13 Agosto 2013
ANTE LOS JUECES. Franco Visuara, acusado de partícipe necesario, se sentó en el banquillo y prestó declaración. LA GACETA / FOTO DE INES QUINTEROS ORIO
El cuerpo de Eduardo Navarro había quedado tendido sobre un sofá con el torso semidesnudo y cuatro puñaladas en el abdomen. Era la madrugada del 22 de diciembre de 2005 cuando el hombre, a quien le decían "Dengue", murió por la pérdida de sangre. Ayer, cuatro hombres se sentaron en el banquillo de los acusados, señalados como los responsables de su muerte.
La fiscala de Instrucción de la IX° Nominación, María de las Mercedes Carrizo, había considerado que Felipe Daniel Carabajal y Cristian Roberto Bringas deberían responder por el homicidio de Navarro, en tanto que Jorge Marino Díaz y Franco Miguel Visuara serían responsables, de acuerdo a la acusación, por su participación necesaria en el crimen.
Más de siete años pasaron desde que asesinaron a "Dengue". Las sucesivas oposiciones de los abogados y hasta la muerte de uno de los vocales de la Sala IV de la Cámara Penal, demoraron el comienzo del juicio oral. Finalmente, el tribunal fue integrado por los camaristas María del Pilar Prieto, Emilio Páez de la Torre y Alicia Freidenberg (secretario Miguel Flores).
Carabajal (un docente de 57 años que trabaja en la secretaria de Educación) y Bringas (quien tiene 28 años, es albañil y trabaja en un plan social) prefirieron no declarar ante los jueces. Visuara y Díaz, en cambio, dieron su versión de lo que pasó esa noche, y coincidieron en señalar que se marcharon de la casa cuando la víctima estaba viva.
El remisero
Visuara tenía 18 años el 21 de diciembre de 2005. Contó que trabajaba como remisero en El Manantial y que Bringas y Díaz lo abordaron en la puerta de la remisería. Eran las 22.30, y le indicaron que se dirigiera a la esquina del pasaje Santiago del Estero y Entre Ríos, en esa localidad, donde ascendieron Carabajal y Navarro.
El viaje continuó hasta una casa ubicada en Julio Prebisch 228. "Cuando estaban bajando me invitaron a comer un sándwich de milanesa; Bringas me dijo que iba a volver conmigo y que me pagarían el tiempo de espera", relató Visuara al fiscal de Cámara Daniel Marranzino.
El remisero accedió a la invitación a pesar de que sólo conocía a Bringas, según aseguró. Se ubicaron los cinco en una mesa que estaba en la galería del patio trasero, en la que había botellas con cerveza y cajas de vino. Visuara afirmó que Navarro, Carabajal y Bringas eran los que tomaban.
"Carabajal hablaba mucho de miembros masculinos, de la ley de la 'L', y los otros estaban sentados normalmente. Navarro estaba cargoso; me pareció un grupo normal que estaba tomando en una joda", contó Visuara. El remisero afirmó que sintió que le estaban haciendo "insinuaciones sexuales", por lo que optó por marcharse.
"Lo que se me pasó por la cabeza era que iban a hacer una orgía", aseveró. Le pagaron $ 20 por el tiempo de espera, y Bringas le dijo que se iba a quedar "para sacarles plata", según la declaración de Visuara.
Regresó a El Manantial, se encontró con amigos, dieron una vuelta en el auto y llegó a su casa a las 5. A la misma hora, Díaz volvió a la vivienda de Navarro, donde se estaba quedando momentáneamente. A pesar de esta coincidencia horaria, los imputados aseguraron que sus caminos fueron distintos.
De Amaicha
Díaz es miembro de la comunidad indígena de Amaicha del Valle, donde vive con su familia. El imputado contó que había viajado a San Miguel de Tucumán porque tenía que hacer unos trámites en la Jefatura de la Policía para solicitar su reincorporación. Por una enfermedad no estaba en actividad, según su declaración.
Fue en esa circunstancia que conoció a la víctima en la plaza de El Manantial. "Dengue" le ofreció que se quedara en su casa, y Díaz accedió. Dos días más tarde los vio a Carabajal y a Bringas en esa vivienda. A la hora estaban subiendo al remise que conducía Visuara.
