31 Julio 2013
La suerte del resistido "Plan piloto para la profundización del sistema acusatorio" impulsado por la Corte Suprema de Justicia (CSJT) había sido atada a la posición de la Sala III de la Cámara en lo Contencioso Administrativo en los tres juicios que atacaban el proyecto. El 25 de abril, Antonio Estofán, presidente del alto tribunal, acordó con parlamentarios esperar hasta que la Justicia se pronunciase en las acciones de amparo, pero, en el ínterin, la Corte cambió de opinión y tres meses después dio de baja al programa con el que pretendía "poner patas para arriba" a la investigación penal preparatoria.
La desactivación de las acordadas cuestionadas evita el mal trago de eventuales sentencias adversas al cuerpo que preside Estofán, además de desbloquear la reticencia de los legisladores respecto de una iniciativa que modifica normas procesales y orgánicas por la vía reglamentaria (sin pasar por el trámite parlamentario). Si bien la resolución 592, que deja sin efecto el plan piloto, aún debe ser presentada en los expedientes y estudiada por los magistrados Ebe López Piossek, Salvador Ruiz y Horacio Castellanos, no es arriesgado anticipar que la "extinción" del objeto de la discordia extinguirá también los juicios promovidos por los defensores María Carolina Ballesteros y Ricardo Alderete, y los letrados Nicolás Pedro Brito y Eduardo Alberto Monteros.
Ocurre que, si la Corte ya no tiene interés en mantener el plan piloto, todo pronunciamiento sobre su legalidad y constitucionalidad devendría abstracto. El cese de los pleitos libera asimismo al Poder Ejecutivo de la obligación de defender el proyecto en sede judicial como consecuencia de que el alto tribunal carece de legitimación procesal (no puede estar en juicio por sí mismo; necesita sí o sí de la representación de la Provincia).
La anulación llega en el momento justo porque la Fiscalía de Estado aún no había contestado la demanda en ninguno de los tres amparos. La Provincia estaba entre la espada y la pared: la hipotética alineación con el proyecto de la Corte podía comprometer al PE en un tema tan delicado como la investigación penal preparatoria y generar cortocircuitos con la Legislatura, mientras que la aceptación de la pretensión de los amparistas dejaría desamparado al alto tribunal con mayoría de vocales designados por el gobernador José Alperovich.
La desactivación de las acordadas cuestionadas evita el mal trago de eventuales sentencias adversas al cuerpo que preside Estofán, además de desbloquear la reticencia de los legisladores respecto de una iniciativa que modifica normas procesales y orgánicas por la vía reglamentaria (sin pasar por el trámite parlamentario). Si bien la resolución 592, que deja sin efecto el plan piloto, aún debe ser presentada en los expedientes y estudiada por los magistrados Ebe López Piossek, Salvador Ruiz y Horacio Castellanos, no es arriesgado anticipar que la "extinción" del objeto de la discordia extinguirá también los juicios promovidos por los defensores María Carolina Ballesteros y Ricardo Alderete, y los letrados Nicolás Pedro Brito y Eduardo Alberto Monteros.
Ocurre que, si la Corte ya no tiene interés en mantener el plan piloto, todo pronunciamiento sobre su legalidad y constitucionalidad devendría abstracto. El cese de los pleitos libera asimismo al Poder Ejecutivo de la obligación de defender el proyecto en sede judicial como consecuencia de que el alto tribunal carece de legitimación procesal (no puede estar en juicio por sí mismo; necesita sí o sí de la representación de la Provincia).
La anulación llega en el momento justo porque la Fiscalía de Estado aún no había contestado la demanda en ninguno de los tres amparos. La Provincia estaba entre la espada y la pared: la hipotética alineación con el proyecto de la Corte podía comprometer al PE en un tema tan delicado como la investigación penal preparatoria y generar cortocircuitos con la Legislatura, mientras que la aceptación de la pretensión de los amparistas dejaría desamparado al alto tribunal con mayoría de vocales designados por el gobernador José Alperovich.