06 Agosto 2013
EN TRIBUNALES. Juan José Vallejos, agricultor oriundo de Chaco, prefirió no mostrar su rostro al descubrir la cámara. LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO
Uno al lado del otro, como en fila y apoyados en una pared. Así estuvieron durante casi toda la mañana alrededor de 70 policías que colaboraron en el reconocimiento en rueda de personas de los efectivos que habrían participado del pedido de coima a Juan José Vallejos, el agricultor oriundo de Chaco que fue privado de su libertad ilegalmente junto a su hija y a un amigo.
El resultado de la medida fue dispar para algunos policías, ya que fueron reconocidos por alguna de las tres víctimas. En relación al jefe de la Brigada de Investigaciones Norte, Jorge Pereyra fue reconocido por el agricultor y por su hija, quiénes señalaron sin dudar: "ese es el jefe", según manifestaron fuentes tribunalicias.
La medida fue convocada para las 8 y concluyó a las 18.30. El fiscal Washington Navarro Dávila citó a los 10 policías que se encuentran detenidos en el penal de Villa Urquiza y a los otros 18 que habían acreditado que no trabajaron el día del hecho. De esa manera, todo el personal de la Brigada de Investigaciones Norte (con asiento en Yerba Buena) tuvo que ser reconocido.
Con gendarmes
Vallejos llegó a tribunales alrededor de las 9.30 en un vehículo de Gendarmería Nacional y entró a la fiscalía de Instrucción de la V° Nominación por la puerta trasera. Junto a él llegaron su hija, su esposa (quien traía la partida de nacimiento de la menor) y su amigo.
Durante el resto de la mañana, las tres personas que debían reconocer a los policías le describieron a Navarro Dávila, por separado, cómo eran las personas que los detuvieron en uno de los accesos a la ciudad la madrugada del 25 de julio, y quiénes fueron los efectivos que estaban en la dependencia policial cuando los mantuvieron privados de la libertad hasta que pagaran un soborno de $ 30.000.
En una sala
Al mediodía, el fiscal reunió a la decena de abogados que representan a los distintos policías, y los llevó a la guardia de la sede penal de Tribunales, donde se iba a realizar el reconocimiento. Unos minutos más tarde ingresaron las víctimas.
El fiscal dispuso que las primeras personas que iban a ser reconocidas eran los 10 detenidos. Para realizar la rueda de personas, los abogados defensores tuvieron la oportunidad de elegir entre 70 policías que esperaban contra una pared del sector utilizado como estacionamiento de funcionarios judiciales.
Una vez que los letrados realizaron la elección, ingresaban junto con el sospechoso a la sala en la que se realizó el reconocimiento. Así, cada una de las víctimas tuvo que señalar, entre cinco personas, si reconocía a algún policía y en qué circunstancia.
En total fueron 84 ruedas de personas (cada una de las tres víctimas realizó 28 reconocimientos). Los resultados fueron dispares, aunque la peor parte se la habría llevado el jefe de la dependencia, según contaron las fuentes consultadas.
El hombre oriundo de Chaco fue el primero en realizar el reconocimiento. Apenas ingresó a la sala señaló a Pereyra y dijo que era el jefe. Pero además, habría agregado que el comisario fue una de las personas que lo llevó a la sede del Correo Central ubicada en Córdoba y 25 de Mayo, para que extrajera el dinero que le había enviado su esposa para pagar la coima.
Pereyra también fue reconocido por la hija del agricultor. En cuanto a los otros nueve policías detenidos, el resultado no fue coincidente, ya que en algunos casos fueron reconocidos sólo por dos o por una de las víctimas. La mayoría de los efectivos que no habrían trabajado ese día, en cambio, no habrían sido señalados en la rueda de personas, de acuerdo a lo comentado por fuentes tribunalicias. La causa aún sigue con secreto de sumario.
El resultado de la medida fue dispar para algunos policías, ya que fueron reconocidos por alguna de las tres víctimas. En relación al jefe de la Brigada de Investigaciones Norte, Jorge Pereyra fue reconocido por el agricultor y por su hija, quiénes señalaron sin dudar: "ese es el jefe", según manifestaron fuentes tribunalicias.
La medida fue convocada para las 8 y concluyó a las 18.30. El fiscal Washington Navarro Dávila citó a los 10 policías que se encuentran detenidos en el penal de Villa Urquiza y a los otros 18 que habían acreditado que no trabajaron el día del hecho. De esa manera, todo el personal de la Brigada de Investigaciones Norte (con asiento en Yerba Buena) tuvo que ser reconocido.
Con gendarmes
Vallejos llegó a tribunales alrededor de las 9.30 en un vehículo de Gendarmería Nacional y entró a la fiscalía de Instrucción de la V° Nominación por la puerta trasera. Junto a él llegaron su hija, su esposa (quien traía la partida de nacimiento de la menor) y su amigo.
Durante el resto de la mañana, las tres personas que debían reconocer a los policías le describieron a Navarro Dávila, por separado, cómo eran las personas que los detuvieron en uno de los accesos a la ciudad la madrugada del 25 de julio, y quiénes fueron los efectivos que estaban en la dependencia policial cuando los mantuvieron privados de la libertad hasta que pagaran un soborno de $ 30.000.
En una sala
Al mediodía, el fiscal reunió a la decena de abogados que representan a los distintos policías, y los llevó a la guardia de la sede penal de Tribunales, donde se iba a realizar el reconocimiento. Unos minutos más tarde ingresaron las víctimas.
El fiscal dispuso que las primeras personas que iban a ser reconocidas eran los 10 detenidos. Para realizar la rueda de personas, los abogados defensores tuvieron la oportunidad de elegir entre 70 policías que esperaban contra una pared del sector utilizado como estacionamiento de funcionarios judiciales.
Una vez que los letrados realizaron la elección, ingresaban junto con el sospechoso a la sala en la que se realizó el reconocimiento. Así, cada una de las víctimas tuvo que señalar, entre cinco personas, si reconocía a algún policía y en qué circunstancia.
En total fueron 84 ruedas de personas (cada una de las tres víctimas realizó 28 reconocimientos). Los resultados fueron dispares, aunque la peor parte se la habría llevado el jefe de la dependencia, según contaron las fuentes consultadas.
El hombre oriundo de Chaco fue el primero en realizar el reconocimiento. Apenas ingresó a la sala señaló a Pereyra y dijo que era el jefe. Pero además, habría agregado que el comisario fue una de las personas que lo llevó a la sede del Correo Central ubicada en Córdoba y 25 de Mayo, para que extrajera el dinero que le había enviado su esposa para pagar la coima.
Pereyra también fue reconocido por la hija del agricultor. En cuanto a los otros nueve policías detenidos, el resultado no fue coincidente, ya que en algunos casos fueron reconocidos sólo por dos o por una de las víctimas. La mayoría de los efectivos que no habrían trabajado ese día, en cambio, no habrían sido señalados en la rueda de personas, de acuerdo a lo comentado por fuentes tribunalicias. La causa aún sigue con secreto de sumario.
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