La quema de caña dejó sin luz a vecinos

La situación se observó en un country ubicado en las inmediaciones del camino de Sirga, entre El Manantial y Yerba Buena. Los vecinos estaban asustados porque el fuego de los pastizales y de los cañaverales ponía en riesgo sus viviendas. Aún más, el humo creaba una cortina que cubría el barrio. Los guardias se apostaron en distintos puntos de la zona para evitar cualquier hecho delictivo. Esa fue una postal de las que se vivió ayer por la tarde en la zona sur de la capital y en decenas de localidades cercanas. La quema de caña dejó sin luz, por casi tres horas y media, a no menos de 70.000 usuarios del servicio que presta la Empresa de Distribución de Electricidad de Tucumán (EDET).

El problema arrancó ayer, cerca de las 18.30, cuando una línea de 132 kilovoltios (Kv), que traslada energía desde la estación de El Bracho hasta la estación Independencia, fue afectada por la quema de cañaverales. Desde entonces cuadrillas de Transnoa (empresa de transporte de energía) trabajó para restituir el servicio. "La línea perdió capacidad y quedó fuera de servicio; esto provocó el desenganche de los generaciones que están en la estación Independencia", puntualizó a LA GACETA Oscar Mealla, gerente operativo de Transnoa.

El siniestro, según el ejecutivo, puso en riesgo la provisión de electricidad no sólo a usuarios de esta capital, sino de varios puntos de la provincia. En ese sentido, EDET informaba a través de sus líneas directas que el corte alcanzaba a vecinos de El Manantial, Los Bulacio, Ohuanta, Los Puestitos, Lules, el suroeste de esta capital y San Andrés. Carlos Roldán, gerente de Relaciones Institucionales de EDET confirmó que anoche, cerca de las 22, el servicio de electricidad había sido restablecido en su totalidad.

Desde El Bracho, los técnicos informaron que hubo quemas de caña y que el corte se produjo a 15 kilómetros de la central. "Hubo perturbación en la línea y, por una cuestión de seguridad, se cortó automáticamente el servicio", se explicó.

Relevamiento

Pero ese no fue el único incendio registrado ayer. Según Defensa Civil se denunciaron 28 focos más ayer (el fin de semana habían sido 64), de los cuales 23 fueron originados por quema de caña, cuatro por pastizales y uno por basurales, detalló el titular del organismo, Fernando Torres.

El funcionario se reunirá hoy con el defensor del Pueblo, Hugo Cabral, y ambos pedirán a Transnoa un relevamiento acerca de los focos de incendio que afectaron al sistema eléctrico. "Lamentablemente esto se ha generalizado; los bomberos estuvieron de un lado para el otro", indicó Torres. Alfredo Montalván, secretario de Medio Ambiente, afirmó por su parte que dos cuadrillas de la dependencia recorren -a toda hora y en la semana- las zonas de cañaverales, con el fin de fiscalizar el cumplimiento de las normas e imponer multas a los infractores. "Nuestras actuaciones son administrativas, pero es la Justicia la que debe decidir sobre otro tipo de sanciones si hay denuncias al respecto", acotó.

Durante la mañana, el gobernador José Alperovich había dicho: "estamos trabajando en todo. Estamos viendo cuáles son los campos que se están incendiando. La verdad es que se ha incendiado mucho y han visto el hollín que invadió las casas".

La Policía confirmó ayer que no hubo denuncias, ni causantes, mucho menos demorados por la quema de caña. "No hubo que lamentar víctimas; tampoco se vieron afectadas viviendas. Nos preocupa el humo que complica el tránsito en las rutas", expresó el comisario general Víctor Sánchez, segundo jefe de la fuerza de seguridad provincial.

Pueden encender campos a 20 metros de la línea de electricidad

De acuerdo con la legislación vigente son infracciones quemar caña de azúcar, cosechada o en pie; rastrojos de caña de azúcar u otros restos de vegetación y pastizales.

Desde la Secretaría de Medio Ambiente se informó que las multas correspondientes a las infracciones detalladas se agravarán cuando la quema ocurriera en:

• En un radio de un kilómetro desde los bordes urbanos.

• En una franja de 20 metros a cada lado de la línea de conducción de cables de alta o media tensión.

• En un radio de 500 metros alrededor de las subestaciones de energía eléctrica de concesionarias.

• En un radio de un kilómetro desde el borde perimetral de los aeropuertos y aeródromos.

• En un área dentro de 100 metros a cada lado de la franja de dominio de rutas nacionales o provinciales, y de red ferroviaria.

• En un radio de 500 metros alrededor de las áreas protegidas nacionales, provinciales o privadas.

La norma en cuestión gradúa las sanciones de acuerdo con las características del infractor. Si éste es productor minifundista, propietario, arrendatario o poseedor de un inmueble de hasta 50 hectáreas que realiza cosecha semimecanizada. A su vez, los ingenios azucareros de "deberán exhibir un cartel en el acceso, lo suficientemente visible a la distancia, en el cual se anuncie la prohibición de recepción de caña quemada cosechada con sistema de cosecha mecanizada integral".

La ley vigente, que fue modificada recientemente, entre otros puntos, sostiene: "el que quemare caña de azúcar, cosechada o en pie, rastrojos de caña de azúcar u otros restos de vegetación, y/o pastizales será sancionado con una multa equivalente a entre cinco y 500 veces el sueldo básico de la categoría inicial de la Administración Pública Centralizada, estimado en $ 1.000.

ANALISIS

Impotencia

Por Marcelo Aguaysol - Redacción LA GACETA

Impotencia. Ese es el término que ayer usaron los perjudicados por la quema de los cañaverales. Las llamas alcanzaron a todos. A aquel que renegó por la impotencia que cada año en las últimas tres décadas haya este tipo de inconvenientes. También el comerciante que siente el riesgo de perder mercadería por falta de electricidad. De esa señora que va a la parada del colectivo para esperar a sus hijos que vienen del colegio en medio de la oscuridad. Del bombero que tiene que sofocar -cada tanto- el fuego en los cañaverales. Del vecino que teme que se le quemen los aparatos. Del automovilista que tiene poca visibilidad en la ruta.