02 Agosto 2013
COMENSAL. More posa con el asador Antonio Lizárraga; mire que viene de Atlético, fue la advertencia: "No importa ¡para él también hay asado!", respondió.
No le saca los ojos a esa parrilla humeante que de casualidad lo encontró en su primer día. César More llegó justo para el asado. "Menos mal, ¡tengo un hambre que no sabés!". "La Flecha" se ríe. Ya entrenó por primera vez y está listo para sentarse en la mesa con sus nuevos compañeros.
Es que 25 de mayo y Chile no va más. El volante cambió de dirección. Cambió de barrio. Llovieron cargadas en su arribo relámpago a San Martín. "Y si, hubo cargadas ja ja. Pero con buena onda", cuenta el hombre que encontró a un grupo unido y de buena gente, como él dice. "Ya nos vamos a ir conociendo y compartiendo cosas. Que este sea el buen comienzo y también terminemos festejando al final del torneo je", analiza y sueña en la previa a ese almuerzo de 30 kilos de asado.
Ni bien terminó de hacer pie en La Ciudadela, a More lo chicanearon con aquel gol en off side en el último clásico por Copa Argentina (3-1 para Atlético). "Fue el utilero. Él me lo recordó un poquito ja ja. Pero le dije que ya está, ya pasó. A parte: si hubiera sido al revés hubiera festejado él también ¿o no?", sonríe y deschaba al bueno de Dante.
"Dios quiera que haga muchos goles acá", reza el lateral/volante. Pero, ¿qué es lo primero que sí o sí tiene que hacer para ganarse el respeto del pueblo "santo"? Él solo responde: "¡poner ganas! Eso Seguro. Con el tiempo y los partidos vamos a ir viendo cómo reaccionan ja". Igual a ellos ya les dejó un mensaje claro: "voy a dejar todo por esta camiseta".
Es que el César que llegó lo hizo con todo el compromiso. "Elegí San Martín porque me hicieron una buena propuesta, tentadora. Me pareció un club serio con un objetivo en mente así que... Me gustó el desafío", sentenció, clarito. No importó su cercano pasado de colores incompatibles.
"¿Cómo me fui de Atlético? No sé, mirá. No entendí bien. Pero esto es fútbol, uno a veces está y otras no. Hoy me toca no estar ahí pero vivo de esto y San Martín me abrió las puertas y me dio trabajo. No importó el pasado", dijo 100% sincero un More que vio la oportunidad y la aprovechó. "No es nada del otro mundo"... Y de paso se da el gusto de jugar en los dos grandes tucumanos. "Uf, seguro", sonríe chocho.
¿Qué tal el asado? "¡Muy rico!", le cuenta horas después a LG Deportiva. O sea: muy buen primer día el suyo. Se fue haciendo amigo. "La verdad que a los chicos no los conocía más que por haberlos enfrentado... Pero ahora voy a ser uno más de acá", concluyó.
Es que 25 de mayo y Chile no va más. El volante cambió de dirección. Cambió de barrio. Llovieron cargadas en su arribo relámpago a San Martín. "Y si, hubo cargadas ja ja. Pero con buena onda", cuenta el hombre que encontró a un grupo unido y de buena gente, como él dice. "Ya nos vamos a ir conociendo y compartiendo cosas. Que este sea el buen comienzo y también terminemos festejando al final del torneo je", analiza y sueña en la previa a ese almuerzo de 30 kilos de asado.
Ni bien terminó de hacer pie en La Ciudadela, a More lo chicanearon con aquel gol en off side en el último clásico por Copa Argentina (3-1 para Atlético). "Fue el utilero. Él me lo recordó un poquito ja ja. Pero le dije que ya está, ya pasó. A parte: si hubiera sido al revés hubiera festejado él también ¿o no?", sonríe y deschaba al bueno de Dante.
"Dios quiera que haga muchos goles acá", reza el lateral/volante. Pero, ¿qué es lo primero que sí o sí tiene que hacer para ganarse el respeto del pueblo "santo"? Él solo responde: "¡poner ganas! Eso Seguro. Con el tiempo y los partidos vamos a ir viendo cómo reaccionan ja". Igual a ellos ya les dejó un mensaje claro: "voy a dejar todo por esta camiseta".
Es que el César que llegó lo hizo con todo el compromiso. "Elegí San Martín porque me hicieron una buena propuesta, tentadora. Me pareció un club serio con un objetivo en mente así que... Me gustó el desafío", sentenció, clarito. No importó su cercano pasado de colores incompatibles.
"¿Cómo me fui de Atlético? No sé, mirá. No entendí bien. Pero esto es fútbol, uno a veces está y otras no. Hoy me toca no estar ahí pero vivo de esto y San Martín me abrió las puertas y me dio trabajo. No importó el pasado", dijo 100% sincero un More que vio la oportunidad y la aprovechó. "No es nada del otro mundo"... Y de paso se da el gusto de jugar en los dos grandes tucumanos. "Uf, seguro", sonríe chocho.
¿Qué tal el asado? "¡Muy rico!", le cuenta horas después a LG Deportiva. O sea: muy buen primer día el suyo. Se fue haciendo amigo. "La verdad que a los chicos no los conocía más que por haberlos enfrentado... Pero ahora voy a ser uno más de acá", concluyó.
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