Requerirán fotos satelitales para saber cuándo arrojaron el cuerpo

En el "Día Cero", Paulina Alejandra Lebbos estuvo el 26 de febrero de 2006 bailando en "Gitana" con un grupo de amigos. Se retiró a las 6 con Virginia Mercado y subieron a un remise. Ésa es la única parte de la historia que está cerrada.

Ahora, los investigadores quieren avanzar en el análisis de lo que bautizaron "Día Uno": el hallazgo del cuerpo de la joven estudiante de Ciencias de la Comunicación. El fiscal de Instrucción Diego López Ávila quiere dejar claramente determinado cómo murió Paulina y cuándo arrojaron el cuerpo. Para ello, contratarán a una empresa satelital y estudiarán las autopsias.

De esa manera, el equipo investigativo (integrado por López Ávila, Constanza Vázquez, Guillermo Taylor y Mariana Stein) quiere definir algunos puntos de la causa para descartar o afianzar las hipótesis que figuran en el expediente, como también las distintas versiones que acercaron varias personas a la fiscalía en las últimas semanas.

El "Día Cero"

Los investigadores ya dieron por comprobado que Paulina estuvo en el Abasto y que se marchó con Mercado. Eso les permitió descartar la posibilidad de que la víctima se haya retirado con alguna persona con la que se encontró en el boliche. La última vez que la hija de Alberto Lebbos fue vista con vida fue denominada "Día Cero".

La misma fue constatada no sólo por la declaración de Mercado (quien reafirmó ante López Ávila el mismo relato que contó en sus anteriores declaraciones), sino por los testimonios brindados por Jimena Fabiana Mercado, Alejandro José Aramayo, Silvana Soledad Sequeira, Diego Martín y Gisella Devora Noemí Rennis, quienes estuvieron en el boliche con Paulina; y por el personal del local. "Toda la información ubica a Paulina y a Virginia en un remise", aseguró el fiscal.

El siguiente paso de la pesquisa es el hallazgo del cuerpo de la joven. El 11 de marzo de 2006 fue encontrado por los hermanos Sergio y Marcelo Goitea a la vera de la ruta 341.

Esta semana, López Ávila está abocado al estudio de las distintas autopsias (fueron al menos dos) que constan en el expediente, para dejar en claro la causa de la muerte. La primera de ellas establece que Paulina murió de "estrangulamiento por compresión manual". Si hay dudas, no descartan recurrir a una junta forense, según comentaron fuentes de la fiscalía. En dos de las hipótesis se menciona que la víctima habría muerto al caerse de una mesa, durante una fiesta. Todo esto quedaría descartado si la conclusión de la primera autopsia se confirma.

Imágenes satelitales

Una de las medidas más novedosas será la contratación de los servicios que brinda una empresa propietaria de satélites, para tratar de determinar el momento en el que el cuerpo de Paulina fue arrojado en Tapia.

López Ávila contó que solicitarán un presupuesto a la empresa que provee el servicio a Google Earth. Los investigadores ya cuentan con las coordenadas exactas del lugar en el que estaba el cuerpo, y se requerirán imágenes desde el día en que desapareció Paulina hasta que lo encontraron.

La medida permitiría conocer el día en el que fue arrojado el cuerpo. Si los satélites registraron el cadáver entre los dos o tres días posteriores a la desaparición, la hipótesis de que fue ocultado en un freezer perdería fuerza. Pero además, si en ese momento había buen clima podría conocerse en qué vehículo lo llevaron hasta allí, comentaron los investigadores.

Estas medidas, más los resultados de las muestras de ADN que serán retirados la semana que viene de un instituto de La Plata, permitirían al fiscal tener un panorama más claro de un crimen que permaneció en la oscuridad durante siete años.