29 Julio 2013
A COBRAR. Javier Malagueño le gana en el salto a Javier López y convierte el gol con el que el "decano" selló el triunfo. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA
Entró al clásico por la ventana, y terminó siendo el hombre que desató la fiebre en 25 de Mayo y Chile. Su testazo goleador se transformó en la daga que liquidó al rival y dio inició al viaje hacia el éxtasis infinito de los suyos. Javier Malagueño hizo realidad el sueño que todos los hinchas quisieran vivir. La lesión de Franco Sbuttoni lo dejó ante la posibilidad de ser titular en el duelo más importante del mundillo futbolero en Tucumán; y él aprovechó al máximo ese guiño de la diosa fortuna.
Firme en defensa, el central ayer convertido en stopper por izquierda, se dio el gusto de sellar la victoria "decana". Pero no se la cree, ni mucho menos. Ganar el derbi tucumano fue como tocar el cielo con las manos, pero de nada sirve si no repite la receta a la hora de los bifes. "Es lindo ganar, pero no hay que olvidar que este tipo de partidos son de preparación, para ir encontrando el equipo. Lo que verdaderamente importa es lo que arranca en seis días", dijo el ex Tigre, bajándole un poco la efervescencia al asunto y poniendo la mira en el duelo con el "lobo" jujeño.
Malagueño aprovechó las distracciones defensivas del "santo" y pasó por caja. Saltó más alto que todos y su cabezazo le bajó la persiana a un duelo que se tiñó de celeste y blanco. "Por suerte salió todo a la perfección. Hicimos bien todo lo que habíamos planeado en la semana, incluso la jugada de mi gol", explicó el defensor, consciente de que aún queda mucho por pulir antes de saltar a escena el próximo domingo en el estadio "23 de Agosto", de Jujuy. "Siempre hay cosas para corregir. Lo bueno es que este tipo de victorias ayuda para hacer más llevadero el trabajo semanal. Cambian los ánimos y se entrena más tranquilo", afirmó.
El estreno de Atlético en la nueva temporada de la B Nacional está a la vuelta de la esquina y es algo que desvela al hombre que hizo delirar al Monumental. "Quiero llegar 10 puntos al arranque del torneo, eso es lo que realmente importa. Este club te obliga a ser protagonista siempre", subrayó el defensor.
El 2-0 sobre el archirrival siempre suma, pero en Atlético nadie desvía la mirada del verdadero objetivo.
Palo para el juez
"No hice nada. (Ariel) Montero se tendría que haber apoyado en el cuarto árbitro. Fue solo un forcejeo, creo que me expulsó mal", dijo Guillermo Acosta que vio la roja junto a Albano Becica por agresión mutua.
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