ROMA, Italia.- Argentina, sin la presencia de Lionel Messi por lesión, le ganó al poderoso seleccionado de Italia por 2 a 1, en el estadio Olímpico de Roma, en homenaje al papa Francisco.
Los goles del encuentro llegaron por intermedio de Gonzalo Higuaín, a los 19 minutos de la primera mitad; mientras que, en el complemento, Ever Banega amplió para los de Sabella, y finalmenre descontó Insigne para la azzurra.
En el estadio, con algunos asientos vacíos y en el que ondeaban banderas argentinas, italianas y vaticanas, Higuaín abrió el marcador en el minuto 20 con un derechazo contra el arco del capitán italiano Gianluigi Buffon.
Después del primer gol, los italianos comenzaron a adueñarse del balón, pero no lograron ningún tanto en la primera parte a pesar de tenerlo cerca. En el minuto 37, Ángel Di María perdió un peligroso balón, lo que provocó el el enfado del seleccionador Alejandro Sabella.
Los de Sabella se mostraron de nuevo agresivos desde el inicio de la segunda parte, y el segundo gol llegó apenas cuatro minutos después del descanso. En este caso fue Banega, recién ingresado al campo, quien aumentó la ventaja para Argentina gracias a un remate cruzado que Buffon no pudo evitar.
El gol italiano de Insigne contra la puerta defendida por Mariano Andújar llegó en el minuto 76, lo que dio nuevos ánimos a los "azzurri", que no consiguieron convertir más goles pese a varios tiros a puerta en los minutos finales.
Con ello, Argentina, con dos Mundiales ganados a sus espaldas, se mantuvo una vez más invicta ante Italia, la selección europea que más Mundiales acumula, cuatro, y que no ha conseguido imponerse ante la albiceleste en 26 años. En lo que a amistosos se refiere, el último disputado entre ambos países se celebró hace 12 años, en 2001, y los visitantes argentinos se impusieron de nuevo por 2-1, también en el Olímpico romano.
El encuentro, arbitrado por el alemán Wolfgang Stark, sirvió a la Argentina de Sabella para preparar el partido por la eliminatoria sudamericana rumbo al Mundial de Brasil 2014 que disputará dentro de un mes contra Paraguay.
Para la selección italiana fue, por el contrario, una primera demostración de su estado de fuerza después de su convincente tercera posición en la reciente Copa Confederaciones, en la que cayó eliminada contra España en semifinales.
El partido se celebró en un ambiente de máxima cordialidad. En un gesto poco común, ambas selecciones decidieron residir en el mismo hotel y acudir juntas al estadio en honor al papa Francisco, que el día anterior recibió a los jugadores y directivos de Argentina e Italia en una audiencia en el Vaticano en la que calificó al fútbol de "don de Dios", pero criticó también que se haya convertido en un "gran negocio".
Messi, el mejor jugador del momento, regresó a Barcelona el martes después de la audiencia papal debido a la sobrecarga muscular que sufre en el muslo izquierdo y que ya le impidió disputar la semana pasada la última etapa de la pretemporada asiática del club azulgrana.