14 Agosto 2013
La droga, la escuela y los jóvenes: esta relación que está cambiando mucho. En este marco de confusión generalizada, muy pocos saben cómo actuar, sostiene Viviana Juárez, directora terapéutica de Ariadna, una ONG que desde hace 20 años trabaja en la prevención y asistencia de las adicciones.
"Es cierto que cada vez más adolescentes consumen sustancias en las escuelas. En muchos establecimientos, la respuesta a esta situación es la represión. En otros, no saben cómo actuar. El problema es que no hay un protocolo de intervención para estos casos. Entonces, la mayoría de las instituciones, en vez de enfrentar la situación, optan por ocultarla y esta, sin dudas, es la peor opción", resalta la especialista.
Juárez sostiene que la problemática de las adicciones ya está instalada en la sociedad y en todas las escuelas. "No se puede mirar para otro lado. Si los adolescentes están consumiendo sustancias en los establecimientos escolares hay que saber leer esa situación. Será que algo nos están queriendo decir. Están queriendo que la escuela y el adulto se enteren de lo que hacen y que intervengan", especifica.
A la experta no le sorprenden los resultados de la última encuesta que hace todos los años la Cátedra de Toxicología de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la UNT. El estudio de 2012, realizado entre 1.521 estudiantes de nivel medio de ocho establecimientos privados y públicos, revela que el 23% de los alumnos consume pastillas (un 19% usa estimulantes y un 4%, tranquilizantes).
"El alcohol, el tabaco y las pastillas son las sustancias que más usan hoy los adolescentes. En los tres casos, se presenta la misma situación: el fácil acceso. Los fármacos se consiguen en la casa, en los kioscos y en algunas farmacias. Se está naturalizando el uso de fármacos para la diversión, al igual que desde hace unos años ya son muy pocos los jóvenes que piensan que la marihuana les hace daño", concluyó.
"Es cierto que cada vez más adolescentes consumen sustancias en las escuelas. En muchos establecimientos, la respuesta a esta situación es la represión. En otros, no saben cómo actuar. El problema es que no hay un protocolo de intervención para estos casos. Entonces, la mayoría de las instituciones, en vez de enfrentar la situación, optan por ocultarla y esta, sin dudas, es la peor opción", resalta la especialista.
Juárez sostiene que la problemática de las adicciones ya está instalada en la sociedad y en todas las escuelas. "No se puede mirar para otro lado. Si los adolescentes están consumiendo sustancias en los establecimientos escolares hay que saber leer esa situación. Será que algo nos están queriendo decir. Están queriendo que la escuela y el adulto se enteren de lo que hacen y que intervengan", especifica.
A la experta no le sorprenden los resultados de la última encuesta que hace todos los años la Cátedra de Toxicología de la Facultad de Bioquímica, Química y Farmacia de la UNT. El estudio de 2012, realizado entre 1.521 estudiantes de nivel medio de ocho establecimientos privados y públicos, revela que el 23% de los alumnos consume pastillas (un 19% usa estimulantes y un 4%, tranquilizantes).
"El alcohol, el tabaco y las pastillas son las sustancias que más usan hoy los adolescentes. En los tres casos, se presenta la misma situación: el fácil acceso. Los fármacos se consiguen en la casa, en los kioscos y en algunas farmacias. Se está naturalizando el uso de fármacos para la diversión, al igual que desde hace unos años ya son muy pocos los jóvenes que piensan que la marihuana les hace daño", concluyó.
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