30 Julio 2013
DESERTOR. Eric Myers (derecha) junto a su pareja. FOTO TOMADA DE CRONICA.COM.AR
El estadounidense Eric Myers decidió, en 1991, abandonar a su esposa y a sus cuatro hijos en Phoenix, Arizona, tras asistir a un seminario de bienes raíces en San Diego. A los 34 años, el padre de familia desapareció, fue declarado muerto y su familia quedó destrozada por no saber qué le había sucedido. Pero Myers no estaba muerto; simplemente huyó a Baja California y meses después se trasladó a Palm Springs. Todo ello, porque su educación cristiana no le permitía vivir su homosexualidad.
En su nuevo hogar conoció a quien sería su pareja gay por los próximos 16 años. Sin embargo, en 2007 y con 50 años de edad regresó con su familia para reconciliarse con ellos, pero se dio cuenta que no sería bien recibido y quien fuera su esposa por varios años, lo llamó "el Anticristo".
Su hija Kristen asegura que conoce a muchos homosexuales y que ninguno de ellos haría algo como lo que hizo su padre. "No creo que él sea capaz de amar a nadie más que a sí mismo", sentenció.
Por si no fuera suficiente, Eric no sólo tuvo que soportar el rechazo de su familia, también desencadenó una serie de problemas legales: la compañía de seguros reclamó la devolución de los U$S 800.000 más intereses, que le otorgó a la familia como parte del seguro.
La historia de Eric sigue conmocionando a los medios de comunicación y a la sociedad, unos afirman que nada justifica el abandono de su familia y otros acusan a la educación cerrada con la que se cría a miles de personas en Estados Unidos y el mundo. (Cronica.com.ar)
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