29 Julio 2013
LAMENTABLE. Juan Diego López Jiménez hizo llorar desconsoladamente al niño Feliciano Díaz Díaz. FOTO TOMADA DE DIARIOUNO.COM.AR
Un video que causó gran indignación en las redes sociales permitió conocer la historia de un menor oriundo de México, víctima de abuso de autoridad. En principio lo llamaron "Manuelito", aunque su verdadero nombre es Feliciano Díaz Díaz.
Originario de San Juan Chamula, Chiapas, Feliciano tiene 10 años y es el mayor de cuatro hermanos. Terminó el cuarto año de primaria, y debido a que su padre emigró a Estados Unidos se vio obligado a trabajar. Llegó a Villahermosa, Tabasco, junto con tres primos, para obtener dinero durante el periodo vacacional y comprar útiles escolares.
El video, grabado por la televisión local TVX y difundido en las redes sociales bajo el título "Abuso de Autoridad", provocó una ola de indignación en México. En la grabación, del martes 22 de julio, aparece Juan Diego López Jiménez, ahora ex funcionario del Ayuntamiento de Villahermosa en Tabasco, quien "decomisa" unos paquetes de cigarrillos a un niño que se gana la vida vendiendo varios productos en la calle, y luego le obliga al pequeño, que llora desconsoladamente, a tirar al suelo todo lo que llevaba en su cesta. La indignación social obligó al Estado a tomar medidas, y poco después emitió un comunicado en el que informaba del cese definitivo del funcionario.
Tras la agresión, Feliciano desapareció hasta el viernes pasado cuando compareció ante la Justicia, en compañía de su tía y un intérprete. El sábado, participó en una reconstrucción de hechos.
En torno al caso, se pronunciaron la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), incluso el gobernador de Tabasco, Arturo Núñez, quien se comprometió a otorgar ayuda psicológica y una beca para que el menor concluya la primaria.
Ayer, finalmente se reencontró con su madre, pero no hubo avances es en localizar al agresor López Jiménez, acusado por la procuraduría estatal por los delitos de abuso de autoridad y robo con violencia moral.
El viernes pasado fue detenida Carmen Torres Díaz, empleada del ayuntamiento que atestiguó la agresión sin intervenir.
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