El artillero "purpurado"

El artillero "purpurado"

Con su try a Jockey de Salta, Granata llegó a 17 en el torneo y superó su marca de 2010.

EXPECTATIVA. Granata mantiene la esperanza de volver a vestir la camiseta naranja, con la que viajó a Sudáfrica en 2011. EXPECTATIVA. Granata mantiene la esperanza de volver a vestir la camiseta "naranja", con la que viajó a Sudáfrica en 2011.
13 Agosto 2013
Desmenuzar las virtudes que llevaron a Cardenales a jugar el cuadrangular de la Copa de Oro por segundo año consecutivo es una tarea bastante simple. Su combo letal se compone de un temible pack de forwards; un pateador efectivo y wings que vuelan por los andariveles y se incrustan como lanzas en el costado del ingoal. Uno de ellos, Francisco Granata, es el tryman del torneo. No sólo eso: el sábado, en la clausura del Súper 8 frente a Jockey Club de Salta, depositó el óvalo en zona de puntos por decimoséptima vez en el certamen, superando los 16 tries que en 2010 lo consagraron como el máximo artillero.

"Más importante será hacerlos ahora, porque estas últimas tres fechas van a ser muy parejas, y un try te puede definir un partido. Va a tener mayor relevancia que antes", dimensionó el corredor, que contra los salteños se sacó las ganas acumuladas de cinco partidos sin entrar a la valla, su mayor período de sequía en el torneo.

Lo curioso de Granata, que en 2011 estuvo casi un año sin jugar por un golpe que le fracturó la mandíbula, es que a su vocación de wing la descubrió casi por casualidad. Habiendo jugado de apertura desde infantiles (y ocasionalmente de fullback), al subir al plantel superior se encontró con que la 10 ya tenía dueño y había lista de espera. "Había otros aperturas, como Juan Pablo Rodríguez y Luciano Rodríguez, que andaban bien. Por eso, el contador (Jorge "Manteca" Sánchez, entrenador del equipo en ese entonces) decidió probarme de wing. En mi primer partido en el puesto, contra Tucumán Rugby, metí varios, así que me quedé", contó Granata, acostumbrado ya al galope cercano a la línea de touch.

"La verdad que ya no extraño. Está bueno jugar de apertura porque tenés la pelota en las manos todo el tiempo, mientras que de wing no te llega mucho. Pero cuando llega, tenés que saber aprovecharla", explicó el rol de wing, que en el rugby equivaldría al 9 del fútbol.

Pese a que domina las dos tablas de anotaciones, a Cardenales le costó sumar por vía terrestre en la segunda fase. "Es porque todos los equipos del 'Súper 8' fueron muy duros. De hecho, este es un campeonato muy exigente, y a estas alturas se nota más. Todos quieren ganar como sea, jugando bien o mal, pero ganar", resumió el artillero "purpurado".

Imposible mayor certeza: su primer rival en la Copa de Oro será Los Tarcos, que todavía no puede digerir el triunfo que le sopló "nales" en el final de su último duelo. "Somos parecidos. El pack de ellos es tan bueno como el nuestro y sus backs también son peligrosos. Tendremos que salir a dejar todo, porque ellos seguro que lo harán", anticipó.

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