El Gran Reggio, un cine de barrio que exhibía los estrenos con las salas céntricas

"Cuando me voy de los lugares donde amé,/ las valijas pesan demás;/ se llenan de desayunos y de atardeceres/ de carcajadas, de lágrimas, acordes y poemas/ y de tantas cosas que no volveremos a vivir". ("Del Amor y de la Mar", de Alvaro Trejo) 

Los suspiros en la sala de avenida Sarmiento 1.255 se incrementan. Habían transcurrido 5 minutos de las 21.15. Los cinéfilos de la plazoleta Mitre se sorprenden con los "chiches" del nuevo cine. Uno que otro pañuelo apenas se perciben entre las penumbras. Es viernes 27 de julio de 1945. En la pantalla blanca cuadrada, Doña Ángela (Delia Garcés) quiere conquistar a Don Manuel (Enrique Alvarez Diosdado). Pero antes debe burlar la vigilancia que sobre ella ejercen sus dos hermanos varones. Para ello, trazará un ingenioso engaño que le permite comunicarse con Don Manuel, de manera aparentemente misteriosa e inexplicable. Se aparece como un duende o fantasma.

"Es que la vida es la misma ruleta/, girando siempre de la misma manera/ y a veces perdemos y aprendemos a perder de nuevo,/ pero aún así seguiremos apostando/ seguiremos creyendo convencidos con sangre entre los dedos/ que es posible jugar el juego, y claro que lo haremos/"...

La dama duende, el filme con el cual se inauguró el cine Gran Reggio, es una película argentina de 1945; en blanco y negro, dirigida por Luis Saslavsky, con guión del poeta español Rafael Alberti. Además de Garcés y Diosdado, también actuaban Paquita Garzón, Manuel Collado, Antonia Herrero, Amalia Sánchez Ariño, Alejandro Maximino, Helena Cortesina, Andrés Mejuto y Ernesto Vilches, entre otros.

El filme, que se había estrenado en Buenos Aires, el 17 de mayo de 1945, ganó cinco premios Cóndor de Plata en 1946, entre ellos el de mejor película.

La cartelera de la premier del único cine de la zona de plazoleta Mitre, que perduró hasta la década del 70, se completó con el noticiario panamericano de Jackie Cooper y el western Malhechor por herencia con Robert Worwick y L. Gilman."El Reggio era una sala de última generación cuando se inauguró en el 45", explicó Fortunato González, de 65 años, que se crió a cuatro cuadras de ese cine.

"Mi padre, Jacinto -añadió-, me contó que Reggio no era un nombre sino el apellido del propietario del inmueble y de la sala, oriundo de Italia, que había arribado a Tucumán en 1915".

Don Francisco Reggio, según el profesor Ricardo Antonio Brunetti, "había nacido en Italia en 1894 y en 1911 emigró a Buenos Aires. En la gran urbe permaneció cuatro años y luego se radicó en Tucumán. En el entonces 1.255 del boulevar Sarmiento, Reggio habilitó en 1916 una gran despensa denominada Sarmiento. Pero luego de que en 1921 se creara la plazoleta Mitre, en homenaje a Bartolomé Mitre, la despensa se convirtió, en 1924, en un gran salón de espectáculos. En 1929, el inquieto empresario italiano instaló el biógrafo Sarmiento. También abrió, a la par, la confitería El Aguila.

Ambos emprendimientos se cerraron en 1936. Después montó una fábrica de heladeras marca Reggio, que sobrevivió hasta 1940. Lo cierto es que cinco años mas tarde, en 1945, decidió retornar a la actividad cinematográfica". 

"El Gran Reggio fue una sala lujosa y confortable. Ostentó el privilegio de haberse convertido en el primer cine del norte en contar con refrigeración, a raíz de la experiencia adquirida en ese rubro por su propietario, Pancho Reggio", contó Leocadio Benito Valdés, de 92 años de edad, otrora espectador de esa sala.

"Entre las décadas del 50 y el 60 las funciones del Gran Reggio eran muy particulares. Como era un cine teatro, combinaba las exhibiciones fílmicas con presentaciones de artistas líricos, teatrales, poetas y cantantes melódicos", agregó Valdés, con nostalgia.

El Reggio también tuvo tres vidas. La primera como Sarmiento, de 1929 a 1936; la segunda como Gran Reggio, de 1945 a 1977 y la tercera y última, como Regina, de 1979 a 1981.

"Cuando me voy de los lugares donde amé,/ Es siempre volver a cero,/ Convencer al corazón de los recuerdos que me deje en paz/ inventarle tareas cotidianas a la soledad/ y explicarle a la nostalgia el por qué ya no estás más./ Pero la vida es la ruleta que siempre gira sin parar". ("Del Amor...)

APOSTILLAS

COMPETENCIA.- Desde el sábado 9 de marzo de 1934 hasta el lunes 10 de enero de 1936 las salas del Mitre y del Sarmiento compitieron por la supremacía cinematográfica de la plazoleta Mitre. 

EN SIMULTÁNEO.- El Gran Reggio estrenaba en simultáneo con los cines céntricos 25 de Mayo, Plaza y Majestic. En Julio de 1955, las tres salas exhibieron "El regreso de Don Camilo", dirigida por Julien Duvivier y protagonizada por Fernandel y Gino Cervi. En 1957 pasaron "Rebelde sin causa", dirigida por Nicholas Ray y protagonizada por James Dean y Natalie Wood (foto de arriba) en los papeles principales. Y, en julio de 1960,  "Luna Park", un triller de Rubén W. Cavallotti, protagonizado por Elsa Daniel y Walter Vidarte.  

IMPONENTE.- El 21 de julio de 1955 se estrenó "Violetas Imperiales", de Carmen Sevilla, a sala llena todas las funciones y durante una semana. Las colas para ingresar al cine en esos siete días fueron permanentes y multitudinarias.

ANTICIPO.- En abril de 1958, la sala de avenida Sarmiento 1.255 estrenó, antes que en Buenos aires, uno de los primeros filmes de habla hispana en pantalla panorámica y ferraniacollor, denominado "Socios para la aventura". Una comedia de absurdos, de producción argentino-mexicana, protagonizada por Ana Luisa Peluffo, Ramón Gay, Alberto de Mendoza, Cuco Sánchez, Nelly Beltrán, Luis Aguilar, Thelma Mendoza, Antonio Prieto (foto) y Alberto Barcel, entre otros; y dirigida por Miguel Morayta. 

CINE ARGENTINO.- El Gran Reggio priorizó en sus comienzos la difusión del cine nacional, a través de programaciones triples de producciones nacionales en copias nuevas. En julio de 1947 pasó "Casa de Muñecas", con Delia Garcé; "En el viejo Buenos Aires", con Libertad Lamarque y "Juvenilia", con Elisa Galvé. En febrero de 1951 exhibió cuatro filmes de Luis Sandrini: "La casa de los millones", "Peluquerías de señoras", "Secuestro sensacional" y "La danza de la fortuna".

LA ÚLTIMA- La última función del Gran Reggio fue el domingo 18 de diciembre de 1977. Ese día programaron "Mi novia, el..." con Susana Giménez y Alberto Olmedo, y "Los doctores las prefieren desnudas" con Alberto Olmedo, Jorge Porcel, Moria Casán y Mariquita Gallegos, entre otros. Al reabrirse como Regina, la sala de don Reggio incursionó por el cine erótico, hasta 1981.