Perder masa muscular es un riesgo de gordos y flacos

Uno de los principales problemas de salud que afecta a las personas en la actualidad es la inactividad física. Son cada vez más los elementos tecnológicos que generan comodidad y que llevan a las personas a movilizarse cada día menos. Esta situación se traduce en que los músculos empiezan a achicarse y a atrofiarse.

Los médicos resaltan que en la actualidad existe una "epidemia" de pérdida de masa muscular. "Algunos investigadores, de hecho, consideran que es la epidemia más importante a nivel global", resaltó Rubén Salcedo, director médico del Sanatorio Diquecito, institución cordobesa que trabaja sobre la calidad de vida. 

Aclaró que los riesgos de la falta de actividad física no dependen de si la persona es obesa o no. "Si bien el obeso tiene más riesgo de padecer afecciones complejas, la persona delgada también está expuesta a sufrirlas", explicó. 

El cálculo detallado

La cantidad de masa muscular de una persona no depende exclusivamente de su peso "de balanza", que es una medida relativa del estado de su cuerpo. "Para hacer una antropometría completa, es decir para calcular detalladamente la composición corporal de una persona, se consideran hasta 58 variables que dan una idea precisa de cuánto pesan cada uno de los cinco componentes del cuerpo: estos son los pesos óseo, visceral, muscular, adiposo (grasas) y el de la piel", señaló el médico deportólogo Floreal García.

Según el especialista, en un varón saludable pero no necesariamente deportista, se estima que su masa muscular debe alcanzar como mínimo los 30 kilos, mientras que en una mujer el número ideal es de 20 a 25 kilos. Esa medida es mayor en los deportistas.

"El riesgo más grande de la pérdida de masa muscular es que se forme un círculo vicioso que termine en la absoluta dependencia de la persona: la falta de actividad física hacer perder masa, que es lo que nos permite movilizarnos. Entonces nos movemos menos y perdemos más masa hasta quedar completamente sedentarios" advirtió.

BENEFICIOS DE LA ACTIVIDAD FÍSICA

1 Para la columna: 

Al no tener masa muscular el organismo va perdiendo la posición erecta porque los músculos, especialmente los de la espalda, son los encargados de mantenernos en una posición recta. Hacer actividad física previene deformaciones de la columna vertebral, como es la escoliosis y la lordosis (desviaciones de la columna).

2 Elasticidad y movilidad: 

La falta de actividad física nos hace perder elasticidad y movilidad. Esto se nota cuando uno termina de hacer actividad física, se inclina para tocarse los pies y llega más o menos bien; en cambio si lleva mucho tiempo sin hacer ejercicio, no llega ni a las rodillas. Eso es propio de la pérdida de elasticidad que van sufriendo las articulaciones. 

3 A nivel cardíaco: 

Mejora el colesterol bueno (es el que tiene una especie de acción 'detergente' sobre las arterias, es decir, que evita que la grasa que comemos se pegue y las tape, produciendo infartos, embolias cerebrales, arterioesclerosis, pérdida de la memoria). Además, la actividad física evita la presión alta porque dilata las arterias y regula la frecuencia cardíaca. 

4 Las várices: 

Al no realizar actividad física el primer lugar en el que se almacena grasa es en el abdomen. Esa grasa comprime las venas que van de las piernas al corazón y se produce una estasis venosa (circulación lenta o estancamiento de la sangre) en los miembros inferiores. Si además se pasa mucho tiempo sentado, el abdomen se dobla y las venas se comprimen más.

5 Menor cansancio: 

La persona que no realiza actividad física llega más cansada al final del día que la que sí lo hace. Es como correr un maratón: si la persona entrenada para correr 40 kilómetros sólo corre dos, terminará muy bien el recorrido. Una persona sana, al final del día debe terminar la jornada con sueño, pero no con agotamiento físico, de lo contrario significa que está fuera de estado físico. 

6 De los pulmones a la cabeza: 

Normalmente, cuando no hacemos actividad física utilizamos mucho la parte inferior del pulmón y muy poco la parte superior, produciendo que esta última se llene de mucosidad y que los alveolos colapsen. Cuando uno practica actividad física, en cambio, utiliza todo el pulmón y por lo tanto mejora la oxigenación y llega más oxígeno al cerebro. 

7 Diabetes, triglicéridos y colesterol: 

Los triglicéridos, el colesterol malo y el azúcar de la sangre son los principales combustibles del músculo. Cuando éste comienza a trabajar utiliza azúcar; eso hace que mejore la diabetes. Y cuando lleva más de 20 minutos funcionando empieza a consumir más triglicéridos y colesterol malo. De lo contrario, este "combustible" queda dando vueltas por las arterias.

8 En la sangre: 

Al haber menos colesterol y menos triglicéridos, la sangre se vuelve más fluida, y eso evita que se formen coágulos. Cuando la sangre está quieta durante un tiempo se coagula y un coágulo que se forma dentro del corazón o las venas puede viajar por las arterias y terminar produciendo embolias de pulmón, de cerebro o de intestino. 

9 Aparato digestivo: 

Otro problema que vivimos en esta sociedad es la constipación, porque la comida chatarra no tiene fibra vegetal, una sustancia que se evacua fácilmente. Cuando uno realiza actividad física, los músculos del abdomen se contraen y relajan rítmicamente produciendo una masaje en los intestinos, ayudando a que la persona evacue mejor. Eso previene el cáncer de colon. 

10 El cerebro es como un músculo: 

Con el ejercicio físico mejora la coordinación muscular. El cerebro es como el músculo: mientras más se usa, mejor funciona. Cuando uno realiza actividad física se liberan unas hormonas parecidas a la morfina, las betaendorfinas. Son antidepresivos naturales, porque estimulan el cerebro, y es por eso que las depresión es menos frecuente en personas que hacen ejercicio.