.
Cinco presidentes sudamericanos -con la ausencia visible del de Venezuela- asistieron a la ceremonia, algo que fue interpretado por el propio Gobierno como un apoyo de la región tras el reciente levantamiento de las sanciones que pesaban sobre el país de parte de foros como el Mercosur.
Cartes resaltó especialmente la presencia de las presidentas de Brasil, Dilma Rousseff, y de Argentina, Cristina Fernández, -ambos miembros del Mercosur- y dijo que buscará acrecentar los vínculos con la región, aunque no mencionó específicamente al bloque sudamericano. "Nos anima la franca predisposición de mantener y acrecentar las cordiales y fecundas relaciones bilaterales", dijo.
Dejar el Mercosur no es una opción para Paraguay, que destina cerca de un 25 % de sus exportaciones al bloque y es socio de Brasil y Argentina en las hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá respectivamente. "La presencia de Cartes al frente del Gobierno de Paraguay va a propiciar que nuestras relaciones den un salto cuantitativo", sugirió Rousseff. Paraguay fue suspendido tras la sumaria destitución de Lugo en 2012, que llevó al Gobierno a su vicepresidente, Federico Franco. La Unasur y el Mercosur lo consideraron un golpe de Estado. (Reuters)
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