29 Julio 2013
DESASTRE. El conductor de la camioneta arrasó con autos, motos y hasta derribó una columna de alumbrado público. LA GACETA / FOTOS DE DIEGO ARÁOZ
Un violento episodio puso en peligro las vidas de las personas que paseaban y practicaban deportes anoche en el predio de La Olla, en Yerba Buena. El causante fue el conductor de una camioneta, quien -según los testigos- realizó varios disparos con un revólver y arrolló a varios vehículos.
Según relataron a LA GACETA algunos testigos, el individuo había pasado toda la tarde en el mencionado predio junto a su esposa y a su hijo adolescente. Pero a las demás personas les habría molestado que el menor condujera un cuatriciclo a toda velocidad por donde había niños jugando al fútbol y le reclamaron que utilizara ese vehículo en otra parte.
Esa situación habría irritado al padre del menor, quien no toleró que intentaran prohibirle circular en el rodado a su hijo. "Agarró un revólver, amenazó a los chicos, hizo dos tiros y se subió a la camioneta", contó una de las personas que presenciaron la escena.
Luego -según ese relato- el hombre hizo marcha atrás a gran velocidad y arremetió contra otra camioneta que estaba estacionada a pocos metros. No conforme con eso, "bajó la ventanilla y le hizo cuatro disparos a la gente", aseguró el testigo, que destacó que nadie resultó herido porque todos se tiraron al piso.
"Después aceleró de nuevo y atropelló un auto, tres motos, una columna de alumbrado público y se llevó puesto un cesto de basura. Era una locura. La gente salía corriendo para todos lados", describió el testigo.
Una falla en la camioneta le habría puesto fin al arranque de furia y el vehículo terminó varado en el pozo del predio. Pronto llegaron los policías de la comisaría de Cebil Redondo y le secuestraron el revólver. También se acercaron una grúa de la Municipalidad de Yerba Buena para llevarse la camioneta; y una ambulancia para trasladar al conductor al hospital, ya que había sufrido varios golpes como consecuencia de los choques.
Fuentes de la comisaría informaron que el conductor de la camioneta quedó aprehendido, pero que el fiscal Washington Navarro Dávila no les permitía brindar mayores detalles sobre lo acontecido.
Según relataron a LA GACETA algunos testigos, el individuo había pasado toda la tarde en el mencionado predio junto a su esposa y a su hijo adolescente. Pero a las demás personas les habría molestado que el menor condujera un cuatriciclo a toda velocidad por donde había niños jugando al fútbol y le reclamaron que utilizara ese vehículo en otra parte.
Esa situación habría irritado al padre del menor, quien no toleró que intentaran prohibirle circular en el rodado a su hijo. "Agarró un revólver, amenazó a los chicos, hizo dos tiros y se subió a la camioneta", contó una de las personas que presenciaron la escena.
Luego -según ese relato- el hombre hizo marcha atrás a gran velocidad y arremetió contra otra camioneta que estaba estacionada a pocos metros. No conforme con eso, "bajó la ventanilla y le hizo cuatro disparos a la gente", aseguró el testigo, que destacó que nadie resultó herido porque todos se tiraron al piso.
"Después aceleró de nuevo y atropelló un auto, tres motos, una columna de alumbrado público y se llevó puesto un cesto de basura. Era una locura. La gente salía corriendo para todos lados", describió el testigo.
Una falla en la camioneta le habría puesto fin al arranque de furia y el vehículo terminó varado en el pozo del predio. Pronto llegaron los policías de la comisaría de Cebil Redondo y le secuestraron el revólver. También se acercaron una grúa de la Municipalidad de Yerba Buena para llevarse la camioneta; y una ambulancia para trasladar al conductor al hospital, ya que había sufrido varios golpes como consecuencia de los choques.
Fuentes de la comisaría informaron que el conductor de la camioneta quedó aprehendido, pero que el fiscal Washington Navarro Dávila no les permitía brindar mayores detalles sobre lo acontecido.
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