Reserva es una división que se conformó oficialmente en la Federación Tucumana de Voley en 2011. Está dirigida a deportistas que, por falta de tiempo (por cuestiones laborales, profesionales o personales) dejaron en su momento la actividad. Hoy, la categoría es la que cuenta con mayor cantidad de equipos y está en permanente crecimiento. En ese contexto, Tucumán de Gimnasia no solo fue el precursor, sino que es el mayor referente. Y en su plantel se multiplican las historias de mujeres que aman al deporte, pero no olvidan sus obligaciones.
"Esto comenzó en 2009", contó Adriana de la Vega, arquitecta, tres hijos, que dedicó gran parte de su vida a la entidad de Córdoba 1.180. "Un día Alfredo Cozzitorti, dirigente del club, me encontró en la calle y me preguntó si me animaba a armar un equipo de Maxi Voley. Yo ya había dejado de jugar hacía muchos años, pero seguía ligada al deporte por mi pasión y porque mis dos hijos lo practicaban. Acepté la propuesta: al principio costó y fue mejorando todo desde que se sumó María Ángela Guillermin. En 2010 se oficializó la categoría. Y el crecimiento se sostuvo", agregó.
Adriana es la capitana y tiene como hinchas a sus hijos, Martín (25 años); Florencia (22, estudiante de derecho y de psicología, además jugadora de Gimnasia B, en la misma categoría que su mamá) y Gastón (19, integrante del plantel de varones en reserva A). Y así como ella recuerda muchos partidos, sobre todo uno que jugaron en Las Talas, a 10 kilómetros de Bella Vista, también Ángela guarda especial recuerdo de uno reciente, por la final del Iniciación ante Adra de Alderetes. "Jugamos la final en una cancha de la plaza, al aire libre", apunta la pedagoga, que pide permiso en su trabajo para entrenar a la noche. "En mi agenda ya está marcado que los lunes y jueves hay que ensayar. Creo que es un cable a tierra", agrega.
La estudiante de ciencias económicas Tania Caro (la armadora) cuenta una curiosidad: "Así como las chicas de Las Talas son en su mayoría profesoras de educación física, en el nuestro no tengamos ninguna en ese ramo, ni recibida ni estudiante".
Laura Chavanne (arquitecta), aporta que tienen el apoyo es sus familias y amigos. "Hacemos un gran esfuerzo, ya que tienen obligaciones. Muchos volvimos a jugar después de muchos años. Y alguna vez nos gustaría jugar a nivel nacional", cuenta.
Para la diseñadora gráfica Antonella Di Filippo, ir a Tucumán de Gimnasia es como ir a su casa. "Quería jugar, elegí este club y me siento muy cómoda" dijo la mamá de Federica, de seis años, que es la mascota del grupo.
En el grupo también están Vanesa Coronel (que se sumó este año) y Priscila Vasile (de 20 años): Esta última, estudiante de Sistemas, es la más chica de todas. Sobre esta situación, admite: "podría jugar en otra categoría, pero preferí hacerlo acá. Me siento a gusto".
Ángela, licenciada en Ciencias de la Educación, destacó que con el voley conocen algunos lugares del interior. "El dinero para los viajes sale de nuestro bolsillos, también la comida. A eso agregamos el pago de la cuota societaria y al profesor, pero esto es algo que hacemos con gusto", apuntó.
Punto de vista
Por el bicampeonato 2013
Por Yamil Chaya, técnico de la Reserva A y B
El nuestro es un grupo muy bueno, muy unido. Al equipo A lo integran 13 personas, y al B, 16. Permanentemente invitamos a la gente a sumarse. El club ya cuenta con tres torneos ganados en la división. Y este año queremos lograr el bicampeonato, como en 2011. Ahora se viene la etapa más competitiva, porque el torneo Iniciación, al no ser obligatorio, fue jugado por 13 equipos, del sur, del este y de la capital. Pero este mes se inicia el Anual (con partidos de ida y vuelta) y la cantidad de conjuntos aumenta.