El amaichense afirmó a los jueces que durante la reunión Navarro se mostró celoso con Carabajal. "No me gustó mucho esa amistad amorosa, en los Valles se comparte de otra forma", dijo. A los pocos minutos que se marchó el remisero, Díaz se retiró. Aseguró que se fue a la casa de su ex mujer, con quien charló hasta las 5. Luego volvió a El Manantial. El debate oral seguirá hoy a las 8.30.
La fiscala de Instrucción de la IX° Nominación, María de las Mercedes Carrizo, había considerado que Felipe Daniel Carabajal y Cristian Roberto Bringas deberían responder por el homicidio de Navarro, en tanto que Jorge Marino Díaz y Franco Miguel Visuara serían responsables, de acuerdo a la acusación, por su participación necesaria en el crimen.
Más de siete años pasaron desde que asesinaron a "Dengue". Las sucesivas oposiciones de los abogados y hasta la muerte de uno de los vocales de la Sala IV de la Cámara Penal, demoraron el comienzo del juicio oral. Finalmente, el tribunal fue integrado por los camaristas María del Pilar Prieto, Emilio Páez de la Torre y Alicia Freidenberg (secretario Miguel Flores).
Carabajal (un docente de 57 años que trabaja en la secretaria de Educación) y Bringas (quien tiene 28 años, es albañil y trabaja en un plan social) prefirieron no declarar ante los jueces. Visuara y Díaz, en cambio, dieron su versión de lo que pasó esa noche, y coincidieron en señalar que se marcharon de la casa cuando la víctima estaba viva.
El remisero
Visuara tenía 18 años el 21 de diciembre de 2005. Contó que trabajaba como remisero en El Manantial y que Bringas y Díaz lo abordaron en la puerta de la remisería. Eran las 22.30, y le indicaron que se dirigiera a la esquina del pasaje Santiago del Estero y Entre Ríos, en esa localidad, donde ascendieron Carabajal y Navarro.
El viaje continuó hasta una casa ubicada en Julio Prebisch 228. "Cuando estaban bajando me invitaron a comer un sándwich de milanesa; Bringas me dijo que iba a volver conmigo y que me pagarían el tiempo de espera", relató Visuara al fiscal de Cámara Daniel Marranzino.
El remisero accedió a la invitación a pesar de que sólo conocía a Bringas, según aseguró. Se ubicaron los cinco en una mesa que estaba en la galería del patio trasero, en la que había botellas con cerveza y cajas de vino. Visuara afirmó que Navarro, Carabajal y Bringas eran los que tomaban.
"Carabajal hablaba mucho de miembros masculinos, de la ley de la 'L', y los otros estaban sentados normalmente. Navarro estaba cargoso; me pareció un grupo normal que estaba tomando en una joda", contó Visuara. El remisero afirmó que sintió que le estaban haciendo "insinuaciones sexuales", por lo que optó por marcharse.
"Lo que se me pasó por la cabeza era que iban a hacer una orgía", aseveró. Le pagaron $ 20 por el tiempo de espera, y Bringas le dijo que se iba a quedar "para sacarles plata", según la declaración de Visuara.
Regresó a El Manantial, se encontró con amigos, dieron una vuelta en el auto y llegó a su casa a las 5. A la misma hora, Díaz volvió a la vivienda de Navarro, donde se estaba quedando momentáneamente. A pesar de esta coincidencia horaria, los imputados aseguraron que sus caminos fueron distintos.
De Amaicha
Díaz es miembro de la comunidad indígena de Amaicha del Valle, donde vive con su familia. El imputado contó que había viajado a San Miguel de Tucumán porque tenía que hacer unos trámites en la Jefatura de la Policía para solicitar su reincorporación. Por una enfermedad no estaba en actividad, según su declaración.
Fue en esa circunstancia que conoció a la víctima en la plaza de El Manantial. "Dengue" le ofreció que se quedara en su casa, y Díaz accedió. Dos días más tarde los vio a Carabajal y a Bringas en esa vivienda. A la hora estaban subiendo al remise que conducía Visuara.
El amaichense afirmó a los jueces que durante la reunión Navarro se mostró celoso con Carabajal. "No me gustó mucho esa amistad amorosa, en los Valles se comparte de otra forma", dijo. A los pocos minutos que se marchó el remisero, Díaz se retiró. Aseguró que se fue a la casa de su ex mujer, con quien charló hasta las 5. Luego volvió a El Manantial. El debate oral seguirá hoy a las 8.30.
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